Estuvimos
hace algunos meses conversando sobre libros y el trabajo de las radios
populares, quedó pendiente una nueva visita, ocasión en que le llevaría
el libro sobre los hechos de Santa María de Iquique. El lugar de encuentro fue la radio Primero de Mayo, en torno a un mate imaginario.
No
nos volveremos a encontrar físicamente con el chino Montoya y es una
pena, por eso desde aquí lo despedimos y le hacemos llegar a sus
familiares, amigos y compañeros todo nuestro afecto y cariño.
Aprovechar
la ocasión para saludar la visita de un grande en nuestros estudios
radiales, y es que no se tiene todos los días la suerte de compartir con
el pelao Cadima. El Toño es número puesto en cuanta selección se quiera
hacer con los que la dieron y la dan toda por la causa, por esa
cuestión maravillosa que es estar junto al pueblo y sus necesidades,
pintando murales, comentando música, leyendo versos.
Toño recordó sus
tiempos con el chino, habló de los buenos pitos de la San Joaquin,
saludó los murales en La Victoria y destacó la iniciativa de la radio
de la CGT.
2 imprescindibles, ambos presente, a los que no podemos ni debemos olvidar.
******************
El 2 de Julio de 1986, Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas fueron quemados vivos por una patrulla militar comandada
por el teniente Pedro Fernández Dittus, y compuesta por 3 civiles, 5
suboficiales y 17 soldados. Rodrigo falleció producto de las quemaduras,
Carmen Gloria logró sobrevivir y es hasta hoy testimonio vivo de las
atrocidades de la dictadura y sus servidores.
El
oficial Dittus recibió de la Corte Suprema en 1993 una condena de 600
días de prisión y hace algunos día en el programa “En la Mira” de
Chilevisión, uno de los participes en estos hechos justificó los
luctuosos sucesos.
El
27 de Junio de 2014 y luego de casi un mes de agonía, falleció el
dirigente sindical Marco Cuadra, quien se había prendido fuego en su
lugar de trabajo, ante el arbitrario e ilegal despido de su empleador,
la empresa RedBus del Transantiago.
Las
autoridades del trabajo no sancionan ejemplarmente el abuso patronal, y
por lo informado profusamente en la prensa, tal cuestión no es una
preocupación principal en las reformas que se han anunciado. Se limita
el gobierno a instalar las manidas “mesas de dialogo”, que solo dilatan
el problema sin llegar jamás a solución concreta.
Dura
y claramente dicho, poco o nada hará la autoridad y nosotros seguiremos
lamentando perdidas. Podrán seguir inmolándose trabajadores y no habrá
cambios en la confrontación capital – trabajo, mientras los afectados no
asuman como una obligación la unidad por sobre todas las diferencias.
Quienes
vieron “En la Mira” de Chilevisión el pasado miércoles, habrán podido
constatar que las denuncias sobre las atrocidades cometidas por el
ejercito y las otras ramas de la FFAA, no son un invento ni una táctica
del marxismo internacional para desprestigiar a dichas instituciones.
Las más grandes barbaridades y aberraciones ejecutadas por enajenados
que creyeron que torturando, mutilando, ejecutando y desapareciendo
personas, podrían silenciar la lucha popular.
Que
pena que un futbolista como Gary Medel reciba emocionado un corvo del
ejercito, misma arma con la que se eliminó a miles de compatriotas.
Cuando
no se consiguen los objetivos hay que hablar de fracaso. Este fracaso
puede ser parcial o total. Será parcial cuando los afectados no han
visto cumplidas sus expectativas pero se mantienen firmes, analizan los
errores y se preparan para acometer de nuevo. Será total si los
involucrados deciden no continuar su trabajo, rendir sus banderas y
entregar la victoria a su contraparte.
A
la luz de lo hasta ahora visto, podemos concluir que vemos un fracaso
parcial en las huelgas de Juan Batarse y el Hogar de Cristo.
En
ambas, los trabajadores lo dieron todo por sus demandas, se
movilizaron, salieron a la calle y expusieron a todos quienes les
escucharon, las condiciones en que prestan sus servicios y el maltrato
al que los someten sus empleadores.
Mismos
empleadores que dieron un portazo a todo intento de las autoridades del
trabajo por buscar una solución a ambos conflictos. Una autoridad
timorata, conciliadora que busca por todos los medios que los
trabajadores abandonen sus justas demandas, con la manida muletilla de
que “hay que ceder en algunas cosas” y “estar abiertos al dialogo”, como
si no les constara que todas las denuncias hechas contra la prepotencia
patronal, no son un invento sino una realidad que solo algunos
valientes se atreven a dejar expuestas.
El
cerco comunicacional, como en la mayoría de las huelgas obreras, fue
brutal, férreo y fue minando la confianza en los trabajadores, quienes
aún siguen confiando en que la presencia de algunos medios, algún
parlamentario e incluso desprestigiados dirigentes sindicales de cúpula,
pueden ablandar en corazón de los patrones.
Mientras
no se confíe en la fuerza propia, se generen fondos de resistencia y
huelgas de 24 horas, seguiremos siendo pasados a llevar. Dependemos de
nuestra fuerza y unidad para triunfar, eso no se nos debe olvidar nunca.
Como
lo adelantamos en Pulsos anteriores, se ratificó finalmente el oscuro
acuerdo con el monto del ingreso mínimo entre el gobierno y su Central
sindical.
Casi
simultáneamente el Congreso ha ratificado el acuerdo entre la
Central oficialista y los patrones de la CPC, apoyado por el gobierno,
referido al Multirut
No
vamos a perder el tiempo en repetir las criticas al deplorable rol
jugado por Figueroa, Martínez y otros servidores del gobierno. No hay
duda que el negocio es redondo. Gobierno y patrones imponen sus
términos, los obsecuentes colocan a sus piezas en agregadurías
laborales, seremias y asesoría ministeriales.
Penoso
vergonzoso, si es que resulta ser cierto, es que el ampliado de
organizaciones cutistas le diera el visto bueno al monto del ingreso
mínimo. Grandes discursos en defensa de los derechos de la clase
trabajadora, marchan desafiantes junto a los estudiantes, pero se bajan
los pantalones a la primera de cambio. Valientes defensores de sus
derechos tienen los trabajadores. Escriben, hacen discursos reclamando
por lo sucedido, pero siguen sosteniendo a la CUT y su actuar.
Los
demás, quienes no les creemos ni les reconocemos representatividad,
debemos tomar la ofensiva y salir de una buena vez a generar un
encuentro unitario.No importa si tenemos diferencias en ver la
realidad, juntémonos en torno a lo que une, a demandas básicas de
reformas. Creemos de una buena vez un referente unitario y vamos por el
modelo. Mostremos a los trabajadores que no todos los sindicalistas son
traidores, que habemos muchos y buenos que mantenemos las banderas al
tope.
Que seguimos creyendo en la lucha y en la victoria de la clase.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
No hay comentarios:
Publicar un comentario