31 de mayo de 2013
Señor Sebastián Piñera
Presidente de Chile
Señor Alfredo Moreno
Ministro de Relaciones Exteriores
Presente
De nuestra consideración,
El primer de junio se cumplen nueve años
desde que se instaló en el hermano país de Haití, la fuerza de ocupación
establecida por voto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas –la MINUSTAH- e integrada
mayormente por tropas de nuestros países suramericanos, entre ellas tropas
chilenas.
De acuerdo a datos de prensa, Chile tiene en Haití 500 efectivos militares,
11 Carabineros y 2 policías de la
PDI
Hace nueve años que la MINUSTAH atenta contra la
soberanía de Haití y socava su autodeterminación, resguardando intereses ajenos
a los del pueblo haitiano y facilitando la continuación y profundización de sus
políticas de explotación, saqueo y criminalización de la protesta.
Perpetúa, de esta forma, las violaciones a
los derechos humanos fundamentales de la población, incluyendo el derecho a la
vida, al agua y a la salud -a través de la introducción de cólera que ya ha
llevado más de 8.000 vidas y enfermado a otras 650.000- y desvía recursos
necesitados por el pueblo. Para colmo, los últimos informes y
evaluaciones de la propia MINUSTAH dan cuenta de que no ha logrado los
objetivos establecidos en su mandato.
No es por nada que la población haitiana y
sus organizaciones expresan cada vez más su rechazo enérgico a esta fuerza
ocupante y que ya en el año 2011, el Senado haitiano votó unánimemente el
retiro de las tropas de la
MINUSTAH.
Por estos motivos renovamos nuestro reclamo para que los países
de la UNASUR,
del cual somos parte, retiren de manera inmediata, las tropas militares que
mantienen ocupando a Haití.
Lo que necesita Haití es solidaridad, que se
le quiten las botas y las manos de encima. El retiro de las tropas sería un primer paso
hacia la posibilidad de definir y proyectar desde Suramérica, una verdadera
política de cooperación y apoyo fraterno a este pueblo que tanto ha contribuido
en el camino de la emancipación de Nuestra América, sobre la base del respeto a su
soberanía, sus
derechos, sus necesidades y su enorme potencial.
Hace poco menos de un año, saludamos la
decisión de los Ministros de Defensa y Altos Representantes de Relaciones
Exteriores de los países miembros de la UNASUR, reunidos en Asunción de Paraguay, de
avanzar en este sentido.
Tomamos nota en especial de la decisión de
conformar un Grupo de Trabajo “a efectos
de elaborar un esquema respecto de la estrategia, forma, condiciones, etapas y
cronograma de un Plan de Reducción de Contingentes del componente militar de la Misión” [1] y
valoramos en una Carta abierta al respecto, que los países de nuestra región
estaban finalmente reconociendo que la presencia de sus tropas, y el mandato en
sí de la MINUSTAH, no puede lograr los resultados que necesite el pueblo
haitiano y debe terminar [2].
Es doblemente inaceptable entonces, que el retiro de las tropas
sigue demorándose. No se
conoce información pública acerca del seguimiento que se hayan dado a las
decisiones adoptadas - información que solicitamos - , pero sí se sabe que la MINUSTAH renovó una
vez más su
mandato, en octubre de 2012, y que de acuerdo al debate recientemente sostenido
en el Consejo de Seguridad, proyecta permanecer en Haití hasta el año 2016
cuando menos.
También se sabe que aún está pendiente, aunque sea la tímida
“reducción” de personal militar, hasta los niveles pre-terremoto, aprobada ya en dos ocasiones por ese mismo Consejo de Seguridad
y aparentemente refrendado por los países miembros de la UNASUR hace un año.
Los gobiernos de los países miembros de la UNASUR no deben, con su
presencia y apoyo a la
MINUSTAH, seguir apoyando la recolonización, el saqueo y la
explotación de Haití, socavando la soberanía misma de nuestros países y la
posibilidad de avanzar con fuerza la construcción de una América libre, justa y
unida. Esperamos, en cambio, que devuelvan al pueblo haitiano la dignidad y la
generosidad que ese pueblo mostró a Bolívar y la gesta emancipadora e
integradora de Nuestra América, hace ya más de dos cientos años. Y que avancen
en la consolidación de políticas articuladas de cooperación en base a los
derechos fundamentales de la población haitiana, cumpliendo y abogando con
firmeza en los foros multilaterales pertinentes, entre otras demandas, por lo
siguiente:
· El
retiro inmediato de todas las tropas que hoy ocupan Haití;
· La
no-renovación de la MINUSTAH
cuando vence su mandato actual el 15 de octubre;
· El reconocimiento formal de la responsabilidad de la MINUSTAH en la
introducción del cólera y otras violaciones a los derechos humanos y la
reparación correspondiente a las personas, familiares y comunidades afectadas;
· La reconversión de los recursos ahora dedicados al mantenimiento
de la MINUSTAH
(aproximadamente USD 650 millones para el año que termina en junio 2013) en
inversiones sociales sin nuevos endeudamientos, para apoyar la reforestación,
asegurar el acceso universal a agua potable y saneamiento, crear infrastructura
de salud y educación pública y otras propuestas que el pueblo haitiano y sus
organizaciones vienen planteando.
Atentamente,
Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos
Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos
Casa Memoria José Domingo Cañas
Casa Memoria José Domingo Cañas
Comité Oscar Romero, SICSAL, Chile
Comisión Ética Contra la Tortura
Comunidad Ecuménica Martín Luther King
Colectivo Viento Sur
Juventud Guevarista
Servicio Paz y Justicia, Serpaj Chile
Movimiento Generación 80
Unión Nacional Estudiantil
Observadores de la Escuela de las Américas
Manuel Hidalgo, presidente de la Asociación de
Inmigrantes por la Integración Latinoamericana y del Caribe, APILA.
Rogelio Correa, coordinador de Amerindia Chile
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