IMAGEN REFERENCIAL COVID-19 / AGENCIA UNO
"Yo traté de decirle que no. Le dije 'magistrada, yo estoy resfriada'. Y me dice vaya bien arropadita. Y qué le iba a decir, no soy jefa", alegó la mujer de 61 años que fue obligada a ir a trabajar a pesar de haber advertido de su condición.
El pasado 14 de abril, Ximena Lanas (61), funcionaria del Primer Juzgado de Policía Local de Ñuñoa desde hace 40 años, recibió la orden de parte su superior directa, la magistrada Carmen Bueno, de que al día siguiente debía asistir presencialmente a sus labores, para preparar el informe de causas que mensualmente es enviado a la Corte de Apelaciones de Santiago.
A sus 61 años y con problemas de salud pulmonar, Lanas es parte de la población de riesgo del virus, por lo que se encontraba en la modalidad de teletrabajo. A pesar de esto, Bueno insistió en la orden que terminaría por poner en riesgo a todo el resto del personal del Juzgado.
“Yo traté de decirle que no. Le dije ‘magistrada, yo estoy resfriada’. Y me dice vaya bien arropadita. Y qué le iba a decir, no soy jefa, no soy nada. Yo soy de alto riesgo y no debiera haberme exigido que fuera. Pero me dijo ¿quién va a ver su estado? (de causas). Entonces dije ya, voy no más y lo hago de una patada y listo y me olvido. Yo no podía hacer nada, absolutamente nada”, explicó Lanas en conversación con Radio Bio Bio.
Por esto la mujer tomó un taxi desde su hogar para llegar al Edificio de Servicios Públicos (ESP) de la Municipalidad de Ñuñoa que se ubica en Pedro de Valdivia a metros de Irarrázaval.
Allí, la mañana del 15 de abril Lanas tuvo contacto con varios colegas, el guardia de seguridad que la ayudó a subir su computador al cuarto piso, el ingeniero informático que la ayudó a conectar el aparato a la red, y otros tantos que se encontraban allí por orden de la jueza Bueno, al igual que Lanas.
En ese contexto, la funcionaria comenzó a sentir fuerte los síntomas de la enfermedad. “Fue una cosa explosiva, comencé con tercianas estando en el tribunal, me dolía todo y ahí me dijo váyase entonces”, relata.
Tras esto, “llegué a la clínica. Me hicieron una batería de exámenes y sale soy positiva y le informé a la magistrada la madrugada del 17 de abril, con copia al secretario, a la secretaria subrogante y obviamente a mis compañeros para que tomaran los resguardos”.
Finalmente, un mail de la Dirección de Personas fue enviado a los funcionarios que tuvieron contacto con Ximena Lanas, informándoles que debían cumplir la cuarentena obligatoria, lo cual dio por concluido el asunto al interior del juzgado.
No obstante, ahora se abrió un flanco de quejas de parte de los concejales de la comuna, que llaman a la administración municipal a hacerse cargo de los errores cometidos en esta situación.
Así, la concejala PPD Patricia Hidalgo apuntó sus dardos a la administración del edil Andrés Zarhi, afirmando que en este caso “hubo protocolos y órdenes de servicio que no se cumplieron; exponiendo a trabajadores y usuarios a un espacio contaminado”.
“Aún no me cabe en la cabeza que hayan hecho trabajar a una funcionaria que era de grupo de riesgo. La salud y la vida debería ser el motor de quienes dirigen el municipio, hoy con Ximenita, han vuelto a fracasar, lo bueno que pude hablar con ella y está bien en su hogar, con energía positiva ganándole la pelea al coronavirus”, agregó la concejala.
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