Fuente Cambio 21
“Mario Gómez López y su grabadora” ha dejado su huella en el periodismo chileno. Reportero por esencia, hizo de este oficio una forma de vida. Sus crónicas han llevado siempre el sello de la “gente de a pie, de esa que no hace noticia”, como él las describe. Su pluma se conoció en los años 50, la que desde entonces jamás ha bajado. En medios como Puro Chile y Clarín, quedó impreso su sello, al igual que el de su hermano, José Gómez López, el de Eugenio Lira Massi, y el de Luis Alberto “Gato” Gamboa. Todos periodistas de la vieja escuela, de tomo y lomo, estilos que hoy se extrañan. Foto: Mario Gómez junto al fallecido José Miguel Varas, periodista y Premio Nacional de Literatura
En
los 60 su vozarrón y particulares formas de reporteo se vuelven
inconfundibles en la radiotelefonía chilena a través del "Correo de
Minería" y "Reportajes en Primer Plano, con Mario Gómez López y su
grabadora".El Golpe de Estado lo obligó al exilio, pero no logró acallar ni censurar su voz. Desde Radio Moscú, junto al periodista y escritor José Miguel Varas, entre otros, vía onda corta, mantuvo la denuncia constante a la injusticia y barbarie que vivía la patria. En 1983, el Ministerio del Interior autorizó su ingreso al país y fue Radio Chilena, la radio de la Iglesia Católica, "la voz de los sin voz", la que lo albergó.
Ernesto Corona, Jaime Moreno Laval, Miguel Davagnino, Guillermo Hormazábal, Pablo Vildósola, le permitieron la tribuna para denunciar, pero también para aportar a los eslabones de la larga cadena que finalmente se sumaron en lareconquista de la democracia. Hoy, los Consejos Nacional y Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile -el cual contribuyó a fundar, al igual que la primera escuela de periodismo- y más de 150 profesionales de la prensa postulamos a Mario Gómez López al Premio Nacional de Periodismo 2013.
A esta postulación están adhiriendo destacados representantes de ámbitos de la cultura, de las comunicaciones, del arte, del deporte, de la política, de los derechos humanos y de las comunicaciones, entre muchos otros que no han querido restarse.
Mario Gómez López, es un ejemplo de profesionalismo, de compromiso social, de un estilo de periodismo que contribuye a mantener y potenciar los valores de una sociedad. A 40 años del Golpe de Estado, conceder a Mario Gómez López el Premio Nacional de Periodismo será no sólo un justo y merecido reconocimiento en vida, sino que también, a través de él, un homenaje a tantos que ya han partido.
Espero que el jurado tenga altura de miras para valorar en su justa dimensión los méritos profesionales que hacen a este maestro, merecedor del máximo galardón al que un obrero de la pluma puede acceder.
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