José Pepe Mujica, que se encuentra alejado de los eventos públicos por su tratamiento de radioterapia contra el cáncer,  reapareció por sorpresa en un acto de cierre de campaña electoral de su sector político que se celebraba en Montevideo. El expresidente de Uruguay (2010-2015) dio un emotivo discurso que sonaba a despedida: “Soy un anciano que está muy cerca de emprender la retirada de donde no se vuelve”, afirmó desde el escenario, al que había invitado a subir su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky.  

Hacia el final del acto del Movimiento de Participación Popular (MPP), un sector de la coalición de izquierda Frente Amplio (FA), en el que estaba previsto un discurso de Topolansky, y antes de que hablara el candidato presidencial por el FA, Yamandú Orsi, la exsenadora sorprendió con una introducción inesperada.

El expresidente de Uruguay, José Mujica, saluda al público en el acto de cierre de campaña de su sector político, en Montevideo el sábado

“Es la primera vez en los últimos 40 años que no participo en una campaña electoral estando el resto y lo hago porque estoy peleando con la muerte, al final del partido, absolutamente convencido y consciente, pero tenía que venir hoy acá, por lo que simbolizan ustedes”, explicó Mujica.

“Soy un anciano que está muy cerca de emprender la retirada de donde no se vuelve, pero soy feliz porque están ustedes, porque cuando mis brazos se vayan habrá miles de brazos sustituyendo la lucha y toda mi vida dije que los mejores dirigentes son los que dejan una barra que los supera con ventaja”, añadió provocando alguna que otra lágrima entre el público.

Mencionó que hoy está vivo por su “compañera” y por “otra mujer”, que es su doctora. Además del cáncer, el exgobernante ha estado ingresado varias veces en el hospital para tratar sus consecuencias a nivel digestivo. 

Insistió en que la “lucha” a la que, dijo, dedicó su vida acompañado por Topolansky “continúa” y reflexionó que las nuevas generaciones “van a vivir un cambio en el mundo que no ha conocido la humanidad”. 

“La inteligencia va a ser tan importante como el capital, lo que significa que la formación terciaria se va a imponer (...) Por eso hay que pelear por el desarrollo, para tener los medios económicos que se puedan meter en la cabeza de los que vengan”, indicó. Este “es el desafío más grande que tiene el país” remarcó el exgobernante.

Para afrontar dicho desafió, señaló, “hay que hablar con todo el país, no tener un Ejecutivo encerrado en sí mismo” y lograr que las fuerzas políticas acuerden “cuatro o cinco cosas nacionales para pelearla”.

“No al odio, no a la confrontación. Hay que trabajar por la esperanza”, resumió antes de añadir “tengo que darle gracias a la vida, porque cuando estos brazos se vayan van a haber miles de brazos. Gracias por existir. Hasta siempre”.