Por: El Mostrador
El episodio se produjo cuando al término de la alocución de Alinco, Browne se acercó a su escritorio para manifestarle que las denuncias contra Martínez están siendo investigadas y que hay otras instancias para hacer ese tipo de acusaciones.
Ante ello, el legislador independiente reaccionó poniéndose de pie, dándole un empujón y haciendo amago de intentar golpear a Browne, lo que fue impedido por su par radical Fernando Meza cuando el legislador por Aysén ya había comenzado a remangarse la camisa y parecía fuera de control.
Este incidente fue la culminación de una larga lista de denuncias de corrupción que hizo Alinco, partiendo por acusar a sus pares de no dar cuenta ni de sus viáticos ni de la razón de sus viajes al extranjero que son costeados por el Poder Legislativo. “En este Congreso nadie da cuenta de lo que fue a hacer al extranjero, ni menos de las platas”, y que “hay parlamentarios que abusan de su poder y del cargo, de viajes al extranjero y viáticos”.
También denunció la existencia de “tráfico de influencias”, no sólo entre parlamentarios, sino también entre los funcionarios de la Cámara, citando como ejemplo que algunos parientes que estudian Derecho están contratados como abogados. “¿Qué es eso sino tráfico de influencias?”, se preguntó Alinco.
En el largo listado de irregularidades del que hizo gala, mencionó casos de subcontratación y acoso sexual, por lo que exigió que la Comisión de Ética actúe, “pero que actúe de verdad”, pero principalmente, que una comisión externa fiscalice a la Cámara y los parlamentarios y sus atribuciones, pues a su juicio, “aquí se tapa un escándalo con otro escándalo”.
En este contexto Alinco insistió en que “tiene que ser una comisión externa la que nos fiscalice, porque nosotros no nos vamos a encontrar ninguna falla”.
Finalmente, concluyó su intervención tildando de “asesino” al diputado Martínez, que está siendo investigado por supuestos delitos cometidos durante la dictadura, por estimar que una persona con estos antecedentes no debiera estar habilitado para ser parlamentario.
La intervención de Alinco generó múltiples reacciones de sus pares, varios de los cuales estiman que sus denuncias fueron hechas al boleo, bajo la protección de su fuero parlamentario, aparentemente sin pruebas ni nombres. Tanto es así, que el propio denunciante, consciente de ello, señaló a la salida de la sala que “seguramente me van a pedir pruebas y prácticamente que yo haga la investigación”.
Sin embargo, también están los que admiten que al interior del Congreso existen prácticas irregulares, las que nunca se han indagado a fondo.
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