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domingo, 31 de julio de 2022

Con bombo y platillos en el Valparaíso profundo

    

Los chinchineros y las chinchineras son un patrimonio cultural vivo de nuestro país que se ha venido trasmitiendo de generación en generación desde los años veinte-treinta-cuarenta hasta nuestros días. Este arte popular callejero se desarrolló fundamentalmente en la zona central y especialmente en las ciudades de Santiago y Valparaíso.

Hoy sábado 30 de julio en el local “Valparaíso Profundo” ubicado en el medio del Pasaje Fisher o de la “Escalera de Colores” del cerro Concepción -un espacio cultural y patrimonial donde funcionaron los “Baños El Almendro” desde mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, baños públicos para mujeres- se realizó una actividad abierta a la comunidad como parte de un trabajo de investigación denominado “Con Bombo y Platillos. Caracterización del Chinchinero en Valparaíso”, en cuya realización participaron Camila Guerrero y Daniela Ramírez, presentes en esta actividad, al cual asistieron niñas y niños de los hogares Arturo Prat y Santa Teresa.

 

 

Alejandra Jiménez, a nombre del Valparaíso Profundo, al dar inicio a esta actividad manifestó:

“Estamos culminando el mes de julio con esta hermosa actividad y estamos felices de tener acá a los chicos del Hogar Arturo Prat y del Hogar Santa Teresa. Bienvenidos todos y todas y también a los adultos que los acompañan y al público presente en general. Esta es una tarde muy especial, porque ustedes ya están viendo aquí a esta señorita. Ella es una Chinchinera y para quienes no conocen este oficio ella nos va a contar un poco la historia del Chinchin, va a chinchinear, porque cuando ella toca este instrumento se le llama chinchinear, entonces ustedes van a poder conocer así un poquito de este trabajo”

Con una sala repleta, principalmente de niños y niñas, la Chinchinera Camila Guerrero explicó en qué consistía esta actividad, expresando:

 “Vengo acompañada de la Dani y vamos a partir esta presentación. Voy a tocar un poquito, voy a hacer parte de lo que es la rutina chinchinera y después vamos a ver una cápsula audiovisual que está pensada para los niñes. Cuando este oficio lo hacemos en la calle o con más cultores es más largo, pero esta presentación de ahora es para que nos vayamos acercando más al tema. Tocaré los bailes tradicionales de la rutina que son el vals, el foxtrot y la cueca. Después de eso vamos a hacer unas actividades con ustedes para aclarar las dudas que tengan o si quieren darnos sus opiniones. Esta investigación es sobre la caracterización del chinchinero en Valparaíso. Se trata de entender dónde podemos encontrar chinchineros, cómo se visten, qué tocan, cómo se llaman las partes del chinchin y otras características propias de los cultores de esta zona.”

Con una demostración de este patrimonial oficio Camila Guerrero, actuando con su chinchin en la espalda, mostró de manera hermosa y alegre la forma como ella expresa la música y la danza, al compás de este popular y complejo instrumento que se percute con los pies al mismo tiempo que se va realizando el baile.

 

Posteriormente se exhibió una cápsula audiovisual con el trabajo realizado sobre la manifestación chinchinera en Valparaíso, a través del cual se fueron exponiendo las distintas características del instrumento, la vestimenta, los bailes que lo acompañan y los lugares en donde esta manifestación de arte popular urbano se desenvuelve.

Una vez finalizado el documental, Daniela Ramírez realizó una interesante dinámica pedagógica para estimular la participación de las niñas y niños presentes. En el interior del sombrero, un elemento característico del chinchinero y la chinchinera, había varios papelitos con distintas preguntas que fueron retirados voluntariamente por diversos niños y niñas, preguntas que guardaban relación con lo planteado en el audiovisual exhibido anteriormente. Esto generó un gran entusiasmo y participación de las niñas y niños, quienes además de ir respondiendo grupalmente las preguntas, formularon una serie de importantes interrogantes que fueron respondidas por Daniela y Camila.

Una de las preguntas planteada fue ¿cómo podemos colaborar para que el chinchinero y la chinchinera siga por muchos años más?  Las niñas y niñas respondieron lo siguiente: “apoyarles y darles espacio; que sigan tocando en las calles; invitarles a lugares; que les enseñen a sus hijos y así van a aprender a tocar.”

 

Camila hizo uso de la palabra para agregar que “este es un oficio propio de nuestra cultura. Como salía en el video, el chinchin, el chinchinero, la chinchinera, es un oficio patrimonial de la zona central de nuestro país, que es de Santiago y Valparaíso. Una buena forma de ayudar que ese oficio permanezca es darle su reconocimiento. Valorar a las personas que se dedican a este oficio ya que son patrimoniales. La forma tradicional es tocar acompañada del organillero.  Una de las formas para que este oficio continúe es reconociéndolo y la mejor forma de reconocerlo es que cuando uno vea a una chinchinera, a un organillero, lo primero es ir a verlo y si uno puede colaborar al pasar la gorra lo hace, y si no se puede saludarlo o felicitarlo. Todas esas formas de reconocimiento sirven.”

 

 

Como parte final de esta actividad Daniela y Camila invitaron a las niñas y niños al escenario para enseñarles algunos ritmos y luego permitir que se colocaran el chinchin en sus espaldas y pudieran sentir y tocar este patrimonial instrumento popular.

Menciono un par de las preguntas planteadas por los niños y niñas a Camila y Daniela:

1.-¿Cuándo empiezan a tocar los chinchineros y las chinchineras en Chile?

“Al puerto de Valparaíso llegan primero los organillos y luego desde los organillos se desprende este otro oficio. Los primeros indicios de los chinchineros son en Santiago. Hay más chinchineros en Santiago y después vienen a hacer itinerancias a Valparaíso. Eso es en el año 1940, más o menos. Es una tradición que no tiene más de cien años. Dicen que la primera que tocó un chinchin en Valparaíso fue una mujer, doña Ricarda, así le decían, es un apodo. En los años cuarenta empiezan a aparecer los primeros cultores en esta región.

En los años noventa había niñas de tradición que tocaban, pero cuando las niñas crecían, llegaban a la adolescencia, dejaban de tocar chinchin. Hubo un tiempo, como veinte años, donde no había mujeres chinchineras. Ahora pasó que otras personas, que no venimos de tradición, como yo y otras compañeras, ahora sí hay mujeres chinchineras. Se está produciendo una reactivación del rol de la mujer en el oficio, lo que es muy bueno.”

 

2.- ¿Cómo aprendió a ser chinchinera?

“Aprendí en una escuela carnavalera “Chinchitirapie” que es de Santiago. Aprendí hace muchos años atrás, el 2009, y tuve la suerte de conocer a un chinchinero de tradición que le decían “El Pepa”. El falleció, es el chinchinero que tocó con Joe Vasconcellos. Él fue mi maestro y el maestro de varias otras personas. Después una va aprendiendo y practicando con el trabajo en la calle. Además, siempre que una toca con los cultores, los de tradición, una aprende, porque ahí es donde está el conocimiento, ellos tocan desde chiquititos.”

Al final de esta actividad me acerqué a conversar con Daniela y Camila para plantearles unas pequeñas inquietudes adicionales, cuyas respuestas transcribo a continuación:

“Mi nombre es Daniela Ramírez, soy Educadora de Párvulos y Mediadora de escuela libre. Junto a Camila y otras compañeras y compañeros participamos en este trabajo de investigación que hoy hemos presentado en esta cápsula audiovisual.”

“Mi nombre es Camila Guerrero y nosotras hicimos un proyecto de investigación sobre la caracterización del chinchinero en Valparaíso, el proyecto se llama Con Bombos y Platillos. Ambas formamos parte del Equipo de Investigación. Yo como chinchinera y ella como educadora. Yo me dedico como profesión al oficio de chinchinera y , además, soy profesora de danza.”

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 30 julio 2022

 

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