PULSO SINDICAL Nº 187 DEL 25 AL 31 DE MARZO DE 2013
Nuestra
tarea como dirigentes está permanente acompañada de hechos y
situaciones, que ya nos levantan el animo y la moral, o bien nos obligan
a pensar con fuerzas en soluciones para sacar a los trabajadores del
desencanto en el que se encuentran.
Sucede que muchos de
nuestros compañeros, con la mejor voluntad del mundo, cuando van por ahí
de compras o simplemente se encuentra realizando trámites, toman nota
de los reclamos de los dependientes de alguna empresa cualquiera y
comprometen a veces sus oficios para lograr que tales o cuales anomalías
denunciadas por el trabajador sean sancionadas. El paso siguiente es
llamar a una organización sindical con la que tienen contacto o visitar a
alguno de sus dirigentes para que pueda hacer algo por ayudar
a quienes, previamente, les hicieron saber su dramas de diario
acontecer.
Este
circulo vicioso se cierra con la gestión, la mayoría de las veces
carente de convicción de aquel dirigente al que se pidió el favor, quien
opta por ofrecer algo que muchas veces no se realiza o bien envía
alguna nota a alguna dependencia vinculadas a las autoridades del
trabajo, buscando que desde allí se solucione el problema.
Podrán
decirse muchas cosas, con la mejor disposición del mundo, pero si no
le dice al que reclama que para solucionar su problema debe denunciar,
solo estaremos retardando el momento en que debe explotar la
organización.
Al
actuar así incluso fomentamos la comodidad, por que se instala con
rapidez la costumbre de pedir a otros que solucionen los problemas para
no quemarse.
Que
lo sepan aquellos compañeros que nos han visitado y llamado para
darnos a conocer abusos en una empresa vinculada tradicionalmente a la
preparación y expendió de pan y otros productos alimenticios.
Conocemos
de lo que allí sucede, pero los trabajadores se resisten a organizarse
aunque les hemos dado todas las indicaciones para ello. Hemos apoyado a
varios de los despedidos en esa empresa y que han conseguido el pago
total de sus indemnizaciones.
Lo
fundamental, imprescindible, es la denuncia directa de los
afectados. El trabajador que ve violados sus derechos debe acudir a la
Inspección del Trabajo, como paso inicial. Cuando hay organización
sindical es ésta la llamada a tomar en sus manos las denuncias,
tramitarlas y pedir la fiscalización correspondiente. Y si no hay
sindicato bueno, que ayuden las Federaciones y Confederaciones e incluso
las Centrales, pero lo que es vital es que sea el trabajador quien
denuncie ante la organización las anomalías, sino el abuso seguirá
entronizado.
Pero no todo es oscuro. Hay hechos que reconfortan y es bueno darlos a conocer.
El
domingo 17 de Marzo se celebraron los 17 años del Sindicato de Envases
Central, empresa que envasa sella y distribuye productos de una marca de
gaseosa.
Los compañeros buscaron por muchos lugares un espacio en donde poder reunirse los domingos,
único día de la semana en que se pueden juntar por los diferentes
turnos que cumplen. Así llegan los salientes del turno noche del sábado y
los demás que en vez de descansar un poco mas en su casa, inician la
jornada este día con reunión sindical.
Y
no hay diferencia entre unos y otros. Nadie se duermen mientras
discuten una tabla que a veces les consume 2 o 3 horas de trabajo, pero
exponen, dan sus opiniones. Gratifica, no solo ver y escuchar lo que
hacen, sino poder disponer de un espacio para su trabajo.
Se
anunció hace algunos días una paralización de actividades para las
próximas semanas en todos los Sindicatos afiliados a ala Federación de
Trabajadores del Cobre.
Decisión
valida y justa, pues nace de una discusión clara e informada. Es una
respuesta de los trabajadores a la poca disposición de Codelco Chile de
responder y trabajar con ellos aquellos problemas que resienten y
dificultan la gestión de la empresa y se reflejan en los trabajadores.
A
lo mejor es tardía, por que por lo que se sabe hace harto tiempo que
estas cosas pasan, pero nunca es tarde para dar el paso y solo queda
saludar su decisión.
Algo
si hay que no esta muy claro en la convocatoria, bueno al menos de lo
que hemos podido leer y como nos extraña lo exponemos.
Los
compañeros del cobre están varios pasos adelante que nosotros en esto
de la organización, disponen de buenos recursos por las cuotas que
pagan los socios, el patrón no retiene ni se queda con los dineros de
los sindicatos, tienen buenas instalaciones para la gestión sindical y
convenios de salud y otros, que provocan sana envidia en muchas
organizaciones sindicales.
Es
cierto que son poco solidarios, casi no se les ve apoyando conflictos
con la fuerza que se debiera hacer y no encabezan campañas para ir en
ayuda de los mas desprotegidos de la clase trabajadora, que ellos los
conocen muy bien en cada una de las ciudades donde gestionan.
Son,
y dicho esto sin ánimo de ofender ni cuestionar, un poquito reacios a
participar en la pelea diaria de los trabajadores, o al menos no se
difunde mucho lo que hacen y no se nota.
Decía
si, que extraño algo en esta convocatoria a paro. La falta de
preocupación por que viven a diario los contratistas de la empresa
CODELCO, compañeros que se sacan la cresta para cumplir labores en los
mismos centros mineros y que no siempre reciben por igual trabajo igual
remuneración y que hablar de las instalaciones donde deben residir y de
los uniformes que se les entregan para cumplir sus trabajos.
Humildemente
creo que los contratistas también son trabajadores de CODELCO y no se
si se hicieron los contactos para que el paro, de concretarse, fuera
total y se notara la fuerza de TODOS los trabajadores organizados.
Ojala que mis aprehensiones estén erradas y se encuentren todos preparando el paro.
Es
cierto que estas cosas deben manejarse con cuidado para que no se
filtren y la empresa se prepare, pero compañeros le haría bien a las
organizaciones, la nuestra incluida, saber en que están y así podremos
incluso ver como solidarizar.
Claro,
prometerles un paro general sería como los anuncios que hace la
CUT cada Primero de Mayo, pero al menos podríamos motivar a los viejos,
sobretodo a los mas alicaídos, esos que sienten que el sindicato no
sirve para nada.
Cierto
es que vuestra realidad es distinta de la nuestra, ¿pero acaso, no son
siempre empresas las empresas y estas no se mueven si no es con la
fuerza de los trabajadores?. Reciban desde ya nuestra más entusiasta
solidaridad.
Al cierre decir que
creemos importante convocar a la dirigencia sindical para pensar la
manera en que se consiga que el estado se haga responsable de apoyar a
las familias de aquellos dirigentes que fallecen cumpliendo con su
labor.
Es
valida la solidaridad epistolar y los aportes que se pueden acordar en
asambleas, pero ya va siendo hora que se establezca por alguna vía una
pensión de gracia a las viudas o viudos, una beca que cubra los gastos
de estudio de los hijos, así como soluciones definitivas para el
problema de salud y vivienda cuando no está arreglado.
Lo
merecen todos aquellos que por una u otra razón pierden la vida
gestionando a favor de sus compañeros de trabajo, a favor de la clase.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
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