Esta es una declaración  y convocatoria a un acto de conmemoración de 1 de mayo en las calles. Este es el llamado que hace AIT (Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras) para salir este viernes a las calles.
Sin lugar a dudas este 1° de mayo lo conmemoramos en circunstancias únicas y no predecidas. Hace apenas un par de meses teníamos la seguridad de que la marcha del día internacional de la clase trabajadora sería una gran movilización, de cientos de miles movilizándonos por todo el país. Contábamos con la seguridad de que el movimiento del pueblo en lucha que irrumpió el 18 de octubre se expresaría con combatividad en esta fecha.
Sin embargo, debido a la nueva crisis, la sanitaria del covid-19, las organizaciones sindicales y populares han decidido, de manera correcta, la suspensión de las formas de expresión de las movilizaciones populares que se habían venido dando, buscando nuevas y creativas formas para mantenerse activas pero resguardando la salud del pueblo. Hemos asumido la necesidad de tomar los necesarios resguardos para proteger la vida, imponiendo, contra la opinión y la decisión del gobierno de Piñera, la suspensión de clases, la protección de la salud de las y los trabajadores, a través del relantecimiento productivo, el aislamiento de los barrios y pueblos.
Insistimos en que esto ha sido impuesto por la iniciativa popular pues el Gobierno de Piñera ha buscado retardar lo más posible, o no realizar estas mínimas medidas de protección. Su desprecio por la salud y la vida del pueblo nos llega a sorprender en su profundidad e irresponsabilidad, incluso viniendo de la casta que ha violado los DD.HH, mutilado a quienes luchan, utilizado el abuso sexual y la violación. Ponen de manera descarada y desvergonsada la normalidad de los negocios por sobre la vida y la salud.
El gobierno ha logrado retomar parcialmente la iniciativa y con la colaboración de los partidos del parlamento ha pasado a una ofensiva patronal aprobando una serie de medidas y leyes que apuntan contra los intereses de las y los trabajadores. Leyes de teletrabajo, de protección al empleo (que permite la suspensión del contrato y el descuento de los montos que los trabajadores y trabajadoras tenemos en las cuentas de seguro de cesantía) y la inminente aprobación de otras que tienen en carpeta como la suspensión de negociación colectiva y revocabilidad de renovación de directivas, son medidas que no sólo precarizan aún más las condiciones de vida y de trabajo del pueblo, sino también son legislaciones profundamente antisindicales. Las medidas en ejecución y las proyectadas son, sin la menor duda, medidas que van a reforzar los privilegios, las ganancias y la protección de los grandes empresarios.
Ahora además del coronavirus nos quieren achacar a los trabajadores y trabajadoras las consecuencias de la evidente y abierta recesión económica. Como en anteriores crisis y recesiones provocadas por la sed de ganancias de las y los empresarios y la clase dominante, pretenden que la clase trabajadora pague las consecuencias.
Por otra parte, de manera improvisada, precozmente y sin preocupación por las consecuencias, el gobierno quiere terminar con el distancimiento físico y otras medidas de prevención. Quieren obligar a lo que han llamado nueva normalidad, que en los hechos significa profundizar los riesgos de contagio para las y los trabajadores precarizados y explotados, abriendo el comercio, tensionando la vuelta a clases y obligando al sector público a retornar a labores presenciales. Sin embargo, cuestionan y condenan los espacios de organización, solidaridad y manifestación popular, tomando detenidos a manifestantes que, respetando medidas sanitarias, se han reunido en diferentes plazas y calles de la ciudad. No importa el riesgo del contagio mientras sea fomentando el consumo y dinamizando la economía, pero sí importa cuando se trata de la organización del pueblo en lucha.
El sindicalismo, los sindicatos de base, la Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores, las confederaciones y federaciones clasistas, las organizaciones de la corriente clasista y combativa debemos, honrando la memoria de quienes a lo largo de la historia han combatido por los intereses inmediatos e históricos de la clase trabajadora, honrando la lucha de las y los mártires y héroes de la clase, teniendo como eje y dirección el combate decidido por nuestros derechos, en defensa de lo conquistado y exigiendo lo que aun debemos conquistar, debemos redoblar la organización desde la base, reforzar la solidaridad clasista, luchar con todas las fuerzas y con los métodos históricos de nuestra clase.
Como clase trabajadora, debemos impulsar y preparar una huelga general por el derecho a la vida y al trabajo, contra la ofensiva patronal, para defender lo que hemos ganado y hacer que esta crisis la paguen las y los empresarios y no las y los trabajadores.
Llamamos a estar alertas y con responsabilidad y acogiendo las medidas de protección necesarias, nos sumamos a la convocatoria de la Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores a manifestarnos en todo el país.
En Santiago este viernes 1° de mayo a las 11 de la mañana en Plaza Dignidad, y en Talcahuano en Plaza Santa Cecilia a las 12 del día.

QUE LA CRISIS LA PAGUEN L@S RIC@S
A DEFENDER LAS CONQUISTAS DE LA CLASE TRABAJADORA
CONTRA LA IRRESPONSABILIDAD CRIMINAL DEL GOBIERNO Y LA PATRONAL
A DESARROLLAR Y ORGANIZAR EL SINDICALISMO CLASISTA Y COMBATIVO

Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas (AIT)
Por un Sindicalismo Clasista y Combativo