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lunes, 30 de junio de 2025
JUSTICIA NADA MÁS PERO NADA MENOS.
CREO QUE HAY QUE MORIR CON LAS BOTAS PUESTAS.
Jeannette Jara (PC) califica de "tontera" haber usado polera del "perro matapacos": "Nunca debí haberlo hecho"
- 30 June 2025

La candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara (PC), se refirió a la imagen en la que aparece con una polera del denominado "perro matapacos" que se ha viralizado los últimos días y afirmó arrepentirse de haberla usado.
Consultada este lunes en un programa Mega sobre si se arrepiente de haber usado la polera, la candidata respondió: "Completamente, porque fue una tontera de mi parte y nunca debí haberlo hecho".
"Y, ¿sabe por qué? No porque reniegue de lo que uno crea o no, primero porque yo sé que es un símbolo no más, no lo tomo como algo literal. Nunca pensaría en desearle la muerte a alguien, ni en menos en otro tipo de violencia, entre otras cosas, porque yo la he vivido muy cerca y sé los dolores que ocasiona, entonces me arrepiento por eso".
En esa línea, afirmó que su remordimiento se debe "no por la cuestión política, porque yo lo tomo como símbolo, como símbolo de rebeldía, el perro, pero ese día el nombre me hizo ruido y fue una tontera".
Además, explicó sobre el origen de la foto que "ese día me la regaló una amiga por mi cumpleaños y como tenía, porque no era como las tradicionales, unos artes, y me dijo 'ay póntela para que te tome una foto'".
También reiteró que "no debí haberlo hecho, porque hay algo que uno tiene que aprender, que cuando algo le hace ruido a uno es por algo". "Sabe que más allá de la política, cualquier cosa, aunque sea simbólicamente, que agregue matar a alguien es algo que me causa mucho malestar, y precisamente porque yo viví una muerte en muchas personas cercanas y sé lo doloroso que es para la familia, así que claro que sí", cerró la candidata del oficialismo.
Carolina Tohá no participará en la campaña de Jeannette Jara tras perder en primarias: “Buscaré otras formas de aportar”
30 June 2025

"Gracias de corazón a cada persona que confió en este proyecto. Gracias a quienes nos escucharon, compartieron sus historias y nos abrieron sus casas", escribió la amilitante del PPD.
En un mensaje, la exministra del Interior también dedicó un especial agradecimiento a los equipos de campaña, voluntarios, equipo programático y colaboradores digitales; reconoció la labor de apoderados y vocales, y agradeció "a los partidos que nos respaldaron y también a los demás partidos que fueron parte de esta primaria". "Gracias, sobre todo, a todas y todos quienes fueron a votar", sentenció.
Tohá fue clara al admitir que "el resultado no fue el que esperábamos". Sin embargo, enfatizó que era "el momento de reconocer y felicitar el triunfo de Jeanette Jara".
A pesar de la derrota, reafirmó: "Nuestras ideas siguen siendo necesarias para el Chile que viene, aunque tendremos que reflexionar sobre cómo hacerlas más convocantes".
Finalmente, la excandidata anunció que, en lo personal, "se abre un tiempo para estar fuera de la primera línea". Pese a ello, aseguró que buscará "formas de aportar al desafío presidencial y al futuro del país", dejando entrever su compromiso continuo con el proyecto político, aunque desde un rol diferente. "Muchísimas gracias por todo", concluyó., utilizó su cuenta de X para agradecer el apoyo recibido tras su derrota en la primaria del oficialismo ante Jeannette Jara (Partido Comunista).
Jeannette Jara… ¿Y el nuevo comunismo chileno?
OPINIÓNRodrigo Fuica/AgenciaUno
Jara es desde ahora un activo clave para el Partido Comunista con miras a las parlamentarias. Su perfil permite articular candidaturas que conecten con sectores más amplios de la ciudadanía, rompiendo parcialmente el cerco ideológico que limita el crecimiento electoral del PC.
Lo más probable es que el aplastante triunfo de Jeannette Jara en las primarias no sea suficiente para llevarla a La Moneda, pero sí impactará internamente en su partido y por efecto dominó en los balances de poder dentro de la izquierda chilena. Frente a la densidad programática de la vieja guardia comunista, se impuso una candidata que viaja ligera, con pocas y muy generales propuestas que son convenientemente reacomodables según las circunstancias. Por eso, lo notable de este triunfo es que no se puede endosar plenamente a la maquinaria aceitada de su partido —sin ir más lejos, en el último tramo de la campaña tuvo que navegar contra algunas de sus corrientes más endurecidas—, sino a un activo muy escaso en la política nacional: atributos personales creíbles.
Los datos del Monitor de Liderazgos Políticos de Datavoz son elocuentes. La ciudadanía identifica en Jara cualidades como cercanía, empatía y capacidad de diálogo, atributos que evocan la figura de Michelle Bachelet en su etapa más convocante. Pero mientras el capital simbólico de esa comparación beneficia a Jara, también la ancla a un dilema estructural: su pertenencia al Partido Comunista. En el mismo Monitor de Liderazgos Políticos, los encuestados no la critican por lo que dice o hace, sino por el hecho de ser comunista. El cuestionamiento no se dirige a su desempeño, sino a esa etiqueta que lleva consigo.
Y aquí aparece la paradoja. Jara no puede legalmente renunciar al partido en el que ha militado toda su vida —ni sería creíble que justo ahora lo hiciera—, pero sí puede resignificarlo. Y eso tendría efectos de largo plazo en su sector político. A la luz de los resultados electorales, las tensiones que se hicieron visibles antes de la primaria —entre la línea oficialista representada por Lautaro Carmona y Daniel Jadue, y sectores más moderados que ella misma encarna—, lejos de debilitarla, terminaron proyectándola como rostro de una sensibilidad distinta dentro del PC: más abierta, más dialogante, más cercana a la centroizquierda, menos dogmática.
Lo que en un primer momento pareció una zancadilla interna, ahora se transformará en una oportunidad estratégica para Jara. Porque ahora puede ocupar un lugar singular en el ecosistema político: el de quien permanece sin mimetizarse. Si logra anclar su liderazgo en una visión de izquierda más pragmática, con vocación de acuerdos y con un lenguaje menos atrincherado, podrá ampliar sus márgenes sin romper con su identidad y arrastrar capital político hacia ella.
Ahora bien, ¿le alcanzará para competir seriamente por la presidencial? Lo más probable es que no, por tres motivos. Primero, el oficialismo carga con un 70% de rechazo sistemático, que ninguna candidatura que lo represente podrá revertir en solitario. Segundo, el denominado anticomunismo sigue siendo un muro impenetrable en el electorado chileno. Y, tercero, no votó suficiente gente como para asegurarle un lugar en la segunda vuelta.
Pero lo anterior no es lo más relevante: Jara es desde ahora un activo clave para el Partido Comunista con miras a las parlamentarias. Su perfil permite articular candidaturas que conecten con sectores más amplios de la ciudadanía, rompiendo parcialmente el cerco ideológico que limita el crecimiento electoral del PC. Su figura puede ofrecer una plataforma de renovación, no por su ruptura con el pasado, sino por su capacidad de proyectar otro futuro posible desde dentro.
En esa proyección está el verdadero valor de su victoria. No en la ilusión de ganar una presidencial que hoy quizás no se nota, pero que será cada vez más cuesta arriba, sino en reconfigurar el sentido de pertenencia y liderazgo dentro de un partido que, con una amplia sonrisa, caminará unido en pos de nuevas conquistas. Porque a veces en política -y esto lo saben muy bien en el Partido Comunista- el verdadero poder no está en ganar una carrera, sino en cambiar paso a paso las reglas del campeonato.
- El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Lo trataron de «gordo» y viralizaron su caricatura: mayor acusa a general de Carabineros por humillación y acoso
El Mostrador.

En exclusiva, Aquí Coquimbo accedió a una denuncia que estremece a la cúpula de Carabineros de la Región de Coquimbo. Se trata de una acusación formal de acoso y humillación laboral presentada por un mayor, que acusa haber sido víctima de burlas por su sobrepeso por parte de superiores y compañeros, incluyendo la participación directa del general Juan Muñoz, jefe de la IV Zona de Carabineros, y de otros dos oficiales. La situación ha escalado hasta derivar en una licencia médica por trastorno ansioso y una notificación de «liberación del servicio», lo que podría significar su baja de la institución.
El denunciante es el comisario de Vicuña, Felipe Barraza, quien detalló en la acusación una serie de incidentes que se agravaron a principios de abril de este año. Según su testimonio, la «cultura institucional» ha normalizado el acoso por años, en función de lo cual era constantemente llamado «guatón» o «gordo» y objeto de bromas sobre su peso, vestimenta y hábitos alimenticios.
El rol del general Muñoz en la humillación pública
El punto de inflexión ocurrió el 8 de abril durante una reunión de coordinación con la Policía de Investigaciones (PDI) en La Serena. Según lo que pudo recabar Aquí Coquimbo, el comisario Felipe Barraza asistió sin una prenda de vestir en desuso: el «blusón», lo que desató una serie de burlas. Estas incluyeron un comentario despectivo sobre el tamaño necesario para su talla y una sugerencia humillante por parte del Comisario de Coquimbo, el mayor David Gallardo, de hacerle un «blusón con el mantel». El prefecto subrogante, comandante Juan Escobar, presenció los hechos y no tomó ninguna medida, según acusa Barraza.
Pero la humillación se intensificó. Con el pasar del tiempo y durante las exposiciones junto a la PDI , el mayor Eugenio Olea, comisario de la Sexta Comisaría de Las Compañías, creó y difundió una caricatura del afectado usando inteligencia artificial que «exacerbaba su sobrepeso» y se burlaba de su futura profesión de abogado. Esta caricatura fue compartida en grupos de WhatsApp internos de la institución, con comentarios adicionales del mayor Gallardo, detalla la misma denuncia.
El momento más crítico se vivió durante un almuerzo posterior a la reunión, en la Primera Comisaría de La Serena. Fue en este contexto que la caricatura llegó a manos del jefe de Zona, general Juan Muñoz. Según el afectado, el general Muñoz «lo miró, se rio y se los mostró a todos en la mesa«, provocando la burla generalizada de los presentes, incluyendo a miembros de la PDI.
La denuncia formal contra el general Muñoz se fundamenta no solo en que exhibió y provocó las burlas, sino también en que, como superior, tenía la obligación legal de detener y sancionar estas conductas, y según el círculo cercano al afectado no lo habría hecho, sino que se hizo parte de ellas.

El mayor Felipe Barraza, en un procedimiento de incautación de drogas.
Consecuencias y posible represalia institucional
Tras los incidentes, el mayor buscó ayuda médica institucional, siendo diagnosticado con trastorno ansioso reactivo a situación laboral. Actualmente se encuentra con una segunda licencia médica, calificada como enfermedad profesional.
Paralelamente, el mayor denunció formalmente los hechos a la Dirección de Orden y Seguridad de Carabineros. Sin embargo, en lo que él considera una represalia, fue notificado el pasado 3 de junio de su «liberación del servicio» y una inminente baja de la institución. Además, según los cercanos al oficial, no se han iniciado los sumarios correspondientes por sus licencias profesionales, como lo estipula el reglamento.
Tras la denuncia, el mayor a su vez fue también acusado por maltratar a subalternos y por «hacer uso indebido de su licencia médica”, ya que estando con licencia habría asistido a realizar su práctica profesional de abogado.
Aquí Coquimbo se contactó con Felipe Barraza, pero este declinó hacer algún tipo de declaración a raíz de lo aconsejado por su abogado. Desde Carabineros tampoco quisieron referirse a la situación.
domingo, 29 de junio de 2025
JUSTICIA NADA MÁS PERO NADA MENOS.


