Lo que hay tras las jugadas de Sabas Chahuán
por NICOLÁS SEPÚLVEDA Y BASTIÁN FERNÁNDEZ 26 octubre 2015
A pesar de que hasta última hora se especuló con que no alcanzarían los votos para nombrar a Jorge Abbott como el nuevo Fiscal Nacional, la jornada del miércoles cerró con broche de oro la postulación del actual Director Ejecutivo Nacional de la Fiscalía como el nuevo jefe máximo del Ministerio Público.
Antes de la votación, nadie tenía dudas de que Abbott era el favorito del actual Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, para sucederlo en el cargo. El propio Chahuán se había encargado de transmitirlo a algunos senadores a partir de julio pasado, mucho antes de que se inscribieran los postulantes para exponer frente a la Corte Suprema.
Luego de oficializada la candidatura de Abbott, el actual jefe del Ministerio Público intensificó las señales. La semana pasada declaró a Radio Cooperativa que “no hice gestiones por él (Abbott), pero sí conversé con parlamentarios con los que me encontré y me preguntaron mi opinión de Abbott, pero que es evidente, si es Director Ejecutivo Nacional del Ministerio Público, nombrado por mí".
Chahuán descartaba así las versiones sostenidas por The Clinic que apuntaban a que él tuvo un rol clave en la elección de Abbott como su sucesor. Eso es en parte cierto y en parte no. En la entrevista con Cooperativa, el Fiscal agregó que “la prudencia es no ir más allá de lo que uno puede ofrecer, no ir más allá de lo que la ley le permite y no vulnerar la ética". En el fondo, el jefe del Ministerio Público jugó sus cartas por el hombre que él consideraba que debía sucederlo en el cargo, pero lo hizo preocupándose de no armar una operación burda como la que sepultó al primer favorito del Senado para quedarse con la Fiscalía Nacional, José Morales.
La “tesis de la sospecha” que han instalado algunos medios de comunicación apunta a que Chahuán habría negociado una salida administrativa con las defensas de algunos políticos imputados en el escándalo de Penta para, así, asegurar los votos de la derecha para Abbott, pero al interior del equipo de fiscales que indagan los casos de platas políticas descartan esa versión de los hechos.
Altas fuentes de la Fiscalía aseguraron a El Mostrador que “desde el día uno” que los juicios abreviados y salidas alternativas son una opción en los casos Penta y SQM, especialmente porque las penas asociadas a los delitos cometidos por los dirigentes políticos involucrados no son altas, y que es parte del proceso jurídico buscar evitar un juicio oral cuando se sabe que lo más probable es que no haya penas de cárcel, al menos en los casos que involucran menos recursos.
Las mismas fuentes agregan que la apuesta siempre fue lograr una “sentencia condenatoria”, pero no a través de un juicio oral, porque la única vía posible es la del juicio abreviado. “Es la mejor salida jurídica que hay”, dice una fuente que conoce la interna.
El mismo Chahuán reconoce que él y los fiscales encargados de la arista Penta –Carlos Gajardo y Pablo Norambuena–, han conversado con las defensas de los UDI Iván Moreira, Felipe De Mussy y Jovino Novoa, y con el abogado del RN Alberto Cardemil, para explorar salidas alternativas donde los acusados reconozcan su responsabilidad en los hechos.
La astucia de Chahuán –comentan sus cercanos en la Fiscalía– es haberse acercado a las defensas de los imputados justo cuando en el Senado se debatía sobre quién lo sucedería en el mando del Ministerio Público. Y aunque desde un inicio los fiscales a cargo sabían que la salida judicial en estos casos sería negociada, fue hace poco que las conversaciones con las defensas avanzaron. Eso fue parte de las señales que se enviaron a la derecha en el Senado, a través de los diarios y no en reuniones sospechosas en casas particulares.
Por ello, desde la Fiscalía descartan la tesis de la negociación en la oscuridad que le habría permitido a Abbott alcanzar los 32 votos en el Senado que lo coronaron como el nuevo Fiscal Nacional –cargo que asumirá el próximo 2 de diciembre–, porque afirman que el destino de las investigaciones por irregularidades en el financiamiento de la política siguen su curso y, prometen, no finalizarán con impunidad.
La astucia de Chahuán –comentan sus cercanos en la Fiscalía– es haberse acercado a las defensas de los imputados justo cuando en el Senado se debatía sobre quién lo sucedería en el mando del Ministerio Público. Y aunque desde un inicio los fiscales a cargo sabían que la salida judicial en estos casos sería negociada, fue hace poco que las conversaciones con las defensas avanzaron. Eso fue parte de las señales que se enviaron a la derecha en el Senado, a través de los diarios y no en reuniones sospechosas en casas particulares.
“La negociación para la salida abreviada es el único camino posible en varias de estas causas. Los fiscales podían pedir una pena de tres años y un día, y seguramente el juez le iba a dar 540 días. La única forma de lograr una condena efectiva es negociar una salida abreviada, eso fue así desde un principio”, comenta una fuente interna.
La trayectoria del "caballo ganador"
Fue importante en el resultado logrado por Abbott en el Senado el rol que jugó la ministra de Justicia, Javiera Blanco, quien desplegó todas sus gestiones a nivel de senadores y apostó por mantener en reserva los apoyos que había logrado en la derecha, según una versión entregada por fuentes políticas. En RN y la UDI han insistido en que ellos decidieron el apoyo a Abbott luego de escuchar la exposición que este hizo en la Comisión de Constitución del Senado el miércoles por la mañana, cuando ya El Mercurio había publicado que se negociaba con defensas de algunos UDI para buscar una salida alternativa en el caso Penta.
Más importantes fueron las gestiones de Sabas Chahuán. El Fiscal Nacional intercedió reservadamente en favor de Abbott en una charla con Michelle Bachelet el pasado 13 de octubre, durante la celebración del décimo sexto aniversario de la Fiscalía de Chile en la sede del Congreso en Santiago.
Esa conversación se produjo cuando en el Senado se tejía un consenso en torno a la figura de José Morales, el actual fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte, quien posee extensas redes con algunos de los abogados más poderosos involucrados en los casos de platas políticas. Morales fue un nombre que terminó por generar rechazo en el entorno de Bachelet, cuando la prensa dio cuenta de la existencia de una operación para instalarlo en el Ministerio Público a cambio de flexibilizar la mano con los políticos cuestionados por la Justicia.
Finalmente, la Presidenta Bachelet optó por Abbott como su elegido de entre la quina que había seleccionado previamente la Corte Suprema. Esa decisión generó “rabietas” en el Congreso –especialmente de los senadores Girardi y Quintana, del PPD, y de Andrés Zaldívar, de la DC–, las que fueron aplacadas por los ministros de La Moneda en un escenario donde el oficialismo no podía darse el lujo de rechazar al candidato de Gobierno a solo una semana de haber dejado caer a Enrique Rajevic, el hombre que el Ejecutivo propuso para asumir la Contraloría.
Luego del triunfo de Abbott, en la prensa florecieron las especulaciones. Según una de las versiones difundidas, Chahuán habría enviado señales al Congreso acerca de que limitaría la acción del fiscal Carlos Gajardo en los casos de platas políticas y se buscaría una salida abreviada en el caso de Jovino Novoa, el poderoso coronel de la UDI.
Solo horas después –en entrevista con La Segunda–, Chahuán desmintió esa versión. “Eso es enteramente falso. Es falso que se vaya a reducir el rol de algún fiscal que está en el equipo de investigación; no he negociado nada, no he prometido nada”. Pero sí reconoció que tanto él como los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena habían conversado con las defensas de varios políticos involucrados en el caso Penta para discutir sobre la posibilidad de juicios abreviados y salidas alternativas a la causa.
“Lo que sí hay son conversaciones permanentes con las defensas del señor Novoa, del señor Cardemil y el señor De Mussy”, agregó en la entrevista con el vespertino.
Tras la ratificación de Abbott, Chahuán “apretó el acelerador” y el viernes pidió el desafuero del senador de la UDI Jaime Orpis para formalizarlo por cohecho, lavado de activos y fraude al Fisco, que se le imputan el marco del 'Caso Corpesca'. Una jugada que fue descrita por el analista político Max Colodro –en una columna publicada este domingo por La Tercera– como para “atenuar los rumores sobre una eventual impunidad pactada en los casos de 'platas políticas”.
Para el senador de la UDI Víctor Pérez, Chahuán no ha modificado la orientación que le ha impuesto a la investigación de los casos de platas políticas desde un comienzo: “Con lo de Orpis, Chahuán insiste en su actitud de Ministerio Público parcial. A Rossi no lo trata igual. Fue el discurso de Abbott en la comisión y su compromiso de que había que trabajar con prudencia y tener objetividad, ese compromiso público, fue el que nos convenció de votarlo”, asegura el legislador.
Según fuentes de la Fiscalía, esta semana el equipo de platas políticas seguirá apurando diligencias. En la reunión que Chahuán sostendrá con su equipo este lunes –no se reúnen desde antes de la votación de Abbott en el Senado– se le pondrá fecha a la solicitud de formalización de personas relacionadas con el financiamiento de Marco Enríquez-Ominami.
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