Entre los cambios se analiza la opción, que el Ejecutivo apoya, de eliminar el Escalafón de Intendencia, organización donde se fraguó el fraude y en cuyo alero funcionan la Dirección de Finanzas y la Dirección de Compras Públicas. Además se avanza en modificar la norma que establece que la responsabilidad administrativa de los funcionarios de la institución uniformada prescribe a los seis meses de ejecutados los delitos.
“El general (Bruno) Villalobos, como jefe de inteligencia, debió saber sobre el desfalco al interior de Carabineros, pero ha dicho que no sabía y yo le creo”, aseveró ayer el ministro de Interior, Mario Fernández, al referirse nuevamente al fraude que ha sacudido a la institución y que ya suma más de $16.500 millones.
La frase del secretario de Estado atribuye al Director General un deber de conocimiento sobre la operación financiera en Carabineros que Villalobos internamente ha explicado que no es tal -ya que no habría formado parte de sus funciones-, pero implica un nuevo espaldarazo a su gestión en la entidad en medio de una tarea que el personero está realizando en conjunto con Interior: la reestructuración de la policía uniformada.
La semana pasada, Fernández, tras una reunión en Interior con Villalobos, argumentó que “Carabineros de Chile está concentrado en un plan de reestructuración muy a fondo en la institución. Eso es cierto. Lo está haciendo muy consensuadamente, es muy necesario que se haga y espero que muy pronto tengamos resultados y podamos anunciarlos al país”.
En la ocasión añadió que se trabaja en modificaciones estructurales y operacionales y que el anuncio sobre los cambios se realizará el 28 de abril. Pero en la cita, además, se adelantaron varios ejes.
Según relataron fuentes gubernamentales a The Clinic Online, Villalobos enfatizó que existen ajustes que puede implementar durante este año sin necesidad de facultades especiales y que hay otros cambios que requieren, por su naturaleza, tramitarse a través de la ley. En esta área está la posibilidad, que el Ejecutivo apoya, de eliminar el Escalafón de Intendencia, organización donde se fraguó el fraude y en cuyo alero funcionan la Dirección de Finanzas y la Dirección de Compras Públicas.
Finanzas era dirigida por el General en Retiro Flavio Echeverría, uno de los supuestos líderes de la banda delictual que por años maquilló cifras para extraer dineros fiscales y recursos ahorrados por sus propios compañeros de armas. Según admitió en su primera declaración, cuyo contenido publicó The Clinic Online, el exmiembro del alto mando recibió desde 2008 cerca de $420 millones y, a diferencia de otros integrantes del grupo de imputados, se quedó con el 100% de estos fondos. En Compras Públicas no hay antecedentes de una crisis similar a la de Intendencia, aunque existe una denuncia contra un proveedor histórico por eventual acaparamiento de mercado.
El modelo en que se trabaja en Carabineros, con permanente feedback de Interior, se elimine o no finalmente el Escalafón de Intendencia como figura, es implementar una departamento de Finanzas con tres brazos autónomos dependiendo del destino de los fondos que maneje y que, además de tener responsabilidad sobre sus propios dineros, tenga obligación de control respecto de sus instituciones pares, en un especie de fiscalización cruzada. Así se busca impedir la aparición de “cofradías” como la que operó por años en la Intendencia. En paralelo, se reforzará la Contraloría Interna.
El modelo en que se trabaja en Carabineros, con permanente feedback de Interior, se elimine o no finalmente el Escalafón de Intendencia como figura, es implementar una departamento de Finanzas con tres brazos autónomos dependiendo del destino de los fondos que maneje y que, además de tener responsabilidad sobre sus propios dineros, tenga obligación de control respecto de sus instituciones pares, en un especie de fiscalización cruzada. Así se busca impedir la aparición de “cofradías” como la que operó por años en la Intendencia. En paralelo, se reforzará la Contraloría Interna.
Desde Interior, además, se ha enfatizado la necesidad de modificar la norma que establece que la responsabilidad administrativa de los funcionarios de la institución uniformada prescribe a los seis meses de ejecutados los delitos, a diferencia de lo que ocurre en el resto de las Fuerzas Armadas y en el aparato público, en que se extiende por hasta cuatro años.
CAMBIOS CON VILLALOBOS
Desde el Gobierno, han existido una serie de gestos de respaldo a la labor de Villalobos que no se limitan sólo a que se le haya entregado, en medio del escándalo, la responsabilidad de realizar los cambios durante su mandato.
Hace un par de semanas, el personero coincidió con la Presidenta Michelle Bachelet -de quien fue jefe de escoltas durante su primer mandato- en una gira en Haití y el martes de esta semana ambos acudieron a la inauguración de una comisaría en el sur del país. En la ocasión, la jefa de Estado acusó “traición” de parte de quienes formaron parte del fraude, concepto que también usó Villalobos en su discurso.
Pero el apoyo más explícito la dio ayer Fernández cuando adujo que “el propio general Villalobos me comunicó que había un grave problema en Carabineros, siempre lo calificó de tal, nunca soslayó la gravedad de la situación” y agregó que “ante esta situación, Carabineros ha actuado responsable, transparente y prontamente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario