Frente Amplio-PC: la batalla en la izquierda que se avizora sin cuartel
por ALEJANDRA CARMONA 22 marzo, 2017
A las 8 de la mañana de ayer, cuando Beatriz Sánchez leyó en radio La Clave su despedida momentánea del periodismo y el comienzo de una eventual carrera presidencial, el mensaje fue más directo que nunca. “Es una figura creíble, confiable y sobre todo limpia”, comentan al interior del Frente Amplio, donde creen que la apuesta por la periodista irrumpe en las disyuntivas de los votantes que se identifican con la izquierda y aquellos desencantados con la Nueva Mayoría.
“Para imaginar la izquierda también tenemos que ser capaces de convencer a esos comunistas y socialistas honestos que siguen perdiendo dentro del PC y el PS”, había dicho un día antes, en una entrevista a este medio, Francisco Figueroa, candidato a diputado de la Izquierda Autónoma por el Distrito 10. La interpelación al vacío político, que se hizo más potente desde el año 2011, es el principal foco del Frente Amplio –el bloque que reúne a grupos como Nueva Izquierda, Revolución Democrática, Izquierda Autónoma y Movimiento Autonomista– y, en ese sentido, el Partido Comunista y el sector más “chascón” del Partido Socialista son los que más podrían sentir la fuerza de esa irrupción.
“No hay una estrategia decidida en el Frente Amplio de disputarle al PC y al PS, pero es obvio que la alianza va a disputar votos en ese sector y hay consciencia de que en un contexto de poca participación será importante competir ahí”, señalan desde el FA.
Uno de los lugares donde la alianza de izquierda quiere conseguir votantes es el referido Distrito 10 que, según el nuevo sistema electoral, elegirá 8 diputados en el sector que comprende a Providencia, Ñuñoa, Santiago, Macul, San Joaquín y La Granja. Las cartas de FA serán Giorgio Jackson y Francisco Figueroa. También se podría capitalizar con aquellos votantes cercanos al abogado Fernando Atria (PS).
El cientista político Marco Moreno comenta que en Chile la estrategia del Frente Amplio busca horadar la base electoral de la izquierda de la Nueva Mayoría; la misma senda que han seguido referentes similares, como Podemos en España, para quienes el Partido Popular era su adversario, pero los socialistas sus amigos. “Para crecer electoralmente, naturalmente buscarán conquistar esa tradicional base de apoyo, porque más que un acuerdo institucional con el PC o el PS, lo que le interesa al FA es su electorado. Esa es la posibilidad de aumentar su votación para conseguir más escaños en el Congreso”, plantea Moreno.
El fantasma del MIR
“Nadie se va a ir del PC para irse al Frente Amplio. Por la retórica que tienen, la militancia comunista los ve como una reconstrucción del MIR”, señala un alto dirigente del Partido Comunista que no tiene miedo de que exista una fuga de miembros del partido, ni con las propuestas programáticas del FA ni con Beatriz Sánchez como nueva carta presidencial. Simplemente cree que no existirán.
La distancia con algunas de sus decisiones y declaraciones del último tiempo han puesto al PC cada vez más lejos del Frente Amplio. Las opiniones del precandidato de este bloque, Alberto Mayol, que dijo que Cuba “es una dictadura”, molestaron profundamente al interior del PC, que posteriormente se resintió por una entrevista de Javiera Parada (RD) a El Mercurio, donde el diario titulaba que el FA le ganaría al PC en la futura contienda electoral. Parada intentó poner paños fríos a ese conflicto y no solo publicó una aclaración en que decía que apelaba a la Nueva Mayoría en su conjunto, sino que, después de la publicación –según fuentes del PC–, también se comunicó con algunos dirigentes del Comité Central para explicarles telefónicamente lo que había contestado en la mencionada entrevista.
“Nadie se va a ir del PC para irse al Frente Amplio. Por la retórica que tienen, la militancia comunista los ve como una reconstrucción del MIR”, señala un alto dirigente del Partido Comunista que no tiene miedo de que exista una fuga de miembros del partido, ni con las propuestas programáticas del FA ni con Beatriz Sánchez como nueva carta presidencial. Simplemente cree que no existirán.
Otra de las situaciones que el Partido Comunista no le perdona al Frente Amplio es la manera en que el diputado Gabriel Boric los ha emplazado cada vez que se ha referido a la responsabilidad de dicha colectividad en la situación de la Universidad Arcis, que después de varios años de administración comunista está en proceso de cierre definitivo.
Al interior del Partido Comunista señalan que, si lo que busca el FA “con todos estos ataques” es hacerlos caminar hacia ellos, lo que logran es repelerlos.
Al interior del PC molesta asimismo la insistencia del Frente Amplio de querer disputar la misma zona donde se encuentra Camila Vallejo. En el distrito que cubre La Florida, por ejemplo, la fuerza de la líder comunista se podría ver debilitada con la opción RD, Miguel Crispi, que ya fue ratificado por su partido. También medirán fuerzas en Recoleta y San Miguel.
Cuando se conocieron las apuestas del FA, Vallejo manifestó que se podría haber conversado “una táctica más inteligente” para mejorar o ampliar la correlación de fuerzas de la izquierda en el Parlamento.
Sin embargo, Crispi continúa defendiendo la idea de la alianza de izquierda. “Vamos a disputar todos los espacios. En un sistema proporcional creemos que el Parlamento debe sumar más fuerzas transformadoras. Eso es relevante y valiente, no es poco inteligente. El país necesita hacer apuestas grandes”, comenta Crispi, quien pone sobre la mesa algunas cuentas: “La Nueva Mayoría perdió 530 mil votos en la elección municipal pasada y, eso, sin la existencia de una alternativa como la que hoy le ofrece el Frente Amplio”.
Para el analista político y ex director de la Secom, Carlos Correa, es difícil predecir cómo actuará el electorado capturado por el PC, porque el Frente Amplio busca ampliar ese espectro y llegar a aquellos que se sienten descontentos y fuera del sistema, una situación inédita y que antes solo intentó el MIR, aunque sin éxito. Pero Correa asegura que lo que el FA sí dañará es la línea de flotación del PC. “Lo que le quita es legitimidad social. El PC paga los costos de la Nueva Mayoría, porque se convierte en un partido burocrático. El Frente Amplio le puede quitar la calle al PC y ese es un efecto político no menor. El Partido Comunista ha retrocedido en las federaciones y en el mundo social. Lo que busca el FA es cortar el pie que el PC tiene en la calle y eso es quitarle la épica”, asegura.
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