Por Equipo Cambio21
A días de que se apresará a los supuestos responsables de los
atentados explosivos del Subcentro de Escuela Militar y de un vagón de
Metro en Los Dominicos, ya se conocieron los detalles de las evidencias
que pesan en su contra, las mismas que deberían estar en reserva y a las
que la defensa tendría acceso junto al juez. Con la filtración, ya se
comenzó mal el proceso y ya se piensa en cuantas pruebas serán
desestimadas.
El
18 de septiembre de 2014 es una fecha que quedó marcado en la memoria
de los chilenos, y no por ser el inicio oficial de un extenso fin de
semana o de un nuevo Te Deum, sino porque fue el día en que la policía
junto al Ministerio Público lograron poner las manos sobre los supuestos
autores de los atentados explosivos en el Metro.
El mismo día se comenzaron a conocer los antecedentes de la
detención: cómo se operó, la dirección de la vivienda donde se logró
detener a los supuestos implicados y la identidad de los tres
denominados terroristas: Juan Alexis Flores Riquelme (24 años), Nataly
Casanova Muñoz (22) y Guillermo Durán Méndez (26).
El frenesí mediático comenzó desde temprano, cuando
se conoció la noticia en la madrugada y se prolongó durante todo el día y
sólo fue opacada con las noticias de rigor sobre las celebraciones en
las distintas fondas de Santiago y la cobertura del Te Deum.
Las noticias siguieron aflorando e incluso se llegaron a filtrar
otros detalles de cómo se logró dar con el paradero de los supuestos
autores y cómplice del atentado en el Subcentro de Escuela Militar y en
un vagón de metro en Los Dominicos. Seguimiento de un tarjeta
Bip!, rastros biológicos y comparación de huellas digitales son algunos
de los aspectos que permitieron la captura de los tres detenidos.
Sin embargo, estos son antecedentes que responden a la carpeta
investigativa del caso y que deben ser secretos hasta que éstos sean
presentados ante el juez. Ni siquiera la defensa, en situaciones
normales, tiene acceso a esta información antes de tiempo, lo que no
ocurrió en esta situación.
El nuevo caso bombas
El antecedente no puede tomarse a la ligera recordando episodios judiciales anteriores; cabe preguntar si la filtración de la existencia de estas evidencias puede poner en riesgo el curso del caso.
El caso anterior es el conocido "caso bombas" en que el Ministerio
Público no pudo comprobar la vinculación de 13 imputados con la
colocación de artefactos explosivos en la ciudad, con pruebas que fueron
desacreditadas como poster, cuadros, libros y discos de música. Al juez
no le quedó más alternativa que desestimar el caso.
"Sería grave que se repita ese escenario, espero que
no ocurra, espero que la Fiscalía que, naturalmente ha tenido un gran
papel en lograr por lo menos detener a tres personas y tener
presunciones fundadas sobre los autores, espero que no ocurra como en el caso bombas y que finalmente se desbarate todos los antecedentes probatorios ante el juez",
dijo el diputado de la comisión de Justicia y exmiembro de la comisión
investigadora del "caso bombas", Guillermo Ceroni (PPD).
Para el mismo diputado que se hayan filtrado los tipos de evidencias
es grave, pero no en el sentido de que éstas puedan ser desestimadas por
el juez, sino porque al conocerse antes de tiempo, se le da un espacio
importante a la defensa para que pueda trabajar, junto a los acusados,
en desbaratarla.
"No hay duda que todo lo que significa el proceso de mantener la reserva correspondiente para poder de esas pruebas deducir otras más que pueden realmente inculpar de forma mucho más contundente ante el tribunal para poder procesarlos,
porque en la medida que se ventila se puede perder la posibilidad de
reunir esas pruebas con otros antecedentes y así no advertir a otros
posibles implicados", dijo el diputado.
Delito flagrante
Quien no ocultó su molestia sobre las filtraciones a la prensa, fue
el abogado y exdefensor en el caso bombas, Rodrigo Román, quien recordó
que "develar los antecedentes contenidos en la carpeta investigativa constituye un delito, conforme lo señala la actual Ley 18.314".
"Lo conveniente es que los casos se ventilen en papel de proceso y no en papel de diario", agregó.
"Me parece sorprendente, increíble -por decir lo menos- que la prensa
esté filtrando información que es parte de la carpeta investigativa,
que es secreta; a la que ni siquiera tiene acceso la defensa", dijo el
abogado.
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