El 24 de febrero empezó la sesión 43 del Consejo de Derechos Humanos en la sede de Naciones Unidas de Ginebra, Suiza. Es la sesión más importante del año.
Diferentes temas se tratarán en el Palacio de Naciones Unidas durante las próximas cuatro semanas. Unos, más que otros: al principio de la Agenda, las relaciones siempre más delicadas entre Estados Unidos y China, el cambio climático, la base de datos sobre las empresas israelíes en los territorios palestinos ocupados, y el fenómeno de las manifestaciones pacíficas que está tocando actualmente ya a 80 países distintos en el mundo, entre otros, a Chile.
“Los derechos humanos enfrentan pocas pruebas mayores que cuando surgen conflictos, ataques terroristas o huelgas de desastres”, declara Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas. “Los derechos humanos internacionales, el derecho de los refugiados y el derecho humanitario pueden restaurar una medida de la humanidad incluso en los momentos más oscuros. Permítanme subrayar que incluso los esfuerzos necesarios para combatir el terrorismo no deben comprometer los derechos humanos. De lo contrario, las acciones antiterroristas serán contraproducentes.
“Esta agenda tendrá en cuenta las diferencias de edad, género y diversidad entre las personas a las que servimos. Se centrará aún más en la protección de las minorías y los derechos de los pueblos indígenas”, sigue Antonio Guterres.
Entre las varias temáticas, el Secretario General destacó lo de la participación ciudadana y la acción colectiva en general, temas que están tomando siempre más fuerza y vigor enseguida a las varias manifestaciones pacíficas que se están actuando ya en varias regiones del mundo.
“En todo el mundo, el espacio cívico se está reduciendo. Y a medida que se reduce, los derechos humanos también se reducen. Las leyes punitivas están aumentando, con restricciones crecientes sobre las libertades de expresión, religión, participación, reunión y asociación. Los periodistas, los defensores de los derechos humanos y los activistas ambientales, especialmente las mujeres, están cada vez más amenazados, al igual que su compromiso es esencial para el logro de la justicia”, denuncia el Secretario General.
“Las nuevas tecnologías ciertamente han permitido a la sociedad civil organizarse mejor, pero también han dado a las autoridades medios sin precedentes para controlar las idas y venidas de todos y restringir las libertades. Las Naciones Unidas simplemente no podrían cumplir su misión sin la participación activa de la sociedad civil. Estamos redoblando nuestros esfuerzos para que las voces de la sociedad civil se escuchen siempre en los órganos y entidades de las Naciones Unidas, con especial atención a las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y los jóvenes. Esta crisis global muestra cuán necesario es tener plenamente en cuenta los derechos de las generaciones futuras en las decisiones tomadas hoy”.
Durante los próximos días serán analizadas más en detalles la situación de cada país. En particular, por lo que es de América Latina, se espera una actualización de la parte del Alto Comisionado por los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la situación en Colombia, respecto al tema de los líderes sociales asesinados.
Todavía no habrá mucha información sobre Chile. “Es un tema demasiado reciente”, afirma la Presidenta del Consejo de Derechos Humanos de este año, Elisabeth Tichy-Fisslberger, embajadora de Austria. “Además, no se trata de una situación tan crítica como la de Siria, por ejemplo”, sigue la embajadora.
Sin embargo, un evento paralelo al Consejo de Derechos Humanos está previsto para el día 26 de febrero, organizado por la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM), en la cual participará Matías Orellana, una de las víctimas de traumas oculares, (445 al día 18 de febrero según informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos).
Matías perdió su ojo derecho en la madrugada del 1° de enero, por una lacrimógena. Actualmente se encuentra en una gira por Europa, para denunciar las violaciones de los derechos humanos y el terrorismo de Estado que se está cumpliendo hoy en día en Chile, así como para explicar la importancia de la movilización ciudadana.
El tema de la acción colectiva será un eje central, tanto por la gira de Matías como por la 43° sesión del Consejo de Derechos Humanos. “Mi llamado coloca los derechos humanos en el centro de la acción colectiva que necesitamos para enfrentar las crisis de hoy. El multilateralismo debe ser más inclusivo, establecer redes y articularse en torno a los derechos humanos. Aprovecharemos todas las oportunidades para involucrarnos con diferentes partes interesadas, en particular los Estados miembros, en cuestiones humanitarias y de derechos humanos, incluido un mayor apoyo a las instituciones de derechos humanos. Fortaleceremos nuestras acciones para desarrollar capacidades y apoyar las instituciones estatales y la sociedad civil”, concluye su discurso el Secretario General de Naciones Unidas.
Por Elena Rusca
en Ginebra
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