Por Lorena Venegas
El juez Mario Carroza lleva la querella contra los instigadores del golpe de Estado y llamó a interrogación al polémico cura. Pero para Roberto Thieme, fundador del movimiento nacionalista de ultra derecha, no ocurrirá nada porque los poderes fácticos y el sistema lo protegen.
Los
crímenes de la dictadura tienen a sus ejecutores claros: miembros del
Ejército, de la CNI y la DINA. De ahí a conocer el nombre y apellidos de
todos, además de situarlos tras las rejas, es una historia mucho más
compleja.
Las estrategias para derrocar al gobierno de Salvador Allende venían mucho antes de las amenazas y protestas contra el funcionamiento de este. Así como también, el bombardeo a La Moneda, desapariciones y crímenes no partieron en el momento de la detención y posterior tortura, sino que se gestaron desde oficinas y reuniones secretas.
Ya sabemos quienes son los que torturaron, dispararon y mataron. Recibían órdenes de intelectuales que se preocuparon de planificar y de ocultar cada uno de los horrores cometidos. Políticos, empresarios, simples ciudadanos, profesionales y religiosos que apoyaron las acciones que comandaba el dictador Augusto Pinochet.
Velaron por sus intereses y en silencio aplaudieron las decisiones del autoproclamado Presidente de Chile. Algunos de ellos, llenos de orgullo rindieron tributo en Chacarillas y lucharon por el SÍ en el plebiscito de 1988. Los mismos que el pasado 11 de septiembre Sebastián Piñera, calificó como "cómplices pasivos" del régimen militar.
Los instigadores del golpe
En septiembre pasado, se abrió por el magistrado Mario Carroza la causa que busca indagar sobre la gestación del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. En ella, aparecen figuras devotas a la imagen de Pinochet, como el dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards, y el sacerdote Raúl Hasbún.
En respuesta a una querella presentada por familiares de ejecutados políticos, las investigaciones establecerán eventuales delitos de civiles en los hechos previos y posteriores al derrocamiento de Allende; si hubo delito de alzamiento y sublevación de personas entre civiles chilenos que coordinaron con Estados Unidos la operación en contra del gobierno de la Unidad Popular.
Fue el abogado Eduardo Contreras, quien presentó esta querella en 2012, donde destacó el papel de organismos de Estado antes del golpe, y enfatizó en que estos delitos no pueden ser prescritos.
"Los antecedentes los conocen todos los chilenos, la Corte Suprema dirigida por Urrutia Manzano es uno de los autores del golpe, porque hizo declaraciones previas. Yo era diputado, la Cámara y su famoso acuerdo de agosto del 71 es un acto golpista. Ni la Corte Suprema ni la Cámara de Diputados tenían facultades para acusar de inconstitucional el gobierno del Presidente Allende, además que era falso. Por lo tanto, son actos sediciosos, actos subversivos, y el alzamiento armado contra un gobierno constitucional es de lesa humanidad, por lo tanto, imprescriptible", afirmó Contreras quien ha destacado por su defensa de los derechos humanos.
"En derecho penal un delito tiene un desarrollo. El hecho penal comenzó cuando se gestó la planificación del golpe y de quienes lo apoyaron y alentaron, para llevar necesariamente la representación del resultado: muertes, torturas. Por lo mismo, ellos aparecían como instigadores del atentado", explicó a Cambio21 el ex abogado de la Vicaría de la Solidaridad Luis Toro.
Además, agregó que "en materia estricta penal lo que se está investigando es que el juez determine si el señor Raúl Hasbún estuvo de acuerdo en que se rompiera la constitucionalidad chilena, porque ahí se gestaría la violación a los derechos humanos. Pero estoy seguro que si apoyó la representación de este golpe, es culpable".
"No me cabe duda que el diario El Mercurio jugó un papel importante en todo este procedimiento, personificado en Edwards, además por sus nexos internacionales no desmentidos con la CIA y la desclasificación a su vez de los eventos, por lo mismo está establecida su participación directa. Los cómplices y responsables políticos de las violaciones son todos aquellos civiles que participaron en la dictadura en conocimiento de los horrores que se cometían", concluyó Toro.
La túnica de la dictadura
El sacerdote Raúl Hasbún nunca guardó silencio sobre sus preferencias políticas. No le gustaba el gobierno de Salvador Allende y por el contrario, se mostraba cercano al ejército situado a la sombra de Pinochet. Hoy está bajo interrogatorio por su participación cívica en la instauración de la dictadura.
Además, cabe recordar que pocos meses antes del bombardeo a La Moneda, fue acusado de cómplice en el asesinato del obrero Jorge Tomás Henríquez G., que murió en marzo de ese mismo año y que pese a que no tenía posiciones políticas, tenía una misión: proteger el equipo con el que el gobierno de Salvador Allende interfería la transmisión de Canal 13, que por esos años tenía a Hasbún de director de la Corporación de Televisión de la Universidad Católica de Chile.
En Cambio21, conversamos con el fundador del movimiento Patria y Libertad, Roberto Thieme, protagonista de muchos de los eventos acaecidos esos año, para conocer su visión desde otra óptica.
¿Cuál es la imagen del sacerdote Raúl Hasbún?
La Iglesia Católica siempre ha sido un poder fáctico de Chile y estado interventor. Juega todas las líneas políticas de todos los sectores, y Hasbún es la cuña que ha tenido hasta hoy día a favor de la dictadura y toda la defensa del régimen militar. Y todavía él sigue vigente públicamente hablando a los chilenos, entonces aún pesa en la formación de opinión en Chile.
¿Usted lo conoció y compartió con él?
Lo vi en las misas militares, cuando yo estaba casado con Lucía Pinochet y vivíamos en Miami. Veníamos a pasar fiestas o algún acontecimiento por ejemplo de Fiestas Patrias y él estaba ahí. Tiene un vínculo con el Ejército de Chile muy grande y profundo hasta hoy.
Él tiene una causa que fue sobreseída...
En la época de Allende en el famoso caso Concepción. Patria y Libertad manda a solicitud del cura Hasbún, a un grupo técnico ha desactivar la interferencia de la señal de Canal 13 en esa ciudad . Cuando el equipo técnico capta el problema, para tratar de hacer el operativo amordazan a un cuidador nocturno que había ahí y ese hombre muere, porque tenía una enfermedad cardiaca y tras eso se produce la muerte accidental.
¿Usted cree que el cura Hasbún tiene información sobre detenidos desaparecidos y lo que ocurrió el 11 de septiembre?
Yo soy un extra sistémico, apolítico y no le llevo el juego de la hipocresía de todos los sectores políticos que siguen salvando al Ejército de todas las atrocidades que se cometieron y le cargan la cuenta a subalternos como Contreras y todos esos mandos medios de la época. Todos los altos generales de la época, dirigentes hasta hoy día, hasta este nuevo comandante en Jefe del Ejército el señor Oviedo, son todos cómplices de la dictadura y son todos amigos del señor Hasbún. Y la rama derechista de la Iglesia Católica, o sea no podemos irnos a Hasbún como un caso particular, él pertenece a una institución poderosísima que interviene los asuntos internos de Chile descaradamente con Ezzati a la cabeza.
Entonces, ¿lo calificaría como cómplice de los crímenes de la dictadura?
Por supuesto, no solo es pasivo sino que también activo. Él sigue hasta ahora opinando de política y sociedad e influyendo en la opinión pública. Y por supuesto en el Ejército, o sea vamos a ver qué misas hace con los militares chilenos vendidos a Estados Unidos. Cuando se les muere alguien invitan a Hasbún, porque ya no pueden invitar a O'Reilly por lo que ya sabemos, pero la Iglesia tiene una derecha muy fuerte en Chile, no solo por los Opus Dei y los Legionarios. Estoy hablando de la iglesia institucional dirigida por Ezzati.
¿Cree usted que tras esta querella revelará información?
No, bajo ningún motivo, él es leal al Ejército y a la rama derechista que dirige el sr Ezzati.
A su juicio, ¿quiénes deberían estar también sentados bajo interrogatorio?
Para empezar a todos los generales y almirantes retirados, hoy día con pensiones millonarias, que constituyeron la Junta de gobierno militar y las comisiones legislativas. Porque recordemos que la dictadura tuvo pseudo legalistas con el poder legislativo y de esa junta todavía existe gente como mencioné, que sabe todo lo que pasó y que son responsables políticos y directos de toda la revolución militar, partiendo por el ex general Matthei.
¿Ezzati debiera ser también uno de ellos?
Yo soy un libre pensador y soy ateo. Más allá de respetar las ideas, creo que la Iglesia Católica en Chile es un poder que interviene en todas las áreas del Estado, en todos los gobiernos, y Ezzati es un peón del sistema.
¿Cómo se explica que su figura siga representando a la Iglesia Católica?
Qué le parece a usted que los otros que han sido autores de violaciones a menores y partícipes de la pedofilia, por esta aberración del celibato, han sido todos protegidos por la misma Iglesia. Veamos si hay alguno expulsado o alguno que esté enjuiciado, los siguen defendiendo como a Karadima, se defienden entre ellos. Asi que no esperen nada de Hasbún, lo va a proteger el sistema y el poder judicial que está compuesto por el ala masónica por un lado y la católica por el otro, lo van a blanquear y saldrá sin pena ni gloria.
Las estrategias para derrocar al gobierno de Salvador Allende venían mucho antes de las amenazas y protestas contra el funcionamiento de este. Así como también, el bombardeo a La Moneda, desapariciones y crímenes no partieron en el momento de la detención y posterior tortura, sino que se gestaron desde oficinas y reuniones secretas.
Ya sabemos quienes son los que torturaron, dispararon y mataron. Recibían órdenes de intelectuales que se preocuparon de planificar y de ocultar cada uno de los horrores cometidos. Políticos, empresarios, simples ciudadanos, profesionales y religiosos que apoyaron las acciones que comandaba el dictador Augusto Pinochet.
Velaron por sus intereses y en silencio aplaudieron las decisiones del autoproclamado Presidente de Chile. Algunos de ellos, llenos de orgullo rindieron tributo en Chacarillas y lucharon por el SÍ en el plebiscito de 1988. Los mismos que el pasado 11 de septiembre Sebastián Piñera, calificó como "cómplices pasivos" del régimen militar.
Los instigadores del golpe
En septiembre pasado, se abrió por el magistrado Mario Carroza la causa que busca indagar sobre la gestación del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. En ella, aparecen figuras devotas a la imagen de Pinochet, como el dueño del diario El Mercurio, Agustín Edwards, y el sacerdote Raúl Hasbún.
En respuesta a una querella presentada por familiares de ejecutados políticos, las investigaciones establecerán eventuales delitos de civiles en los hechos previos y posteriores al derrocamiento de Allende; si hubo delito de alzamiento y sublevación de personas entre civiles chilenos que coordinaron con Estados Unidos la operación en contra del gobierno de la Unidad Popular.
Fue el abogado Eduardo Contreras, quien presentó esta querella en 2012, donde destacó el papel de organismos de Estado antes del golpe, y enfatizó en que estos delitos no pueden ser prescritos.
"Los antecedentes los conocen todos los chilenos, la Corte Suprema dirigida por Urrutia Manzano es uno de los autores del golpe, porque hizo declaraciones previas. Yo era diputado, la Cámara y su famoso acuerdo de agosto del 71 es un acto golpista. Ni la Corte Suprema ni la Cámara de Diputados tenían facultades para acusar de inconstitucional el gobierno del Presidente Allende, además que era falso. Por lo tanto, son actos sediciosos, actos subversivos, y el alzamiento armado contra un gobierno constitucional es de lesa humanidad, por lo tanto, imprescriptible", afirmó Contreras quien ha destacado por su defensa de los derechos humanos.
"En derecho penal un delito tiene un desarrollo. El hecho penal comenzó cuando se gestó la planificación del golpe y de quienes lo apoyaron y alentaron, para llevar necesariamente la representación del resultado: muertes, torturas. Por lo mismo, ellos aparecían como instigadores del atentado", explicó a Cambio21 el ex abogado de la Vicaría de la Solidaridad Luis Toro.
Además, agregó que "en materia estricta penal lo que se está investigando es que el juez determine si el señor Raúl Hasbún estuvo de acuerdo en que se rompiera la constitucionalidad chilena, porque ahí se gestaría la violación a los derechos humanos. Pero estoy seguro que si apoyó la representación de este golpe, es culpable".
"No me cabe duda que el diario El Mercurio jugó un papel importante en todo este procedimiento, personificado en Edwards, además por sus nexos internacionales no desmentidos con la CIA y la desclasificación a su vez de los eventos, por lo mismo está establecida su participación directa. Los cómplices y responsables políticos de las violaciones son todos aquellos civiles que participaron en la dictadura en conocimiento de los horrores que se cometían", concluyó Toro.
La túnica de la dictadura
El sacerdote Raúl Hasbún nunca guardó silencio sobre sus preferencias políticas. No le gustaba el gobierno de Salvador Allende y por el contrario, se mostraba cercano al ejército situado a la sombra de Pinochet. Hoy está bajo interrogatorio por su participación cívica en la instauración de la dictadura.
Además, cabe recordar que pocos meses antes del bombardeo a La Moneda, fue acusado de cómplice en el asesinato del obrero Jorge Tomás Henríquez G., que murió en marzo de ese mismo año y que pese a que no tenía posiciones políticas, tenía una misión: proteger el equipo con el que el gobierno de Salvador Allende interfería la transmisión de Canal 13, que por esos años tenía a Hasbún de director de la Corporación de Televisión de la Universidad Católica de Chile.
En Cambio21, conversamos con el fundador del movimiento Patria y Libertad, Roberto Thieme, protagonista de muchos de los eventos acaecidos esos año, para conocer su visión desde otra óptica.
¿Cuál es la imagen del sacerdote Raúl Hasbún?
La Iglesia Católica siempre ha sido un poder fáctico de Chile y estado interventor. Juega todas las líneas políticas de todos los sectores, y Hasbún es la cuña que ha tenido hasta hoy día a favor de la dictadura y toda la defensa del régimen militar. Y todavía él sigue vigente públicamente hablando a los chilenos, entonces aún pesa en la formación de opinión en Chile.
¿Usted lo conoció y compartió con él?
Lo vi en las misas militares, cuando yo estaba casado con Lucía Pinochet y vivíamos en Miami. Veníamos a pasar fiestas o algún acontecimiento por ejemplo de Fiestas Patrias y él estaba ahí. Tiene un vínculo con el Ejército de Chile muy grande y profundo hasta hoy.
Él tiene una causa que fue sobreseída...
En la época de Allende en el famoso caso Concepción. Patria y Libertad manda a solicitud del cura Hasbún, a un grupo técnico ha desactivar la interferencia de la señal de Canal 13 en esa ciudad . Cuando el equipo técnico capta el problema, para tratar de hacer el operativo amordazan a un cuidador nocturno que había ahí y ese hombre muere, porque tenía una enfermedad cardiaca y tras eso se produce la muerte accidental.
¿Usted cree que el cura Hasbún tiene información sobre detenidos desaparecidos y lo que ocurrió el 11 de septiembre?
Yo soy un extra sistémico, apolítico y no le llevo el juego de la hipocresía de todos los sectores políticos que siguen salvando al Ejército de todas las atrocidades que se cometieron y le cargan la cuenta a subalternos como Contreras y todos esos mandos medios de la época. Todos los altos generales de la época, dirigentes hasta hoy día, hasta este nuevo comandante en Jefe del Ejército el señor Oviedo, son todos cómplices de la dictadura y son todos amigos del señor Hasbún. Y la rama derechista de la Iglesia Católica, o sea no podemos irnos a Hasbún como un caso particular, él pertenece a una institución poderosísima que interviene los asuntos internos de Chile descaradamente con Ezzati a la cabeza.
Entonces, ¿lo calificaría como cómplice de los crímenes de la dictadura?
Por supuesto, no solo es pasivo sino que también activo. Él sigue hasta ahora opinando de política y sociedad e influyendo en la opinión pública. Y por supuesto en el Ejército, o sea vamos a ver qué misas hace con los militares chilenos vendidos a Estados Unidos. Cuando se les muere alguien invitan a Hasbún, porque ya no pueden invitar a O'Reilly por lo que ya sabemos, pero la Iglesia tiene una derecha muy fuerte en Chile, no solo por los Opus Dei y los Legionarios. Estoy hablando de la iglesia institucional dirigida por Ezzati.
¿Cree usted que tras esta querella revelará información?
No, bajo ningún motivo, él es leal al Ejército y a la rama derechista que dirige el sr Ezzati.
A su juicio, ¿quiénes deberían estar también sentados bajo interrogatorio?
Para empezar a todos los generales y almirantes retirados, hoy día con pensiones millonarias, que constituyeron la Junta de gobierno militar y las comisiones legislativas. Porque recordemos que la dictadura tuvo pseudo legalistas con el poder legislativo y de esa junta todavía existe gente como mencioné, que sabe todo lo que pasó y que son responsables políticos y directos de toda la revolución militar, partiendo por el ex general Matthei.
¿Ezzati debiera ser también uno de ellos?
Yo soy un libre pensador y soy ateo. Más allá de respetar las ideas, creo que la Iglesia Católica en Chile es un poder que interviene en todas las áreas del Estado, en todos los gobiernos, y Ezzati es un peón del sistema.
¿Cómo se explica que su figura siga representando a la Iglesia Católica?
Qué le parece a usted que los otros que han sido autores de violaciones a menores y partícipes de la pedofilia, por esta aberración del celibato, han sido todos protegidos por la misma Iglesia. Veamos si hay alguno expulsado o alguno que esté enjuiciado, los siguen defendiendo como a Karadima, se defienden entre ellos. Asi que no esperen nada de Hasbún, lo va a proteger el sistema y el poder judicial que está compuesto por el ala masónica por un lado y la católica por el otro, lo van a blanquear y saldrá sin pena ni gloria.
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