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miércoles, 9 de mayo de 2018

General de Carabineros que investiga Operación Huracán mintió en sumario por la filtración de ficha de Hermes Soto

por  9 mayo, 2018
Mauricio Murillo es abogado, magíster en ciencia política y ascendido a general de Carabineros recién hace dos meses. Como expresión de confianza y por la buena reputación que lo acompaña, el jefe máximo de la policía uniformada lo puso a cargo de la indagatoria para determinar las irregularidades en la cuestionada operación policial que valió un duro round público con la Fiscalía. Pero un detalle podría empañar su carrera: el oficial quiso cambiar su testimonio en otro proceso, el que intenta establecer cómo se fraguó la maniobra que buscaba revertir el nombramiento del actual general director.

Mauricio Murillo fue ascendido a general de Carabineros hace menos de dos meses. Desde el 19 de marzo es el jefe de Seguridad Privada, Control de Armas y Explosivos y, días después, el general director de la policía uniformada, Hermes Soto, lo confirmó a cargo de la investigación interna sobre las irregularidades en la Operación Huracán, que, junto con el fraude interno conocido como "Pacogate", han dinamitado la imagen pública de la institución.
Murillo tiene el sello que el general Soto quiere imprimir al nuevo alto mando: es abogado y magíster en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile.
Además, era el hombre más cercano que tenía –hasta su retiro en marzo– el general Julio Pineda, quien era antes el encargado del sumario interno sobre la Operación Huracán. Ambos, Pineda y Murillo, formaban una dupla bastante requerida para casos complejos, como el sumario por compras con sobreprecios durante la gestión del general Gustavo González Jure. 
De todas formas, Murillo se había ganado el ascenso gracias a un buen desempeño como jefe del Departamento de Gestión de Contratos, un puesto que exige especial apego a las normas de probidad.
Sin embargo, un detalle podría manchar su buen presente en la institución.
El 9 de abril de este año Murillo declaró en el sumario interno que se realiza para determinar cómo se filtró al diputado PC, Hugo Gutiérrez, un extracto de la hoja de vida del general director de Carabineros, el que fue difundido por el parlamentario en Twitter, pantallazo en que se destacaba la sanción que afectó a Soto a mediados de los años 80, por ser amigo de la dueña de un prostíbulo.
El 17 de abril, el general llegó a la oficina del coronel Víctor Neira y reconoció que había mentido en su testimonio. La verdad era que sí había escuchado a Pineda solicitar la hoja del general director y –según una grabación a la que tuvo acceso El Mostrador–, Murillo le pidió al fiscal que cambiara su testimonio por la versión acorde a cómo fueron los hechos realmente.
Tras esa filtración, Carabineros hizo una denuncia en la Segunda Fiscalía Militar, por “incumplimiento de deberes militares” contra quienes resulten responsables y mencionó abiertamente “una maquinación al interior de la institución” para perjudicar el nombramiento del general Soto. Esta investigación está en pleno desarrollo y a fines de abril el general (r) Pineda también concurrió a declarar.

Almuerzo regado

Según el sumario interno de Carabineros, cuyos datos están en poder del fiscal militar Pablo Aguirre, el aún coronel Mauricio Murillo estaba entre los cinco oficiales que compartían –todos vestidos de civil– una mesa en el restaurante Nolita el martes 13 de marzo, una semana antes de que fuera ascendido. El grupo se instaló en el lugar cerca de las 14:00 horas y, según establece parte del sumario al que tuvo acceso El Mostrador, se retiraron aproximadamente a las 20:00 horas. El único civil que ha declarado en la Fiscalía es el chef Coco Pacheco, dueño del establecimiento.
De acuerdo a los datos contenidos en el sumario en poder de la Fiscalía Militar, en ese almuerzo el general (r) Pineda le pidió a Jorge Espinoza Alarcón, oficial de Inteligencia, coronel y ex ayudante de Bruno Villalobos, que consiguiera la hoja de vida del general Hermes Soto.
En el almuerzo estuvieron presentes algunos oficiales que están en servicio activo, como el actual prefecto de Fuerzas Especiales, Andrés García; el coronel Juan Nova, ex edecán de Bruno Villalobos; y el coronel Jorge Espinoza.

La voltereta

En su declaración del 9 de abril, Murillo dijo que nunca había escuchado a Pineda pedir la hoja de vida al coronel Espinoza: “No, coronel, yo nunca escuché que el general director subrogante hiciera ese requerimiento. Hago presente que me levanté de la mesa y salí en algunas oportunidades del local para responder el teléfono”, reza su declaración.
Pero el 17 de abril, el general llegó a la oficina del coronel Víctor Neira y reconoció que había mentido en su testimonio. La verdad era que sí había escuchado a Pineda solicitar la hoja del general director  y –según una grabación a la que tuvo acceso El Mostrador– Murillo le pidió al fiscal que cambiara su testimonio por la versión acorde a como fueron los hechos realmente.
Este es el diálogo que consta en la investigación:
Mauricio Murillo [...] Contarte algo y pedirte algo, del cual voy a estar de por vida agradecido contigo. Yo escuché cuando mi general le dijo que le pasara la hoja. Yo estaba ahí.
Víctor NeiraPero si usted estaba ahí, usted era el único que podía hacer la diferencia. Porque yo veo igual su situación es complicada.
Mauricio MurilloLo que pasa, Víctor, pensé que esta weá no iba a escalar, [...] yo me quería ir. Ese día, y esa weá no te la puedo decir, mi general estaba copeteado.
Víctor NeiraTodo eso va a salir. Porque después se va a indagar cuánto fue la cuenta, cuánto se ingirió.
Mauricio MurilloPero, mira, si eso es lo de menos. Lo que yo no puedo hacer es decir que no se la pidió al Jorge. Se la pidió y yo ya te declaré que no. No sé si podré cambiarlo. Que podai cambiar la hoja, el texto la parte respectiva. Está en ti hueón. Si tu accedís a lo que te estoy pidiendo, de aquí pa' adelante, la hueá que me pidai te tengo que decir que sí. Te deberé un favor de por vida.

Otro sumario

El mismo 17 de abril por la tarde, el coronel Neira, mediante un oficio, informó de los hechos a la Dirección de Personal y a la jefatura de la Zona Metropolitana. En este documento, relató además que recibió una llamada del general Murillo pidiéndole que olvidara la conversación que sostuvieron y que rectificaría su declaración a través de un oficio y no olvidar consignar la versión de que Julio Pineda estaba bajo los efectos del alcohol.
A partir de esta información que dio a conocer Neira a sus superiores, Carabineros informó que abrió un sumario por esta supuesta presión indebida y que, por tratarse de una investigación en curso, no pueden emitir comentarios. Paralelamente, el coronel Víctor Neira fue apartado de la investigación que realizaba sobre la filtración de la hoja de vida del actual general director.

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