“Arriba del bus me tiran a un asiento mientras Arzola me dijo: te arrancaste de mí (…) y de mí nadie se arranca’, me golpea con el palo de servicio en la guata, después (…) me da otro golpe con el palo en el tórax (…) y me dijo yo soy el nazi para que te acordí (sic) de mí toda tu vida y sacó la pistola”.
Este es uno de los testimonios contra el actuar del suboficial mayor Francisco Arzola, conocido como el “nazi”, en una causa por torturas, apremios ilegítimos, detenciones ilegales y robo con violencia, cuyas víctimas serían alrededor de 25 personas.
Según consigna una nota del diario La Tercera, “los ojos” de la Fiscalía Centro Norte están sobre la 21a. Comisaría de Estación Central, donde justamente, prestaba sus servicios el suboficial Arzola, a cargo del grupo Eco 21, encargado del control del comercio ambulante.
“La presente investigación dice relación con una serie de conductas constitutivas de delitos de tortura, apremios ilegítimos, detenciones ilegales y robo con violencia, en las que tuvieron participación funcionarios de Carabineros de la 21a. Comisaría de Estación Central, específicamente del servicio de foco ‘Eco 21’, a cargo del suboficial mayor Francisco Arzola, conocido como ‘el nazi’”, indica una parte del escrito que la fiscal de Alta Complejidad Centro-Norte, Tania Sironvalle, envió al Sexto Juzgado de Garantía de Santiago.
Arzola ya ha sido formalizado por torturas, apremios ilegítimos y detenciones ilegales en contra de cuatro personas, entre ellos, vendedores ambulantes y migrantes, teniendo que cumplir seis meses en prisión preventiva, situación que revirtió en diciembre tras un requerimiento ante la Corte de Apelaciones.
Además, en diciembre último, el Consejo de Defensa del Estado se querelló en su contra y contra otros carabineros por los mismos ilícitos.
Desde la Fiscalía explicaron, en esa línea, que el grupo Eco 21 está formado por “entre 12 a 15 funcionarios que trabajan en un piquete” y que “en razón de su labor se producen la mayor cantidad de denuncias. También existe otro grupo de denuncias respecto a personas en la garita, en el terminal de buses de Estación Central”.
Las víctimas, según la fiscal a cargo, “son agredidas o trasladadas muchas veces con detenciones ilegales a la comisaría, donde también son agredidas. Están realizando una actividad al margen de la legalidad, como es el comercio ambulante o inmigrantes en situación ilegal, y que asegura cierta impunidad respecto de conductas que van más allá de los deberes policiales”.
Finalmente, el reporte de La Tercera apunta la respuesta de Carabineros ante las consultas por la situación del suboficial “nazi” Arzola: “Fue trasladado a otra destinación”. Asimismo, añadieron, “se instruyó un proceso indagatorio interno, con el objetivo de determinar cómo ocurrieron los hechos denunciados y, además, establecer eventuales responsabilidades administrativas”.
Por los delitos que se acusa al carabinero “nazi” de Estación Central, los castigos contemplados son: si fueron ocurridos con anterioridad a la nueva ley, las penas van desde 541 días de cárcel, y si sucedieron en el contexto de la nueva ley, entre 3 años y 10 años.
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