Por Mario López M.
Las voces de víctimas sobrevivientes de violaciones a los derechos
humanos y la de familiares de los que ya no están, como consecuencia de
los delitos de lesa humanidad cometidos por aquellos que hoy se
encuentran en Punta Peuco y aquellos que se aprestan a ingresar a ese
penal, es unánime en el sentido que se debe cerrar ese espacio de
desigualdad. La nueva autoridad que se apresta a asumir, pareciera estar
de acuerdo.
"Yo
voy a analizar cuáles son las condiciones políticas, de Gendarmería y
carcelarias para tomar una decisión a ese respecto. Si yo llego a La
Moneda haré mi propia evaluación". Con esas palabras la Presidenta
electa Michelle Bachelet, manifestó durante la campaña su disposición a
considerar el cierre de Punta Peuco. "Siempre he estado en contra de
cárceles de privilegios", manifestó la futura Mandataria a Canal13.
De acuerdo con las informaciones de primer orden obtenidas por Cambio21
respecto del cierre del polémico penal, todo apunta a que es un hecho y
que "es cuestión de condiciones, más que de convicción o de tiempo".
De hecho, "se estudiará a la mayor brevedad la viabilidad de
trasladar a estos internos a una cárcel común, aunque sea la de Alta
Seguridad, pero lo claro es que se cierra Punta Peuco", aseguró la
fuente que pidió mantener su anonimato.
Otro cercano al nuevo gobierno dijo que "la situación es delicada
y habrá que analizarla en su mérito. Primero, en su origen, pues se
necesitó de una ley para que los procesados y condenados por delitos de
derechos humanos cumplieran en una cárcel sujeta a Gendarmería (aunque
ella se haya creado por Decreto), y segundo, porque hoy Punta Peuco no
es una cárcel como lo era el Penal Cordillera. Se parece mucho más a las
cárceles comunes que a los lujos de la que fuera cerrada. No es tan
dramática como las unidades comunes, pero no es una pensión, como lo era
Cordillera", especificó.
"Es entonces un tema para meditarlo, pues habrá que analizar si
se justifica crear una nueva cárcel especial para ellos", señaló. Agregó
que es su convicción "que tomada la decisión de cerrar Punta Peuco,
sería impensable una acción de las FFAA acerca del tema. Cerrado Punta
Peuco no hay riesgo de un acto involutivo militar o que se vaya a
manifestar en un acto de rebeldía", opinó. "No creo que pase a mayores,
aunque sea considerado un cambio de reglas del juego", terminó
afirmando.
Punta Peuco
Como se recordará, uno de los momentos de mayor exposición
mediática acerca de las condiciones de vida en que se encontraban los
condenados por violaciones de Derechos Humanos, sucedió al momento del
cierre del Penal Cordillera, donde se encontraba la cúpula más
importante de ex represores. Paradójica la circunstancia histórica, fue
clausurado por un Presidente de derecha, cuyo sector más duro compartió
más de algún ágape con estos "salvadores de la patria". Cómplices
pasivos, los llamó entonces el presidente Piñera.
El Centro de Detención Preventiva y Cumplimiento Especial Punta
Peuco es un complejo penitenciario ubicado en la comuna de Til Til,
donde están privados de libertad militares y otros agentes del Estado
implicados en violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura
militar de Pinochet. Está bajo la administración de Gendarmería de
Chile.
Fue creado en mediante el Decreto 580, del 14 de junio de 1995,
por el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ya que en ese entonces se
necesitaba un lugar para que cumplieran su condena los implicados en el
caso Letelier: el general en retiro Manuel Contreras y el brigadier
Pedro Espinoza. Actualmente se encuentran allí cerca de 64 reclusos con
una edad promedio de 75 años.
Un penal "especial"
¿Qué hace a Punta Peuco un centro penal distinto a aquellos en
que se encuentran recluidos reos comunes? Varias cosas a saber: Desde
luego, Punta Peuco es una cárcel que sólo congrega a procesados y
condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura
militar. Asimismo, goza de beneficios en condiciones de vida que el
diputado Lautaro Carmona (PC) calificó de "cabañas de veraneo".
El parlamentario manifestó a Cambio21 que él ha
planteado que estos recintos "violan la igualdad ante la ley, por lo que
estos condenados debieran cumplir sus condenas en cárceles comunes. Sí
deben respetarse los motivos que justifican una segregación, tanto en
protección de ellos como de los demás presos comunes, por lo que la
cárcel de alta seguridad es una buena alternativa para estas personas
condenadas por delitos de lesa humanidad y por violaciones a los
derechos humanos".
Nada justifica, de acuerdo con lo señalado por Carmona, "el que
exista una concentración de criminales bajo un régimen bastante
licencioso comparado con el régimen penal ordinario, lo que causa
absoluta desigualdad en nuestro país."
Señala, por último, que mantiene "las expectativas de que se
creen las condiciones en el gobierno de la presidenta Bachelet para
darle forma a la adecuación de estos privilegios a un régimen penal
normal. Y esas circunstancias son que una vez asumido el nuevo gobierno,
se confirme que estas personas pueden cumplir sus condenas en las
condiciones que la ley establece para cualquier condenado. También habrá
que atender a que se implementen las infraestructuras del caso, que
permita el espacio que se requiere para trasladar a estos internos",
afirmó.
Según Nelson Caucoto, abogado experto en Derechos Humanos y quien
ha tenido a su cargo muchas de las más emblemáticas causas por
violaciones ocurridas durante la dictadura militar, Chile vive
actualmente una gran actividad judicial en materia de condenas de
crímenes de lesa humanidad, por lo que cualquier proyección que pudiera
efectuarse acerca del número de nuevos condenados que resultará de ellas
es imposible de prever.
Expresó a Cambio21 que "la expectativa es que va
a aumentar de manera significativa en un futuro inmediato la población
penal de Punta Peuco, más allá de toda proyección, pues se han acelerado
claramente las sentencias en las causas por esta clase de delitos, con
nombres nuevos de personas que por primera vez se verán privados de
libertad."
Para el abogado, Chile debe ser hoy el país con mayor actividad
legal en materia de derechos humanos. Sin embargo, el hecho de que
existan muchos condenados no implica que estos vayan a cumplir las penas
en condiciones comunes. Para él, "claramente Punta Peuco no es la
Penitenciaría de Santiago. Se trata de una situación de alta
desigualdad, pues ese recinto no es una cárcel que reúna las condiciones
de un penal común, ya que posee privilegios que no se tienen en los
recintos comunes."
Beneficios carcelarios
Recientemente se denunció que algunos condenados a cadena
perpetua por el llamado Caso Degollados se encontraban gozando de
beneficios carcelarios que implican, en los hechos, que circulen
libremente en nuestro país. Consultados sobre la medida, desde
Gendarmería señalaron que "de acuerdo a la normativa legal vigente,
cumplidos 20 años de reclusión, el interno tiene derecho a postular a
libertad condicional".
Uno de los beneficiados con la medida, el sargento 2º en retiro
de Carabineros José Fuentes Castro, había sido denunciado al Ministerio
Público por amenazar de muerte a otro interno. Dicha situación le costó
una sanción de cuatro días de internación en celda solitaria. El otro
beneficiado, el coronel Guillermo González Betancourt, también estaba
sancionado por participar en una huelga de hambre para obtener
beneficios.
Se plantea entonces la duda acerca de si estos condenados por
delitos de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos pueden
gozar de beneficios carcelarios al igual que otros reos comunes, dada la
gravedad de los delitos que se les imputan.
La Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Chile, Lorena Pizarro, aseguró a Cambio21
que "los beneficios carcelarios otorgados a condenados por delitos de
lesa humanidad contrarían todas las normas del derecho internacional,
sobre todo en cuanto el deber del Estado de imponer penas a estos
sujetos que sean ejemplificadoras, dados los delitos de suma gravedad.
Eso no se ha respetado en Chile, pues los violadores de derechos humanos
han sido condenados a penas que resultan irrisorias, lo que les permite
optar a beneficios carcelarios."
Para Héctor Salazar, abogado de la Universidad Academia de
Humanismo Cristiano y experto en la materia, "la tendencia del derecho
penal moderno apunta a la reinserción de los condenados, con
independencia del delito del que se trata, de tal manera que sería un
paso hacia atrás, un retroceso en materia del derecho penal, el que no
se otorgara los mismos beneficios a todos los reos, sea cual sea la
gravedad y el delito que se le imputa. De otra forma, sería propugnar la
desigualdad y la Ley del Talión", manifestó a Cambio21.
En Chile, enfatizó Salazar, "han existido siempre tratos
preferentes en materia penal, desde la ex cárcel anexo Capuchinos para
reos por delitos económicos, o como el recinto especial para los
condenados por razones de pensiones alimenticias, o de infracciones de
tránsito etc. Otra cosa es investigar si estos beneficios fueron
otorgados al margen de la normativa vigente".
Lorena Fries, directora del Instituto Nacional de Derechos
Humanos, aclaró que existe la necesidad de contar en Chile con una ley
de ejecución penal que permita "disminuir la discrecionalidad con la que
se otorgan beneficios carcelarios, que si bien tienen un conjunto de
requisitos, en este caso -situación de los condenados por el Caso
Degollados-.no se cumplen".
En septiembre pasado la Corte Suprema zanjó el tema rechazando un
recurso interpuesto en contra de los beneficios otorgados por
Gendarmería. Señaló el fallo que, de acuerdo con los antecedentes
proporcionados, se podía dar por establecido que si bien Gendarmería
había entregado beneficios sin apegarse al reglamento, se rechazaba el
recurso porque no se acreditó cómo eso habría dañado la integridad
física de los recurrentes (afectados).
Parece claro que legalmente no puede negarse el derecho a
beneficios carcelarios a estos condenados, en la medida que cumplan con
los requisitos para optar a ellos, pero es claro también que nada
justifica los privilegios de que gozan y que resultan ser una verdadera
bofetada a los familiares de las víctimas de sus atroces delitos.
En la medida que la ciencia médica avanza y los medicamentos
hacen cada vez más cortos los procesos de cicatrización, en Chile existe
una herida de más de 40 años que aún está abierta y que no se vislumbra
hasta cuándo continuará en ese estado. La situación de los Derechos
Humanos en Chile y, en especial, de este símbolo de la desigualdad y de
la dictadura que es Punta Peuco, será una mochila más en las espaldas
del nuevo gobierno. Ya no existen las condiciones de "justicia en la
medida de lo posible", como se dijo alguna vez; hoy Chile ha cambiado y
demanda de sus autoridades cerrar, de una vez por todas, esta herida
lacerante en materia de derechos humanos. Punta Peuco representa la
herida, la doctora Bachelet tiene el remedio.
La víctimas
Entre las víctimas de los presos de Punta Peuco existe la
convicción de que las tareas pendientes son saber la verdad del destino y
ubicación de restos de muchos chilenos que hasta la fecha continúan
desaparecidos, el esclarecimiento de las circunstancias que llevaron a
sus seres queridos a ser parte de la lista de ejecutados, desaparecidos,
torturados, etc. y, desde luego, el castigo a los culpables, en
condiciones propias de cualquier condenado.
A ello se suma el sentimiento de que los abusos de los violadores
de derechos humanos no han cesado y, se basan para afirmarlo, en las
condiciones de excepción y segregación positiva en que están muchos de
ellos en cárceles de lujo, como lo sería el penal ubicado en Til Til. Lo
sienten como una verdadera bofetada a la dignidad y que rompe la
igualdad ante la ley de las personas privadas de libertad.
Los victimarios
En la vereda del frente, quienes se encuentran procesados,
acusados y condenados por delitos de lesa humanidad, perciben que no se
ha sido justo con ellos, pues en los casos en que debieron intervenir,
lo hicieron, según sus dichos, para resguardar la seguridad de los
chilenos, proteger la patria de grupos extremos que buscaban destruirla y
que, por último, cumplieron un deber y no se trató de actos
delictuales, sino que de Estado. Algunos, incluso, reclaman inocencia y
orquestación política en su contra.
Sienten que respecto de las condiciones en que se encuentran
privados de libertad se ha creado un mito, que no es efectivo que
dispongan de lujos y condiciones más favorables a la de los demás presos
comunes y que, por último, de haberlas, las merecerían.
Hoy en Punta Peuco hay cerca de 64 internos y, según las condenas
que se han ido produciendo y las que se aproximan, llegarán cerca de
100 nuevos huéspedes. Actualmente, la cárcel cuenta con conteiner
habilitados como dormitorios para 121 internos actualmente.
Requisitos para optar a los Permisos de Salida
• Haber observado muy buena conducta en los tres bimestres (seis
meses) anteriores a la postulación. No obstante a ello, se examina la
conducta del postulante durante toda su vida intrapenitenciaria a fin de
constatar si, con anterioridad a los tres bimestres referidos, registra
infracciones disciplinarias graves a considerar antes de conceder el
beneficio.
• Haber asistido regularmente y con provecho a la escuela del establecimiento.
• Demostrar arrepentimiento por los hechos delictuales cometidos.
•
Haber asistido en forma regular y constante en las actividades
programadas en la unidad, tales como de capacitación y trabajo,
culturales, recreacionales.
• Tener la posibilidad cierta de contar
con medios o recursos de apoyo o asistencia, sean familiares,
penitenciarios o de las redes sociales.
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