Miles de personas volvieron a reunirse este 21 de febrero en la Plaza Italia de Santiago para protestar en contra del gobierno de Sebastián Piñera y en favor de reformas sociales en Chile, con incidentes aislados de choques con los cuerpos de seguridad, así lo reseña la agencia DW.
Las movilizaciones, que comenzaron el 18 de octubre del año pasado, han quedado relegadas casi exclusivamente a los viernes y -aunque han perdido fuerza- sigue existiendo descontento en las calles, pese a las medidas sociales anunciadas por el Gobierno y al plebiscito sobre una nueva Constitución que tendrá lugar el próximo 26 de abril, dice la nota.
La protesta de este viernes también fue repetida en otros puntos del país, como en Antofagasta, donde al menos un centenar de personas marchó por una de las principales avenidas costeras. En la capital, y de forma similar a lo acostumbrado desde hace más de cuatro meses, miles de personas comenzaron a congregarse al caer la tarde en los alrededores de la plaza, rebautizada por quienes se manifiestan como «Plaza de la Dignidad», epicentro de la revuelta social que estalló en octubre.
En Santiago -en paralelo al ambiente festivo que suele reinar en las manifestaciones, con música, cánticos, pancartas, banderas y disfraces- se produjeron algunos enfrentamientos entre manifestantes y agentes de policía. En medio de estos incidentes, se reportó que un niño recibió presuntamente el impacto de una bomba lacrimógena en la cabeza, quedando inconsciente en un primer momento, siendo luego reanimado y trasladado a un centro de atención médica.
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