Este 13 de junio, se verificó una masiva marcha estudiantil por la
educación, al final de la cual se suscitaron enfrentamientos entre
manifestantes y fuerzas antimotines de Carabineros. Estos incidentes
habrían arrojado más de 200 detenidos en Santiago, numerosos heridos y
la sede central de la Universidad de Chile violentada por la policía.
Ante esta situación, nuestro sindicato, testigo directo de estos hechos, debe informar lo siguiente:
Dos de las decenas de adolescentes y jóvenes arrestadas en Mapocho
-
Muchos de los arrestados en el sector Mapocho fueron chicas escolares
menores de edad. La inmensa mayoría no estaban cometiendo desmanes y
fueron tomadas (os) al azar, aplicando una táctica represiva que
consiste en sembrar la inseguridad y el temor entre los manifestantes,
tratando de obligarlos a abandonar la zona para evitarse detenciones
arbitrarias y golpizas.
Entre esos jóvenes estuvo Pedro Aguilera, de 16 años, presidente del Centro de Alumnos del Liceo Barros Borgoño, quien fue atacado con extrema violencia, arrastrado, golpeado y dejado en estado inconciente.
- En
el costado de la casa central de la U. de Chile, que da hacia la calle
Arturo Prat, se suscitaron fuertes enfrentamientos entre jóvenes y
carros lanzaaguas de Carabineros, pero estos no afectaban al frontis del
edificio, donde habían estudiantes apostados en sus ventanales,
agitando banderas, sin protagonizar incidentes. A pesar de esto, la
policía ingresó por la puerta central, lanzó nubes de gas lacrimógeno a
su interior y procedió a golpear a los ocupantes afixiados, generando el caos.
El
pretexto para invadir la sede universitaria fue que desde su interior
se lanzó una bomba incendiaria contra vehículos policiales. Un video
filmado desde la esquina de Arturo Prat con Alameda, donde estaban
apostados carabineros, uno de ellos con una filmadora, muestra el
momento preciso en que el vehículo recibe la bomba de frente, lanzada
por un encapuchado que estaba en la calle. No en el interior de la
universidad.
-
En ese mismo lugar los carros atacaron a reporteros gráficos, tratando
de dañarles sus equipos e impedirles registrar los brutales arrestos que
se cometieron. No contentos con ello y sin más explicación, los
obligaron a retirarse hacia Alameda, para evitar que fotografiaran el
estado calamitoso de los detenidos.
Lejos de condenar estas situaciones, el ministro de Interior, Andrés Chadwick, ha
respaldado el actuar de Carabineros, lo cual deja en claro que la
policía cuenta con “carta blanca” para cometer todo tipo de abusos en
función de aplastar la movilización social.
Ante
esta situación no hay otra alternativa: la lucha debe continuar y con
ella la acción de la prensa popular, que acompaña el combate de miles de
jóvenes contra el Estado policial chileno.
A organizar mejor lucha. A fortalecer la solidaridad y la autoprotección.
A defender el derecho a la información frente a la censura y la violencia estatal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario