por El Mostrador 24 junio, 2021
Un tribunal de Australia se pronunció este jueves a favor de la extradición a Chile de Adriana Rivas, presunta torturadora del régimen del general Augusto Pinochet y acusada en el país latinoamericano por la desaparición de siete personas en la década de 1970, entre ellas una embarazada.
La jueza Wendy Jane Abraham del Tribunal Federal Australiano dijo en una breve sesión en Sídney que Rivas "es elegible" para la extradición, al desestimar la apelación que hizo la defensa de la exagente de Pinochet contra el fallo de una instancia inferior, emitido el 29 de octubre y que accedía a su entrega a Chile.
La jueza también ordenó en la vista de este jueves, a la que accedió Efe por videoconferencia, que Rivas pague los costes legales del Estado chileno, que representó a Chile para pedir la extradición.
La vista se celebró de forma virtual debido a las restricciones de distanciamiento físico y límites a las reuniones impuestas en la ciudad de Sídney por un brote de la covid-19.
El fallo aún puede ser apelado ante el pleno de los magistrados del Tribunal Federal Australiano, aunque solamente basándose en la posibilidad de que exista un error en la interpretación o aplicación de la ley, explicó a Efe la abogada Adriana Navarro, quien representa a los familiares de seis de las víctimas atribuidas a Rivas.
Sin embargo, "es difícil pensar que pueda tener éxito allí", agregó Navarro, quien expresó en nombre de los familiares su "felicidad" porque la jueza rechazó "la totalidad de los argumentos de Rivas" y confirmó su extradición por los siete cargos de secuestro agravado.
También agregó que los familiares expresaron su "agradecimiento" por la labor de los abogados y el apoyo de la comunidad hispana en Australia.
Se presume que la ciudadana chilena, de 68 años, detenida y recluida en una prisión de la ciudad de Sídney desde febrero de 2019, formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta de Pinochet), en donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.
A Rivas, quien defiende su inocencia, se le atribuye una presunta participación en el "secuestro agravado" de Víctor Díaz, quien fuera subsecretario del Partido Comunista de Chile, en 1976.
También se le ha implicado en la desaparición de Fernando Navarro, Lincoyán Berríos, Horacio Cepeda, Juan Fernando Ortíz, Héctor Veliz y Reinalda Pereira, quien estaba embarazada en el momento de su detención.
Rivas, quien niega haber participado en torturas o asesinatos, viajó en 1978 con el que fue su marido a Australia, donde residió después en una vivienda subvencionada en el barrio de Bondi, en el este de Sídney, y se dedicó durante 30 años a labores de limpieza y cuidado de niños.
En 2006 viajó a Chile, donde fue detenida por los casos vinculados a su extradición, aunque después logró escapar y volver tres años más tarde a Australia.
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