La tarde ya noche de este lunes 29 de septiembre, llegué
hasta el acto homenaje de cambio de
nombre de la calle Schiavetti por el de
MICHEL NASH, comuna de Recoleta, víctima de la Dictadura militar chilena. En el homenaje llegó la Diputada Karol
Cariola, el dueño de casa el Alcalde Daniel Jadue, la Presidenta de la
Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Lorena Pizarro Sierra, la
Presidenta de Ejecutados Políticos Alicia Lira Matus, Viviana Díaz y el TRIO
MEMORIAL . La actividad congrego una asistencia importante para acompañar a
la familia del joven Detenido Desaparecido Nash.
Un héroe anónimo llamado Michel Nash:
pagó con su vida al negarse a empuñar las armas contra sus compatriotas.
En este entorno
mediático, que por primera vez pone masivamente en el conocimiento público, las
atrocidades de la dictadura, en el contexto de conmemorar los 41 años, las
víctimas y familias sobrevivientes, encuentran un espacio para reforzar sus demandas
de justicia. Es el caso de la familia del joven conscripto Michel Selim Nash
Sáez que con 19 años, cumplía con el Servicio Militar Obligatorio en Iquique.
Su hermana Leila, que ha dedicado su vida a buscar justicia,
recuerda que su hermano fue asesinado por negarse a empuñar las armas contra
sus compatriotas. Esa heroica decisión le costó la vida al joven Nash y lo
transformó en el primer héroe anónimo, que la historia de Chile, deberá
reconocer.
Michel Nash era militante de las Juventudes Comunistas, por
lo cual, cuando ocurre el golpe de estado y sus superiores le dicen que deberá
empuñar las armas contra “los marxistas”, se niega y, dice que está dispuesto a
defender su Patria, pero que no dispararía contra el pueblo que juró proteger.
Acto seguido fue dado de baja del Ejército y despojado de su uniforme se
soldado, el mismo 11 de septiembre y enviado al campo de Prisioneros de
Pisagua. Su suerte estaba echada… Aquel sería un viaje sin retorno.
El joven soldado, fue parte de un falso intento de fuga
ocurrido en Pisagua, el 29 de septiembre de 1973, tesis, que en el curso de la
investigación que lleva el ministro de fuero Mario Carroza, fue descartada, ya
que numerosos testimonios grafican que los seis detenidos, fueron escogidos en
forma selectiva. Así también quedó establecido en el Informe Rettig, pues la
Comisión señala que les asiste la convicción que Nash y los otros 5 ejecutados
“fueron víctimas de grave violación de sus derechos humanos, cometidas por
agentes del Estado”
Junto a Michel Nash, fueron
asesinados:
Juan Calderón Villalón, 25 años, militante del Partido
Socialista, es trasladado a Pisagua a bordo del Buque Maipo.
Marcelo Guzmán Fuentes, 34 años, socialista. Se presentó
voluntariamente al Regimiento de Telecomunicaciones
Luis Alberto Lizardi Lizardi, 29 años y militante del
Partido Socialista, detenido el mismo 11 de septiembre.
Nolberto Cañas Cañas, 48 años, militante del Partido
Socialista y ejercía a la fecha de su detención, como Interventor del Complejo
Pesquero Norte.
Juan Jiménez Vidal: 42 años, funcionario de Aduanas en
Valparaíso y sin militancia conocida. Se presentó voluntariamente el 13 de
septiembre de 1973.
(Sólo los restos de los tres primeros, aparecieron en la
fosa clandestina de Pisagua).
Los seis detenidos fueron escogidos como “voluntarios” para
realizar trabajos fuera de la cárcel. La autoridad militar efectivamente pidió
voluntarios y aunque algunos presos se ofrecieron, los 6 fueron escogidos en
forma selectiva. Este hecho es recordado por el ex prisionero político, Angel
Prieto, que junto a tres de 11 hermanos, estuvo detenido en Pisagua. “Cuando
pidieron voluntarios yo levanté la mano, pero no me consideraron. Los que
fueron llevados, fueron seleccionados, en forma intencionada, entonces queda
claro que los iban a matar”, recuerda emocionado.
La versión oficial de intento de fuga dice que los detenidos
huyeron y que fueron conminados a detenerse y que como no obedecieron, debieron
dispararles. La versión fue descartada por la Comisión Rettig y en función de
esa misma línea, el juez Mario Carroza sometió a proceso a 6 militares.
LA FAMILIA
Respecto a la valiente decisión de su hermano, aquel
fatídico 11 de septiembre de 1973, Leila señala que “para nosotros como familia es una alegría
triste porque te enorgullece saber que fue incapaz de asesinar a otras
personas, por una orden que no era justa ni correcta, era una orden criminal”.
Y tristeza, dice, “porque con ello se fue su vida, Y lo que
tenemos es una familia desarmada por ese hecho. Entonces están las dos
emociones juntas, el orgullo por la consecuencia de vida de Michel, y una
tristeza por el costo que hubo que pagar por ello”.
La familia Nash Sáez, con un padre ya fallecido y una madre
enferma, sigue albergando la esperanza que la justicia llegue a buen término y
que las condenas que se dictaminen, sean proporcionales a los crímenes
cometidos.
-Sin embargo, los jefes, los altos mayores que estuvieron en
Pisagua, ya están fallecidos…
-Ese es el costo que hay que pagar porque la justicia se
demora tanto en llegar. Entonces los autores de los crímenes se van muriendo;
las familias de las víctimas también se van muriendo… Igual hay pequeñas
alegrías cuando vemos que la justicia avanza. Mi papá murió el 2002 y no
alcanzó jamás a escuchar que hubo acusaciones contra algunos de estos
criminales. Y murió Forestier, el asesino (Comandante en jefe de la Sexta
División de Ejército); murió Larraín (jefe del Campo de Prisioneros de Pisagua)
que también tuvo responsabilidad. Por lo menos Benavides, que según los
testimonios de prisioneros fue quien señaló a mi hermano en la lista para los
“trabajos voluntarios”, todavía está vivo por lo que esperamos que pague por el
crimen.
-¿Cómo ha vivido estos 41 años?
-No ha sido fácil vivir estos 41 años para que recién se
empiece a vislumbrar justicia. He conocido a gente muy valiosa durante este
proceso de búsqueda de justicia y he visto cómo mi hermano ha trascendido en
jóvenes que han tomado su nombre y su consecuencia como ejemplo para trabajar
por una sociedad y un país mejor.
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