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martes, 19 de diciembre de 2017

REACCIONES TRAS LA NUEVA ELECCIÓN DEL EMPRESARIO

 
Con 3.795.896 votos, equivalentes al 54,57% de las preferencias, Sebastián Piñera llegará nuevamente a La Moneda a contar de marzo. Junto a él, arriban además una serie de dudas relacionadas con agendas que no asoman en el horizonte del empresario y su sector político, como las demandas del Pueblo Mapuche y de las comunidades movilizadas.
Este año 2017 ha estado marcado por la huelga de hambre de los hermanos Trangol y del lonko Alfredo Tralcal, quienes han permanecido por más de un año en prisión preventiva, acusados de participar en el ataque incendiario a un templo evangélico en la comuna de Padre Las Casas.
En los últimos meses, también estuvo en el debate público la denominada “Operación Huracán”, que derivó en la detención de ocho dirigentes mapuche acusados de delito terrorista, decisión revertida por la Corte Suprema; y la absolución de los once imputados en el marco del caso Luchsinger-Mackay.
Con estos antecedentes, El Ciudadano conversó con José Ancalao, presidente de la Fundación Pelantaro, ex vocero de la Federación Mapuche de Estudiantes y reciente candidato a diputado en las pasadas elecciones parlamentarias.
Con base al primer gobierno piñerista, el dirigente mapuche manifiesta desconfianza, pero considera que el tratamiento del tema indígena no será muy distinto a como lo han hecho las administraciones concertacionistas.
“Si fuera por los anuncios que hizo Piñera en su campaña, yo creo que es motivo de preocupación de todo el mundo social en relación al tema mapuche, porque se anunciaron medidas represivas, que todos los sectores del mundo mapuche han rechazado. Por lo tanto, un llamado a la unidad, para poder enfrentar todo lo que significa un gobierno de derecha y seguir avanzando en las reivindicaciones que el pueblo mapuche tiene. Si bien lo conocemos, hay que estar preparados, porque ya no es Piñera solo, ahora tiene a José Antonio Kast y todos sabemos las inclinaciones que Kast tiene políticamente”, señala en conversación con El Ciudadano.
Aun cuando identifica las similitudes entre el oficialismo y la derecha, Ancalao comenta que “a todos nos hubiera gustado que no ganara Piñera, o sea, no daba lo mismo quien gobernara. Guillier, al menos, se había comprometido con el tema de la plurinacionalidad, que es una demanda activa del mundo social y también del mundo movilizado mapuche”.
En contraste, argumenta que “Piñera no propone nada, solo más recursos para la policía y más policías, esa es la gran diferencia, pero en torno a la praxis de como se ha tratado el tema, Piñera cuando fue presidente no fue muy distinto a la Nueva Mayoría en relación al tema mapuche”.

Piñera sigue el camino de Aleuy

En el contexto de la denominada “Operación Huracán”, el subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, viajó a Argentina en el mes de septiembre para intercambiar información con el gobierno trasandino, que también enfrenta a comunidades mapuche en resistencia. A su vez, a inicios de diciembre, el fiscal argentino José Gerez, vino a Chile para recabar antecedentes útiles en sus investigaciones al otro lado de la Cordillera.
Estos movimientos entre Chile y Argentina constituyen un antecedente para adelantar una eventual profundización en los intercambios de información entre los gobiernos de Piñera y Macri –reconocidos amigos– en materias de represión al activismo pro mapuche.
“Todos sabemos que los primeros pasos los dio Aleuy, o sea, una colaboración entre el gobierno de Piñera y Macri sería una continuidad de lo que la Nueva Mayoría ha venido haciendo en materia de colaboración internacional para poder tratar el tema mapuche”, apunta José Ancalao.
“Recordemos que Aleuy viajó a Argentina, que una persona del gobierno argentino vino a chile, pero esa colaboración ha existido. Ahora, creo que eso se intensificaría, de acuerdo a lo que Piñera anunció durante toda su campaña, que él iba a poner mano dura, que iba a aumentar la dotación policial, que iba a aumentar los fondos que se crearon para compensar a las familias víctimas del “terrorismo”… entonces, yo creo que se viene la mano dura, pero los mapuche ya conocemos harto sobre eso”, añadió el joven dirigente.
A pesar del cuadro desfavorable, el presidente de Fundación Pelantaro sostiene que “más allá de lo que puedan hacer los gobiernos, a lo que uno se puede comprometer es a avanzar conjuntamente con el movimiento social mapuche y que exista colaboración y puente entre los distintos movimientos sociales en Chile, porque la situación de Piñera no afecta solo a las reivindicaciones del pueblo mapuche, sino que a todos  los movimientos sociales, que nos vamos a tener que enfrentar nuevamente a un gobierno de derecha”.

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