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lunes, 25 de septiembre de 2017

Ex juez estuvo a cargo de varias investigaciones emblemáticas de DD.HH.

Alejandro Solís: "El pueblo tiene el derecho a saber lo que pasó, pero si se da publicidad a testimonios debe ser con el consentimiento de la víctima"

por  25 septiembre, 2017
Alejandro Solís:
El coordinador de la Unidad de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa asegura que el levantamiento del secreto de testimonios de la Comisión Valech debe hacerse preguntando caso a caso "porque si no están afectando su dignidad, su memoria, sus recuerdos".

"Yo diría que por razones, no sé si llamarlas éticas o morales, conviene que el pueblo de Chile sepa lo que ocurrió en cierto período de su historia", sostiene Alejandro Solís, ex ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago y actual coordinador de la Unidad de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa.
A juicio de Solís, quien estuvo a cargo de varias investigaciones emblemáticas de Derechos Humanos y fue uno de los primeros magistrados en dictar condenas y procesamientos en contra de los miembros de la cúpula de la Dina, "la ciudadanía tiene el derecho a saber lo que pasó".
Sin embargo, hace el reparo en que "si se da publicidad a estos testimonios, debe ser con el consentimiento, la voluntad de la víctima".
En entrevista con La Tercera, el ex magistrado cree que se debe preguntar a cada uno de los afectados "porque si no están afectando su dignidad, su memoria, sus recuerdos: ’Oiga, usted dijo tal cosa, podríamos contar lo que usted dijo, sí o no’, punto. Así de simple. Levantar el secreto con el consentimiento de la persona que dio el testimonio".
Al ser consultado por quién debería consultarle al afectado si el juez da la autorización, Solís responde que "el mismo juez. Decir ‘tengo esta declaración que prestó usted tal fecha, quiero saber si me la puede repetir para incorporarla a mi trabajo’. Si dice que sí, se acabó el problema".
¿Qué pasa si se niega? ¿no la podría incorporar al expediente?, le preguntan.
"No, es un atentado contra la fe pública. (…) Muchos han dicho ‘yo no quiero que mi familia sepa lo que me hicieron, por eso que no quiero hablar de lo que me pasó’. Es una cosa muy razonable, muy humana", concluye.

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