Por M. Cristina Prudant
Andrea Parra Sauterel es enfermera (estudió en la Universidad de La Frontera de Temuco) política, militante del Partido Por la Democracia que se desempeñó como concejala de la comuna de Angol, gobernadora de la Provincia de Malleco ​ y es desde el 11 de marzo de 2018 la primera mujer en representar a su región en la Cámara de Diputados por el Distrito N° 22.

La parlamentaria conversó con Cambio  21 sobre la contingencia política que incluye la situación de La Araucanía.

¿Cómo ve usted la situación en La Araucanía después de la muerte de Camilo Catrillanca?

Es indudable que en La Araucanía hay una situación de tensión y de desconfianza muy profunda,  particularmente en algunas áreas que son las más complejas en algunas zonas de Malleco. 

¿Cómo palpa usted esa tensión?

Hoy día una suerte de desconfianza e los líderes mapuches  en que, efectivamente no han podido avanzar en los temas de fondo y también uno lo observa en lo colapsada que está la región. También escuchamos discursos de una derecha ultra conservadora que lo que señala es que esto se soluciona a través de estados de sitio y de militarización en la zona para alcanzar la paz que es un camino que, la verdad, yo no comparto.

¿Usted conoce al pueblo mapuche y tiene fundamentos para plantear que las cosas no se solucionarán así? 

Hemos aprendido de la experiencia, fui gobernadora de Malleco, recorrí decenas de comunidades mapuche y si hay algo de lo cual tenemos una mirada común es que el pueblo mapuche sigue siendo ignorado, maltratado, discriminado, no escuchado. Entonces, evidentemente que todos los gobiernos, incluso en el cual yo fui parte, aplicamos la misma fórmula de intentar abordar esto a través de los temas de seguridad y lo cierto es que fracasamos una y otra vez. 

Por eso, y dado la experiencia que tengo es que me he prometido con mucha fuerza que la única salida que tenemos  es a través del diálogo, porque lo otro es repetir una fórmula sabidamente fracasada.  

El gobierno parte el año dando una señal en el tema mapuche y anuncia la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado frente a hechos que se consideren violentos. ¿Qué le parece?

Ningún gobierno puede renunciar al orden público y a la seguridad, lo que no puede pasar  es lo que ha pasado hasta ahora, que son los abusos policiales, la desproporción de la fuerza y la violencia del Estado hacia las comunidades. Entonces, si estamos hablando de eso vamos por mal camino. Lo que no podemos continuar, ni aceptar quienes vivimos en la Región  es que tengamos estas miradas polarizadas donde, por un lado algunos creen que a través de los militares vamos a lograr la paz que tanto necesitamos y por otro lado, hay otros también que creen que la violencia es el método para justificar las justas demandas del pueblo.

Extremos polarizados

Entonces, toda esa masa de ciudadanos de la Araucanía estamos al medio de  estos extremos polarizados son, finalmente los que sufren las consecuencias y por eso es que estas medidas parciales  no van a producir ningún efecto más allá que continuar con un Estado violentador que ha mantenido esa política de desconocer el mundo mapuche y por eso es que decimos que el diálogo es el camino, no la seguridad.
La ausencia de políticas que ha dominado durante todos estos años en La Araucanía, entonces hagámonos cargo, esa es la invitación, hagámonos cargo  de nuestras culpas, de todos los errores que hemos cometido, miremos hacia el futuro construyendo una relación de diálogo con el mundo mapuche que, insisto, que no esté condicionado.

Si yo pretendo  marginar a los grupos radicalizados  y condicionar el diálogo, la verdad es que, no voy a tener un diálogo efectivo. Aquí hay que ser audaz, hablar sobre autonomía, autogobiernos. Hay que hablar sobre escaños reservados, de autodeterminación,  de los temas complejos, ahí hay que meterse y hay que sentarse con todo y todos sin excepción.

La vocera de los agricultores Gloria Naveillán dijo que la muerte de Catrillanca no fue un homicidio y que un tractor puede ser un arma también. ¿Cómo contribuye su postura a encontrar salidas al conflicto?

Gloria Naveillán, es la vivía expresión  de ese mundo radicalizado, de derecha ultra conservadora a la cual yo me refiero y que impide avanzar  en el diálogo. Todos estos sectores polarizados son, precisamente los que hacen cometer los errores  que ha cometido el gobierno al intentar responderle a ese tipo de electores, a hacer política por las encuestas, a guiar la conducción del gobierno  a través de lo que les interesa y no a la realidad local. Estos liderazgos, que creen que aún estamos en dictadura lo único que hacen es perder el camino del diálogo y entorpecerlo.

Entonces, la verdad yo creo que hay que tomarlo en su justa dimensión  y por eso es importante  que el gobierno tenga presente que los equipos regionales tomen conciencia de que pasemos a la etapa siguiente, ya no solo a hablar de seguridad en el territorio sino que a hablar de los temas que por años hemos tenido pendiente y que den paso a sentarse en una mesa con todos los liderazgos  que sean necesarios, que  no va a ser un proceso rápido, pero es un proceso que tenemos que iniciar ya.

Pobreza  del Gobierno de Piñera
En otro plano, ¿cómo ve usted que está aspectado el país este año bajo la conducción de Piñera? 

 Creo que quienes formamos parte del gobierno anterior tenemos que hacernos una dura autocrítica porque creo que nosotros contribuimos de una u otra manera, con nuestras omisiones, nuestra tarea incompleta y con muchas dificultades que tuvimos en su momento generamos el espacio para que la derecha volviera al poder  y creo que ha habido una suerte de autoengaño. Cuando uno escucha al Presidente Piñera decir  que él se pone una nota 6, la verdad que solo se la pone él, incluso empresas encuestadoras amigas le colocan esa nota es porque no está entendiendo de verdad qué es lo que está pasando en el país. 

Este discurso insistente de la vocera de gobierno, Cecilia Pérez, de decir que ellos ganaron las elecciones  y por lo tanto, pueden regir el destino del país como quieren es no entender el mundo en el cual estamos viviendo. A mí me parece que en estos 9 meses de gobierno ha tenido un desempeño pobre y muy lejano a las expectativas que generó. El discurso del Gobierno tiene mucha pirotecnia, y nada de contenido.

¿Esta expectativa frustrada  se está manifestando a través de las encuestas ya que ha bajado mucho en su valoración?

Yo me refiero más bien a lo que una palpa en la ciudadanía porque no le tengo mucha fe a las encuestas, porque no siempre han demostrado ser tan reales. Aquí me hago cargo yo de lo que pasa en la ciudadanía, cuando te encuentras con mucha gente  que dice que votó por Piñera y que está desilusionada porque las expectativas económicas no mejoraron como se prometió, cuando se habla de que hoy reaparece y resurge una derecha profundamente conservadora que no entiende que el mundo va avanzando hacia aumentar los derechos colectivos , la tolerancia y las libertades individuales y no hacia una seudo dictadura , la verdad que hay uno entiende el desánimo de la gente y esa suerte de enojo que uno percibe en la ciudadanía  por un gobierno que no está dando el ancho.

El rol de la oposición
¿Qué hará la oposición en este caso  porque la gente no tiene a quien más recurrir?

Creo que nosotros estamos viviendo un proceso político distinto. De verdad creo que ahora estamos viviendo la verdadera transición porque antes fuimos la prolongación  de un sistema neoliberal que de alguna manera  mantuvimos por el temor, el concepto de venir saliendo de una dictadura durante largo tiempo. Creo que ahora  con el cambio al sistema binominal, con la apertura del mundo  político a las realidades  territoriales, con la modernidad de lo que significan las redes sociales y los hechos comunicacionales. De verdad estamos dándonos cuenta que tenemos instituciones  que han  quedado atrás respecto  de lo que el país está recogiendo. 

Por eso que estamos viviendo las crisis  que tenemos en carabineros en las fuerzas armadas porque todavía están siendo regidas por leyes absolutamente obsoletas. La Constitución, las instituciones ya no cuadran en el esquema del 2019 y por tanto, la tarea de la oposición, que además se tiene que acomodar  porque no nos olvidemos que en la Cámara de Diputados más del 70% de sus integrantes son liderazgos nuevos, que se tienen que acomodar y conocer  el sistema. Es de verdad  que van a encontrar puntos comunes para poder generar  utopías comunes.  Y eso no es fácil porque la diversidad de la oposición es mucha.
Creo que nosotros  no vamos a construir lo que tuvimos con la Concertación, tener una oposición única, unida frente a un programa, creo más bien que nosotros vamos a ser una oposición diversa  y que vamos a lograr en algún minuto encontrar puntos comunes ya sea electorales o programáticos, pero que vamos a tener una identidad muy distinta unos de otros.

¿Cómo va a enfrentar la oposición los proyectos de reforma tributaria, isapres, pensiones?

Creo que esos proyectos son complejos porque en definitiva lo que uno puede observar hoy es que tenemos diferencias bien sustanciales al interior de la oposición frente a los temas relevantes y por eso hablo de que estamos en un proceso de transición donde nosotros vamos a tener, probablemente nuestra propia posición, distinta a la que tiene la derecha  que es más hegemónica. Hay diferencias al interior de los propios partidos, si es cosas de mirar cómo está funcionando la Cámara de Diputados. En la propia bancada de la Democracia Cristiana vemos dos almas totalmente distintas, lo mismo ocurre en el partido radical. Estamos en un proceso de cambios que no es de un día para otro, que va a tomar su tiempo, pero que va a provocar cambios profundos en la manera de hacer política en Chile.