La U. de Chile premió su labor en la defensa de los derechos humanos a través de su trabajo en medios como Fortín Mapocho y La Nación, y su obra “El muro y la montaña”. En esta entrevista, reflexiona sobre su compromiso con la verdad y los desafíos actuales en la libertad de expresión en Chile.
Este jueves, en una ceremonia en la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, se entregó el Premio Libertad de Expresión José Carrasco Tapia.
Este galardón, que honra la memoria del periodista asesinado por la dictadura en 1986, destaca a aquellos profesionales cuya labor periodística ha sido un baluarte en la defensa de los derechos humanos y la libertad de prensa. En su primera edición, anunciada en el marco del aniversario 70 de la Escuela de Periodismo de la U. de Chile, en la categoría “Trayectoria”, el reconocimiento recayó en Jorge “Gato” Escalante, periodista cuya vida ha estado marcada por un inquebrantable compromiso con la verdad y la justicia.
Jorge “Gato” Escalante es una figura icónica en el periodismo de investigación en Chile. Su trabajo en medios como Fortín Mapocho y La Nación fue sido fundamental para destapar verdades incómodas y denunciar las violaciones de derechos humanos durante y después de la dictadura.
Su libro “El muro y la montaña” es una obra clave que entrelaza su propia historia con la de un país que lucha por recordar y sanar sus heridas. Este reconocimiento no solo celebra su trayectoria, sino que también sirve como un recordatorio del poder y la responsabilidad del periodismo en tiempos de crisis.
En una conversación íntima y reflexiva, Escalante compartió sus pensamientos sobre este galardón, su carrera y la importancia del periodismo en la defensa de los derechos humanos.
– ¿Qué significa para usted este reconocimiento, especialmente en el contexto de su extensa trayectoria en la defensa de los derechos humanos?
– Este reconocimiento es un gran orgullo. Recibir este premio, que lleva el nombre de José Carrasco Tapia, es muy significativo para mí. Me recuerda mi compromiso de siempre con la verdad y la justicia. Durante mi carrera he enfrentado muchos desafíos y peligros, pero siempre he tenido claro que el periodismo debe servir para defender los derechos humanos y denunciar las injusticias. Este premio es un reconocimiento a todos esos años de esfuerzo y dedicación.
– Su carrera se desplegó en el ámbito del periodismo de investigación en medios como Fortín Mapocho y La Nación. ¿Podría compartir con nosotros algún momento clave o especialmente significativo en su labor?
– Uno de los momentos más significativos fue la investigación sobre la Caravana de la Muerte, que culminó en mi libro “La Misión Era Matar”. Este trabajo fue extremadamente duro, emocionalmente agotador, pero necesario. Cada testimonio, cada documento revisado, revelaba la magnitud de la crueldad y la impunidad. Recuerdo que había días en los que necesitaba tomar un respiro para poder seguir adelante. La publicación de este libro permitió que muchas verdades salieran a la luz, y fue una contribución importante para la memoria histórica de nuestro país.
– El libro “El muro y la montaña” es uno de sus trabajos más conocidos. ¿Qué desafíos enfrentó al investigar y escribir esta obra y qué impacto espera que tenga en la sociedad chilena?
– “El muro y la montaña” es una obra muy personal, una mezcla de mi biografía con la historia reciente de Chile. Uno de los mayores desafíos fue mantener la objetividad mientras relataba experiencias tan cercanas a mi vida. Espero que este libro inspire a las nuevas generaciones a comprender la importancia de la memoria y la verdad. Que vean que el camino hacia la justicia es largo y difícil, pero que cada paso es fundamental para construir una sociedad más justa.
– La Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile ha destacado su trabajo en derechos humanos. Desde su perspectiva, ¿cuál es el rol del periodismo en la defensa de estos en la actualidad?
– El periodismo tiene un rol fundamental en la defensa de los derechos humanos. Debe ser el guardián de la verdad, denunciando injusticias y abusos de poder. En la actualidad, con la proliferación de noticias falsas y la polarización de la sociedad, es más importante que nunca que los periodistas se mantengan firmes en sus principios éticos. Además, las universidades públicas, como la Universidad de Chile, tienen un rol crucial en la formación de periodistas comprometidos con la verdad y los derechos humanos.
– El premio que ha recibido lleva el nombre de José Carrasco Tapia, un periodista asesinado por su compromiso con la verdad. ¿Cómo percibe usted la evolución de la libertad de expresión en Chile desde entonces y qué desafíos cree que aún enfrentamos?
– Hemos avanzado mucho en términos de libertad de expresión desde los días oscuros de la dictadura. Sin embargo, todavía enfrentamos desafíos significativos. La concentración de medios, la autocensura y la presión económica son obstáculos que debemos superar. Es vital que continuemos luchando por un periodismo libre e independiente, que no se doblegue ante el poder ni los intereses económicos. La libertad de expresión es un pilar fundamental de la democracia y debemos protegerla siempre.
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