Por Agustín Morel
La semana del 16 de junio, dos renuncias sacudieron al Departamento de la Mujer de Ñuñoa, dependiente de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco). Ambas partidas, de profesionales que desarrollaban en diferentes cargos, tenían el mismo punto de inicio: modificaciones en las condiciones laborales. Este concepto, aclaró una de las funcionarias en su carta de renuncia, se resume en una situación de sobrecarga y malas condiciones laborales.
Las renuncias que afectaron a la municipalidad de Ñuñoa se concentraron en un punto, el cambio de administración. Y esto no tiene que ver con la llegada de Sebastián Sichel al sillón municipal, sino que con el arribo de la nueva directora de la Dideco, Sofía Jaña.
Las dos mujeres que renunciaron la semana pasada no presentaron denuncias, pero si lo hicieron otras tres personas. Este martes, Contraloría declaró admisible una por malos tratos presentada por un exfuncionario de la municipalidad, precisamente contra la Dideco, la cual se suma a dos denuncias vigentes ingresadas por Ley Karin contra la misma persona.
Pero tampoco fueron casos aislados en Ñuñoa. Sofía Jaña llegó a la Dideco proveniente de Providencia. En dicha comuna ejerció como jefa del Departamento de Diversidad, y según funcionarios y concejales, formaba parte del círculo cercano de la exalcaldesa y hoy candidata presidencial de la UDI, Evelyn Matthei. En Providencia, Jaña también fue acusada informalmente por funcionarios, por matonaje y malos tratos.
Sobrenombres, amenazas y hostigamientos: las causas principales de las denuncias contra Sofía Jaña
Las tres denuncias contra Sofía Jaña en Ñuñoa fueron presentadas por diferentes mecanismos. Dos fueron por Ley Karin y una ante Contraloría. De los tres denunciantes, dos fueron despedidos durante el proceso en que estaban investigando la denuncia, y una está con licencia, precisamente por los malos tratos que denunció.
The Clinic tuvo acceso a los documentos de las tres denuncias, aunque los denunciantes solicitaron anonimato. En los tres casos se repiten las mismas acusaciones a Sofía Jaña, como amenazas constantes de que serán despedidos, burlas contra las víctimas, hostigamientos y acoso.
“Durante las reuniones de equipo, la señora Jaña se burlaba de mis ideas. En ocasiones no me daba la palabra y se dirigía a mí de manera muy informal y confrontacional, en presencia de otros compañeros de equipo. Me cambiaba el nombre cada vez que se refería a mi en presencia de otros funcionarios”, reclama una de las denuncias, de un exfuncionario, que fue despedido sin previo aviso tras la cuenta pública de la comuna. Según relata, cuando consultó el motivo, le dijeron que un concejal habría llamado a la directora de Dideco advirtiendo que habló mal de ella. Esta versión fue desacreditada por el acusado, quien ingresó una denuncia a Contraloría, la cual fue admitida.

Otra denuncia, en este caso presentada por Ley Karin, reclama de constantes malos tratos de Jaña. En este caso se refiere a hostigamientos reiterados, perpetrados en formas despectivas para referirse al afectado. Esto fue mediante frases que apuntaban a que podía ser reemplazado en cualquier momento por otra persona. La denuncia también muestra que la víctima, en reiteradas ocasiones fue advertido de que no iba a seguir en el cargo.
El denunciante cuenta que llevó el caso directamente al alcalde, y al enterarse de esto, la Dideco llamó para al afectado para exigirle que futuras denuncias se las hiciera exclusiva y directamente a ella. Esto lo tomó como una forma de intimidación.
La concejala Alejandra Valle (PC) respalda a las víctimas y advierte que “lamentablemente sé de casos abiertos por Ley Karin, que llevan más de siete meses esperando ser atendidos y eso es demasiado tiempo. Por otro lado, según la misma ley, tiene que seguirse el debido proceso con extremada confidencialidad, así que estamos a la espera de que se avance en la investigación para evaluar alguna acción”.
La otra denuncia en Ñuñoa que pone contra las cuerdas a Sofía Jaña
La otra denuncia por Ley Karin tiene características similares, pero es más detallada. La persona que denunció era cercana a Sofía Jaña, y llegó por orden de la misma Dideco. Sin embargo, con el tiempo comenzó a recibir malos tratos, y terminó presentando una denuncia formal por acoso laboral por Ley Karin.
En su caso, fueron una seguidilla de acciones en los que se vio afectada, lo que llevó a pedir una licencia psiquiátrica. La denuncia fue presentada a inicios de mayo, y según remarcó, los malos tratos le han generado diferentes episodios de crisis de pánico, temblores y crisis de ansiedad. Por lo mismo, tuvo que solicitar apoyo profesional para tratar los problemas de salud mental.
“Me ha gritado e invalidado reiteradamente en espacios laborales, incluyendo reuniones con otros trabajadores presentes. Ha desestimado abiertamente mi bienestar emocional. (…) A pesar de haber valorado positivamente mi labor en los meses de enero, febrero y parte de marzo, posteriormente, y por causas que desconozco, comenzó a calificar mi desempeño profesional como incompetente, emitiendo juicios de valor sin fundamento”, acusa la denuncia.

Los tres casos se trata de personas en cargos de jefaturas o afines. Pese a que fuentes de la municipalidad apuntan a que se trata de denuncias con fines políticos, todos los denunciantes llegaron durante esta administración. Incluso, tras participar en la campaña del alcalde Sichel.
Consultados al respecto, en la municipalidad remarcan que “la municipalidad de Ñuñoa respeta los conductos que tienen los trabajadores para la resolución de este tipo de controversias, que se ya han vuelto regulares. Sobre la directora de Dideco, no ha recibido sanción alguna y se encuentra ejerciendo su cargo con dedicación, y cumpliendo a cabalidad con lo encomendado”.
Los casos que persiguen a la Dideco de Ñuñoa desde Providencia
Consultados en Providencia, desestimaron haber recibido denuncias por malos tratos cuando Jaña ejerció allá. Esto, de todas formas, se contradice con la versión de funcionarios y concejales, que denunciaron constantes acosos por parte de la hoy Dideco de Ñuñoa.
“Durante mi periodo como concejala de Providencia recibí acusaciones de malos tratos y acoso de parte de Sofía Jaña contra funcionarias que trabajan con ella. Como concejales, no podemos actuar de oficio en estos casos, por lo que entregamos contención y contacto con asesorías legales. No obstante, al ser ella una de las personas del círculo de hierro de la alcaldesa Matthei, se movía con bastante impunidad, lo que generó que sólo una de las víctimas la denunciara, ganando el juicio hace unas pocas semanas. El resto, tal como nos informaron, prefirió el silencio por miedo a ser despedidas”, afirma Macarena Fernández, exconcejal y excandidata a alcaldesa del Frente Amplio.
Dos personas afectadas comentan lo complejo que fue trabajar con ella. Una de ellas presentó una demanda contra la municipalidad por una serie de malos tratos, entre lo que se incluye acoso laboral por parte de Sofía Jaña. La semana pasada ganó la demanda contra el municipio, en un fallo inédito. Si bien, su caso no fue directamente contra la hoy Dideco, reclama sobre Jaña que “fue insostenible lo que viví con ella”.
Tras presentar la denuncia, comenzó a vivir el calvario. En el proceso, experimentó declaraciones adulteradas de su exjefa ante tribunales para perjudicarla, cambios sin argumentos de puesto, reasignaciones constantes a diferentes trabajos, entre otras cosas. Le otorgaba carga laboral que no le correspondía, y ejerció malos tratos a través de otras funcionarias subordinadas de Jaña. Hasta reclama que en una investigación que se hizo en su contra por una licencia médica, Sofía Jaña alteró su libro de asistencia.
“La Sofía siempre se respaldaba de que no le iba a pasar nada porque la alcaldesa la respaldaba”
Ambas personas apuntan a un modus operandi para hostigar por parte de ella. Según afirman, construía un círculo cerrado a su alrededor, y enviaba a diferentes personas a presionar.
Una exfuncionaria de Providencia, que trabajó bajo las órdenes de Jaña, reclama que terminó renunciando tras desarrollar una serie de problemas de salud mental. En su caso, afirma que no se atrevió a denunciar, por miedo a las represalias que podía ejercer en su contra. Según comenta, intentó tomarse licencias, y fue amenazada de que si lo hacía, sería despedida. Todo esto previo a la existencia de la Ley Karin.

Ante la imposibilidad de pedir días administrativos o licencia, por las amenazas que recibía, tuvo que usar sus días de vacaciones para tomar un descanso. Durante estos, reclama, siguió recibiendo llamados del equipo de Sofía Jaña por ningún fin en particular, lo que le hicieron imposible el descanso. Luego de un tiempo optó por renunciar.
“La Sofía siempre se respaldaba de que no le iba a pasar nada porque la alcaldesa la respaldaba. Y que tenía muchos contactos que la apoyaban. Otra amenaza que me mandó a decir fue que cuando Evelyn (Matthei) fuera presidenta no iba a tener trabajo, y que andaría de rodillas rogándole a ella. Por eso en Providencia nadie se atrevía a denunciar el acoso laboral”, concluye.

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