Por María Elba Troncoso
En una carta enviada al director de Cambio21, el general (r) Eduardo Iturriaga Neumann, el uniformado con más alto rango preso en el penal de Punta Peuco dijo que el Estado chileno está en deuda con ellos. El condenado ex uniformado firma la misiva como "preso político militar". Está condenado por el crimen del ex jefe del Ejército, general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert
El
ex oficial de Ejército y subdirector de de la Dina, general (R) Eduardo
Iturriaga Neumann, se refirió a los dichos del comandante en jefe del
Ejército general Juan Miguel Fuente Alba, quien pidió una mirada
humanitaria para los presos por causas de derechos humanos.
El condenado hizo llegar una misiva al director de Cambio21, Oscar Reyes, para referirse a lo opinión del alto jefe militar, justificando las graves violaciones a los derechos humanos en la dictadura -de los que responsabilizó a la derecha- y emitió duras palabras para el gobierno y los tribunales. Es más alegó que el Estado chileno está en deuda con los militares que participaron en lo que él denominó como "el pronunciamiento" del 11 de septiembre de 1973.
En la misiva, el oficial de más alto rango detenido en el penal de Punta Peuco, cerca de Til Til y único que se ha rebelado contra la justicia al permanecer prófugo por 52 días el año 2007, hizo hincapié en que sus declaraciones eran en su calidad de "preso político militar".
A sus 75 años, Iturriaga Neumann tiene condenas para permanecer recluido hasta el año 2031, por el asesinato ocurrido en Buenos Aires del comandante en jefe del Ejército, general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert y otras 4 causas de secuestro calificado. Además ha sido investigado por el atentado al ex vicepresidente de la República Bernardo Leighton en Roma y otros crímenes de la operación Colombo, organizada por la DINA, la policía represiva de la dictadura.
Por ser material periodístico y porque poquisímas veces, un condenado por delitos de lesa humanidad emite una opinión sobre hechos de la coyuntura, Cambio21, da a conocer la carta enviada a este medio.
También está reproducida en parte, en un reportaje en la última edición del semanario Cambio 21.
A continuación la carta íntegra:
Señor Director:
Deseo referirme a las declaraciones efectuadas por el Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Miguel Fuente-Alba, en especial desde mi punto de vista como Preso Político Militar.
El General Fuente-Alba expresa dos conceptos:
- En el primero de ellos manifiesta las, según él, excelentes relaciones existentes entre el Ejército y la sociedad chilena, y que esta reconciliación se ha manifestado especialmente por el apoyo prestado a la población chilena después del 27 de Febrero 2010, día del terremoto seguido del tsunami, con el empleo de las II y III Divisiones del Ejército, y Cuerpo Militar del Trabajo, y
- En el segundo, expresa que siente "pena y tristeza" por los más de 30 efectivos en retiro condenados en causas de derechos humanos, y más de 100 procesados por la misma razón, que permanecen "anclados y encadenados" a hechos de hace cuatro décadas, y cuya avanzada edad, y en algunos casos, delicados estados de salud, ameritarían una mirada "humanitaria".
Como es obvio, él emite sus opiniones solo como Comandante en Jefe del Ejército; pero mi mirada como detenido en el Penal de Punta Peuco, necesariamente es mucho más amplia, al convivir diariamente con integrantes de todas la Instituciones de la Defensa Nacional y Carabineros de Chile. Así, estimo que no existirá una verdadera reconciliación de los uniformados con la sociedad chilena, mientras se mantengan en las prisiones de Chile más de 60 condenados de las Fuerzas Armadas y de Orden, y se sigan aumentando los más de 1.000 procesos en su contra. Tampoco el General Fuente-Alba puede decir que tiene una excelente relación con la sociedad chilena, si apenas emitidas sus declaraciones, varias organizaciones y personas ligadas a ellas, lo atacan en forma destemplada e incluso le solicitan la baja del Ejército, exigiendo al gobierno que se pronuncie al respecto.
Naturalmente que no comparto los ataques de que ha sido objeto el General Fuente-Alba. El solo ha dicho verdades y expresado un sentimiento que como uniformado tiene con respecto a la situación que atraviesan integrantes de la Familia Militar, a la que pertenece. Es cierto que casi la totalidad de los presos son de avanzada edad, es cierto de que hay muchos con serios problemas médicos. Ya son 5 los Presos Políticos Militares que han fallecido estando en prisión. Los que lo atacan no pueden defender derechos humanos, si a su vez atacan a chilenos que también tiene derechos humanos, y que no están excluidos de una "mirada humanitaria".
Los más de 60 condenados y más de 1.000 procesados, no son los responsables de los hechos ocurridos en Chile y que condujeron al Pronunciamiento Militar, tampoco son los directamente responsables de los acontecimientos acaecidos durante el Gobierno Militar, ya que en su gran mayoría eran disciplinados subordinados profesionales en sus respetivas instituciones, que tuvieron que enfrentar a terroristas y delincuentes armados que pretendían subvertir el orden en el país, efectuando todo tipo de acciones condenadas por las leyes vigentes.
El Estado de Chile está en deuda con los ex integrantes de la Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile. Sucesivos gobiernos de la Concertación dieron beneficios, indultaron y liberaron a delincuentes y terroristas condenados por subvertir el orden público; sin embargo a los que los combatieron se les siguen negando beneficios e indultos, y continúan presos. Esto agravado con la acción político-judicial de jueces y ministros prevaricadores del Poder Judicial, que buscando escalar en sus respectivas carreras funcionarias no trepidan en procesar y condenar, las más de las veces, sin fundamentos y en base a presunciones.
Conozco diversos casos de los que me acompañan en la prisión, y puedo decir con certeza absoluta que muchos de los condenados son realmente inocentes. Estoy convencido además, que autoridades de gobierno, políticos, miembros del Poder Judicial y parlamentarios, saben que lo que expreso es verdad. ¿Porque mantener entonces esta situación?..., Falta valentía moral, falta realmente una mirada humanitaria, pero lo que hace más falta es una verdadera justicia y sobre todo voluntad política.
Justicia en otorgar los beneficios a los que ex uniformados y civiles presos, tienen un derecho legal, sin acobardarse porque hay sectores de la sociedad chilena que predican el "ni perdón, ni olvido, ni reconciliación". Justicia en otorgar los indultos que sistemáticamente se han negado, justicia en otorgar las libertades condicionales a las que se ha podido postular, como cualquier preso chileno, por cumplir con lo dispuesto por la ley.
Ya es tiempo de hacer caso a los expertos penalistas y constitucionalistas, además de algunos jueces y ministros honestos, que dicen que sí se puede aplicar la Ley de Amnistía vigente, que si se puede aplicar la prescripción y la cosa juzgada; y que el "crimen de lesa humanidad" es aplicable solo desde el momento de su publicación en Chile, como lo estipula la Ley 20.357 del 18 de Julio del 2.009. ¿Porque seguir haciéndole caso a las vociferaciones viscerales y sin fundamento?
Por los contactos que tenemos con los uniformados de las Fuerzas Armadas y Carabineros, con conocimiento de causa, puedo decir que las declaraciones del Comandante en Jefe del Ejército, son compartidas plenamente por esas instituciones.
A 40 años del Pronunciamiento Militar, con condenados que llevan más de 20 años en prisión, con presos que ya tiene el derecho de obtener beneficios y sus libertades condicionales; a la mirada humanitaria de presos viejos y enfermos, debe sumarse la verdadera acción política y de justicia que definitivamente produzca un reencuentro entre las Fuerzas Armadas y de Orden con la sociedad chilena.
Punta Peuco, Julio 2013
Eduardo Iturriaga Neumann
General de División
Preso Político Militar
El condenado hizo llegar una misiva al director de Cambio21, Oscar Reyes, para referirse a lo opinión del alto jefe militar, justificando las graves violaciones a los derechos humanos en la dictadura -de los que responsabilizó a la derecha- y emitió duras palabras para el gobierno y los tribunales. Es más alegó que el Estado chileno está en deuda con los militares que participaron en lo que él denominó como "el pronunciamiento" del 11 de septiembre de 1973.
En la misiva, el oficial de más alto rango detenido en el penal de Punta Peuco, cerca de Til Til y único que se ha rebelado contra la justicia al permanecer prófugo por 52 días el año 2007, hizo hincapié en que sus declaraciones eran en su calidad de "preso político militar".
A sus 75 años, Iturriaga Neumann tiene condenas para permanecer recluido hasta el año 2031, por el asesinato ocurrido en Buenos Aires del comandante en jefe del Ejército, general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert y otras 4 causas de secuestro calificado. Además ha sido investigado por el atentado al ex vicepresidente de la República Bernardo Leighton en Roma y otros crímenes de la operación Colombo, organizada por la DINA, la policía represiva de la dictadura.
Por ser material periodístico y porque poquisímas veces, un condenado por delitos de lesa humanidad emite una opinión sobre hechos de la coyuntura, Cambio21, da a conocer la carta enviada a este medio.
También está reproducida en parte, en un reportaje en la última edición del semanario Cambio 21.
A continuación la carta íntegra:
Señor Director:
Deseo referirme a las declaraciones efectuadas por el Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Miguel Fuente-Alba, en especial desde mi punto de vista como Preso Político Militar.
El General Fuente-Alba expresa dos conceptos:
- En el primero de ellos manifiesta las, según él, excelentes relaciones existentes entre el Ejército y la sociedad chilena, y que esta reconciliación se ha manifestado especialmente por el apoyo prestado a la población chilena después del 27 de Febrero 2010, día del terremoto seguido del tsunami, con el empleo de las II y III Divisiones del Ejército, y Cuerpo Militar del Trabajo, y
- En el segundo, expresa que siente "pena y tristeza" por los más de 30 efectivos en retiro condenados en causas de derechos humanos, y más de 100 procesados por la misma razón, que permanecen "anclados y encadenados" a hechos de hace cuatro décadas, y cuya avanzada edad, y en algunos casos, delicados estados de salud, ameritarían una mirada "humanitaria".
Como es obvio, él emite sus opiniones solo como Comandante en Jefe del Ejército; pero mi mirada como detenido en el Penal de Punta Peuco, necesariamente es mucho más amplia, al convivir diariamente con integrantes de todas la Instituciones de la Defensa Nacional y Carabineros de Chile. Así, estimo que no existirá una verdadera reconciliación de los uniformados con la sociedad chilena, mientras se mantengan en las prisiones de Chile más de 60 condenados de las Fuerzas Armadas y de Orden, y se sigan aumentando los más de 1.000 procesos en su contra. Tampoco el General Fuente-Alba puede decir que tiene una excelente relación con la sociedad chilena, si apenas emitidas sus declaraciones, varias organizaciones y personas ligadas a ellas, lo atacan en forma destemplada e incluso le solicitan la baja del Ejército, exigiendo al gobierno que se pronuncie al respecto.
Naturalmente que no comparto los ataques de que ha sido objeto el General Fuente-Alba. El solo ha dicho verdades y expresado un sentimiento que como uniformado tiene con respecto a la situación que atraviesan integrantes de la Familia Militar, a la que pertenece. Es cierto que casi la totalidad de los presos son de avanzada edad, es cierto de que hay muchos con serios problemas médicos. Ya son 5 los Presos Políticos Militares que han fallecido estando en prisión. Los que lo atacan no pueden defender derechos humanos, si a su vez atacan a chilenos que también tiene derechos humanos, y que no están excluidos de una "mirada humanitaria".
Los más de 60 condenados y más de 1.000 procesados, no son los responsables de los hechos ocurridos en Chile y que condujeron al Pronunciamiento Militar, tampoco son los directamente responsables de los acontecimientos acaecidos durante el Gobierno Militar, ya que en su gran mayoría eran disciplinados subordinados profesionales en sus respetivas instituciones, que tuvieron que enfrentar a terroristas y delincuentes armados que pretendían subvertir el orden en el país, efectuando todo tipo de acciones condenadas por las leyes vigentes.
El Estado de Chile está en deuda con los ex integrantes de la Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile. Sucesivos gobiernos de la Concertación dieron beneficios, indultaron y liberaron a delincuentes y terroristas condenados por subvertir el orden público; sin embargo a los que los combatieron se les siguen negando beneficios e indultos, y continúan presos. Esto agravado con la acción político-judicial de jueces y ministros prevaricadores del Poder Judicial, que buscando escalar en sus respectivas carreras funcionarias no trepidan en procesar y condenar, las más de las veces, sin fundamentos y en base a presunciones.
Conozco diversos casos de los que me acompañan en la prisión, y puedo decir con certeza absoluta que muchos de los condenados son realmente inocentes. Estoy convencido además, que autoridades de gobierno, políticos, miembros del Poder Judicial y parlamentarios, saben que lo que expreso es verdad. ¿Porque mantener entonces esta situación?..., Falta valentía moral, falta realmente una mirada humanitaria, pero lo que hace más falta es una verdadera justicia y sobre todo voluntad política.
Justicia en otorgar los beneficios a los que ex uniformados y civiles presos, tienen un derecho legal, sin acobardarse porque hay sectores de la sociedad chilena que predican el "ni perdón, ni olvido, ni reconciliación". Justicia en otorgar los indultos que sistemáticamente se han negado, justicia en otorgar las libertades condicionales a las que se ha podido postular, como cualquier preso chileno, por cumplir con lo dispuesto por la ley.
Ya es tiempo de hacer caso a los expertos penalistas y constitucionalistas, además de algunos jueces y ministros honestos, que dicen que sí se puede aplicar la Ley de Amnistía vigente, que si se puede aplicar la prescripción y la cosa juzgada; y que el "crimen de lesa humanidad" es aplicable solo desde el momento de su publicación en Chile, como lo estipula la Ley 20.357 del 18 de Julio del 2.009. ¿Porque seguir haciéndole caso a las vociferaciones viscerales y sin fundamento?
Por los contactos que tenemos con los uniformados de las Fuerzas Armadas y Carabineros, con conocimiento de causa, puedo decir que las declaraciones del Comandante en Jefe del Ejército, son compartidas plenamente por esas instituciones.
A 40 años del Pronunciamiento Militar, con condenados que llevan más de 20 años en prisión, con presos que ya tiene el derecho de obtener beneficios y sus libertades condicionales; a la mirada humanitaria de presos viejos y enfermos, debe sumarse la verdadera acción política y de justicia que definitivamente produzca un reencuentro entre las Fuerzas Armadas y de Orden con la sociedad chilena.
Punta Peuco, Julio 2013
Eduardo Iturriaga Neumann
General de División
Preso Político Militar
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