DOMINGO 30 DE ABRIL 2017
VICENTE ISRAEL GARCIA RAMIREZ.
NADIE ESTÁ OLVIDAD@.
VICENTE ISRAEL GARCIA RAMIREZ.
NADIE ESTÁ OLVIDAD@.
Vicente Israel García Ramírez, casado, 19 años de edad al momento de la detención, estudiante, militante socialista, fue detenido junto a su cónyuge Karin Reimer Carrasco, por efectivos de la DINA, el 30 de abril de 1977, alrededor de las 08:30 horas, en el domicilio ubicado en la población Rucahue de la ciudad de San Fernando, en donde se encontraba tras haberse casado el 29 de abril, bajo el nombre supuesto de Jorge Luis Aldana Contreras. Luego del arresto, ambos cónyuges fueron trasladados a Santiago con la vista vendada, siendo recluidos en un recinto secreto cuyas características corresponden al cuartel de la ex Dina de calle Borgoño. En este lugar, Vicente García fue violentamente interrogado y torturado, al igual que su cónyuge, la que fue dejada en libertad el 3 de mayo de 1977. Ese mismo día 30 de abril, a las 01:10 de la madrugada, fue allanada la casa de su cónyuge en la capital siendo detenidas su suegra, Viola Carrasco Rodríguez y su cuñada Kathia Reimer Carrasco, quienes también fueron trasladadas al mismo recinto de reclusión. A las 21:00 horas de ese día, fue allanado su domicilio de soltero en donde vivía con su madre y hermana, ubicado en Santa Alicia 2887, por 4 civiles que portaban su cédula de identidad. Dos días después, el 2 de mayo, fue detenido su contacto político, don Jaime Troncoso Valdés, en la esquina de calle Diez de Julio con Arturo Prat.
El día 28 de abril, el afectado se había percatado de la sustracción -desde su automóvil- de una revista, en cuyo interior guardaba documentos internos del Partido Socialista. Posteriormente, ya recluido en el recinto de la DINA, tanto él como Jaime Troncoso fueron interrogados en base a estos documentos.
Acerca de las circunstancias de su arresto, doña Karin Reimer, en múltiples testimonios, varios de ellos judiciales, expresa que el día y hora señalados, encontrándose en San Fernando, llegaron al domicilio donde pernoctaba 4 tipos de civil que manifestaron ser de Investigaciones y que tenían orden de detener a su esposo y a ella. A Vicente le vendaron los ojos con tela adhesiva y le pusieron unos anteojos oscuros, y los trasladaron hasta un automóvil color celeste marca Chevy en impecable estado y partieron rumbo a Santiago. Pasado el primer peaje, a ella también le vendaron la vista y siguieron avanzando hasta que llegaron a un recinto en el cual fueron conducidos por un patio a unos cuartos, dejándola a ella en uno y a su cónyuge en otro. Posteriormente, sintió que su esposo era interrogado y castigado en forma violenta; después la interrogaron a ella en la misma forma, maltratándola. Ese mismo día 30 en la tarde, se percató que allí estaban detenidas su madre y su hermana. La pieza en donde se encontraba detenida, era de 2 por 3 metros, en la cual había un estante blanco con puertas de vidrio lleno de medicamentos de todo tipo, también había una máquina de escribir idéntica a la que había en su casa y que se llevaron los que detuvieron a su madre; el borde de los platos y tazas de té en que les daban de comer, tenía la leyenda "Ejército de Chile". En uno de los interrogatorios la confrontaron con su cónyuge, a quien obligaban a decir que su nombre era Vicente García Ramírez. Fue dejada en libertad el 3 de mayo bajo amenaza de no contar lo ocurrido.
Doña Kathia Reimer Carrasco, expone en su testimonio, que en el recinto en donde fue recluida junto con su madre, en diversas ocasiones escuchó hablar y gritar a su cuñado Vicente García. En la noche del 30 de abril, en la celda contigua a la suya, sintió quejidos y una dificultosa respiración; quien ahí se encontraba, advirtió su presencia y preguntó quién era, a la vez que decía "mamá", "Karin". Reconoció la voz de Vicente García y le contestó que hablaba con Kathia, él se alarmó al saber que también habían sido detenidas. Finalmente, le dijo que creía no los volvería a ver. En la mañana del 1° de mayo la llevaron a otra pieza y le dieron una taza de café. Escuchó luego que abrían la puerta de una celda y que le ofrecieron a Vicente García desayuno a condición de que "hablara", como él dijera que nada sabía, le cerraron la puerta, advirtiéndole que iba a comer cuando se decidiera a "hablar". La testigo también fue dejada en libertad el día 3 de mayo. Por su parte, doña Viola Olivia Carrasco Rodríguez, expresa que el 30 de abril de 1977, alrededor de las 03:30 horas, en circunstancias que se encontraba en su domicilio, al igual que su hija Kathia Reimer y dos personas más, que son pensionistas en su casa -uno de ellos, Luis Segundo León Guevara, a esa época Cabo 2° de Ejército- fue detenida por unas 8 a 10 personas que dijeron ser de Investigaciones y que preguntaron por la composición del grupo familiar. Luego de un allanamiento, le vendaron la vista al igual que a su hija Kathia y las subieron a uno de los vehículos en que se movilizaban los agentes; eran 4 vehículos de los cuales 3 eran policiales con la luz que llevan arriba y otro tipo furgón Volkswagen, en este último las subieron trasladándolas a un lugar desconocido desde donde fue dejada en libertad el 6 de mayo. En el recinto donde se la mantuvo separada de su hija, fue interrogada y maltratada. Después de las 10:30 horas del día 30, sintió que habían llegado a ese lugar su hija Karin con su yerno y a ellos los interrogaron de igual forma, percatándose que a su yerno era al que más duro trataban. En los momentos de interrogatorios, ponían las radios receptores que tenían a todo volumen.
Don Jaime Troncoso Valdés, en su último testimonio prestado el 30 de enero de 1991, expone que el 2 de mayo de 1977 -en circunstancias que debía encontrarse con Vicente García Ramírez- fue secuestrado por 5 civiles, los cuales lo subieron a un vehículo celeste plateado, donde fue encapuchado. Luego de unos 20 minutos de viaje, el vehículo se paró en un lugar donde se abrió un portón, ingresando por un camino de huevillo. Ahí fue bajado hasta un subterráneo en donde permaneció vendado 21 días, siendo objeto de todo tipo de apremios físicos y sicológicos y sistemáticamente interrogado acerca de sus actividades políticas y las de Vicente García. En el momento del secuestro, dos individuos le tomaron de los brazos casi al momento de bajar del taxi en el que llegó al lugar (Diez de Julio con Arturo Prat). Se cayó al suelo, tiró sus muletas y gritó su nombre, pero fue rápidamente tomado en brazos por uno de sus secuestradores que lo subió al vehículo en que se movilizaba. Respecto a Vicente García Ramírez, el testigo señala que lo conocía desde enero de 1977, fecha que comenzaron a trabajar juntos políticamente en la Secretaría Internacional del Partido Socialista. Una semana antes de la detención de Vicente García, le entregó una revista en cuyo interior había dos comunicaciones de la dirección clandestina del Partido Socialista, las que debían ser enviadas al exterior. El 28 de abril de 1977, Vicente le relató que la mencionada revista con los documentos se le había extraviado o le había sido sustraída por alguien, lo cual les preocupó enormemente. Quedaron de juntarse el 2 de mayo a las 12:00 horas en la esquina de calle Diez de Julio con Arturo Prat, para aclarar qué había sucedido con el documento referido. Concurrió al encuentro pactado siendo detenido de inmediato. Durante su cautiverio, sus torturadores lo interrogaron por Vicente García y por los documentos que éste había perdido; incluso se los leían.
En los respectivos testimonios de doña Rita Ramírez Ramírez y de Marlin García Ramírez, madre y hermana de la víctima, respectivamente, se expresa que el 30 de abril de 1977, a las 21 horas, fue allanado el domicilio de Santa Alicia 2887 -donde vivía el afectado- por 4 civiles que dijeron ser de Investigaciones y que los interrogaron por Vicente García Ramírez y sus actividades. Uno de los sujetos era joven de 25 a 27 años de edad, 1.70 a 1.75 mts. de estatura, tez blanca, de bigotes finos, contextura atlética, vestía blue jeans, casaca de mezclilla y un sombrero de mezclilla de los que se usan para la playa. Otro de los sujetos, era de unos 22 a 24 años, mediana estatura, delgado, pelo color castaño, ondulado, quien portaba una cartera de hombre en cuyo interior se encontraba el carné de identidad de Vicente García. El primero de los descritos, era un sujeto que aparentaba mucha seguridad de lenguaje y gestos irónicos; parecía el jefe.
Su familia realizó múltiples diligencias y averiguaciones para dar con su paradero, pero todas ellas resultaron infructuosas y aún desconocen la suerte que corrió en manos de la DINA.
El día 28 de abril, el afectado se había percatado de la sustracción -desde su automóvil- de una revista, en cuyo interior guardaba documentos internos del Partido Socialista. Posteriormente, ya recluido en el recinto de la DINA, tanto él como Jaime Troncoso fueron interrogados en base a estos documentos.
Acerca de las circunstancias de su arresto, doña Karin Reimer, en múltiples testimonios, varios de ellos judiciales, expresa que el día y hora señalados, encontrándose en San Fernando, llegaron al domicilio donde pernoctaba 4 tipos de civil que manifestaron ser de Investigaciones y que tenían orden de detener a su esposo y a ella. A Vicente le vendaron los ojos con tela adhesiva y le pusieron unos anteojos oscuros, y los trasladaron hasta un automóvil color celeste marca Chevy en impecable estado y partieron rumbo a Santiago. Pasado el primer peaje, a ella también le vendaron la vista y siguieron avanzando hasta que llegaron a un recinto en el cual fueron conducidos por un patio a unos cuartos, dejándola a ella en uno y a su cónyuge en otro. Posteriormente, sintió que su esposo era interrogado y castigado en forma violenta; después la interrogaron a ella en la misma forma, maltratándola. Ese mismo día 30 en la tarde, se percató que allí estaban detenidas su madre y su hermana. La pieza en donde se encontraba detenida, era de 2 por 3 metros, en la cual había un estante blanco con puertas de vidrio lleno de medicamentos de todo tipo, también había una máquina de escribir idéntica a la que había en su casa y que se llevaron los que detuvieron a su madre; el borde de los platos y tazas de té en que les daban de comer, tenía la leyenda "Ejército de Chile". En uno de los interrogatorios la confrontaron con su cónyuge, a quien obligaban a decir que su nombre era Vicente García Ramírez. Fue dejada en libertad el 3 de mayo bajo amenaza de no contar lo ocurrido.
Doña Kathia Reimer Carrasco, expone en su testimonio, que en el recinto en donde fue recluida junto con su madre, en diversas ocasiones escuchó hablar y gritar a su cuñado Vicente García. En la noche del 30 de abril, en la celda contigua a la suya, sintió quejidos y una dificultosa respiración; quien ahí se encontraba, advirtió su presencia y preguntó quién era, a la vez que decía "mamá", "Karin". Reconoció la voz de Vicente García y le contestó que hablaba con Kathia, él se alarmó al saber que también habían sido detenidas. Finalmente, le dijo que creía no los volvería a ver. En la mañana del 1° de mayo la llevaron a otra pieza y le dieron una taza de café. Escuchó luego que abrían la puerta de una celda y que le ofrecieron a Vicente García desayuno a condición de que "hablara", como él dijera que nada sabía, le cerraron la puerta, advirtiéndole que iba a comer cuando se decidiera a "hablar". La testigo también fue dejada en libertad el día 3 de mayo. Por su parte, doña Viola Olivia Carrasco Rodríguez, expresa que el 30 de abril de 1977, alrededor de las 03:30 horas, en circunstancias que se encontraba en su domicilio, al igual que su hija Kathia Reimer y dos personas más, que son pensionistas en su casa -uno de ellos, Luis Segundo León Guevara, a esa época Cabo 2° de Ejército- fue detenida por unas 8 a 10 personas que dijeron ser de Investigaciones y que preguntaron por la composición del grupo familiar. Luego de un allanamiento, le vendaron la vista al igual que a su hija Kathia y las subieron a uno de los vehículos en que se movilizaban los agentes; eran 4 vehículos de los cuales 3 eran policiales con la luz que llevan arriba y otro tipo furgón Volkswagen, en este último las subieron trasladándolas a un lugar desconocido desde donde fue dejada en libertad el 6 de mayo. En el recinto donde se la mantuvo separada de su hija, fue interrogada y maltratada. Después de las 10:30 horas del día 30, sintió que habían llegado a ese lugar su hija Karin con su yerno y a ellos los interrogaron de igual forma, percatándose que a su yerno era al que más duro trataban. En los momentos de interrogatorios, ponían las radios receptores que tenían a todo volumen.
Don Jaime Troncoso Valdés, en su último testimonio prestado el 30 de enero de 1991, expone que el 2 de mayo de 1977 -en circunstancias que debía encontrarse con Vicente García Ramírez- fue secuestrado por 5 civiles, los cuales lo subieron a un vehículo celeste plateado, donde fue encapuchado. Luego de unos 20 minutos de viaje, el vehículo se paró en un lugar donde se abrió un portón, ingresando por un camino de huevillo. Ahí fue bajado hasta un subterráneo en donde permaneció vendado 21 días, siendo objeto de todo tipo de apremios físicos y sicológicos y sistemáticamente interrogado acerca de sus actividades políticas y las de Vicente García. En el momento del secuestro, dos individuos le tomaron de los brazos casi al momento de bajar del taxi en el que llegó al lugar (Diez de Julio con Arturo Prat). Se cayó al suelo, tiró sus muletas y gritó su nombre, pero fue rápidamente tomado en brazos por uno de sus secuestradores que lo subió al vehículo en que se movilizaba. Respecto a Vicente García Ramírez, el testigo señala que lo conocía desde enero de 1977, fecha que comenzaron a trabajar juntos políticamente en la Secretaría Internacional del Partido Socialista. Una semana antes de la detención de Vicente García, le entregó una revista en cuyo interior había dos comunicaciones de la dirección clandestina del Partido Socialista, las que debían ser enviadas al exterior. El 28 de abril de 1977, Vicente le relató que la mencionada revista con los documentos se le había extraviado o le había sido sustraída por alguien, lo cual les preocupó enormemente. Quedaron de juntarse el 2 de mayo a las 12:00 horas en la esquina de calle Diez de Julio con Arturo Prat, para aclarar qué había sucedido con el documento referido. Concurrió al encuentro pactado siendo detenido de inmediato. Durante su cautiverio, sus torturadores lo interrogaron por Vicente García y por los documentos que éste había perdido; incluso se los leían.
En los respectivos testimonios de doña Rita Ramírez Ramírez y de Marlin García Ramírez, madre y hermana de la víctima, respectivamente, se expresa que el 30 de abril de 1977, a las 21 horas, fue allanado el domicilio de Santa Alicia 2887 -donde vivía el afectado- por 4 civiles que dijeron ser de Investigaciones y que los interrogaron por Vicente García Ramírez y sus actividades. Uno de los sujetos era joven de 25 a 27 años de edad, 1.70 a 1.75 mts. de estatura, tez blanca, de bigotes finos, contextura atlética, vestía blue jeans, casaca de mezclilla y un sombrero de mezclilla de los que se usan para la playa. Otro de los sujetos, era de unos 22 a 24 años, mediana estatura, delgado, pelo color castaño, ondulado, quien portaba una cartera de hombre en cuyo interior se encontraba el carné de identidad de Vicente García. El primero de los descritos, era un sujeto que aparentaba mucha seguridad de lenguaje y gestos irónicos; parecía el jefe.
Su familia realizó múltiples diligencias y averiguaciones para dar con su paradero, pero todas ellas resultaron infructuosas y aún desconocen la suerte que corrió en manos de la DINA.
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