por Mesa de noticias de El Mostrador/Agencias 5 noviembre, 2022
Al menos complejo resulta el panorama legislativo para las dos principales reformas del Gobierno de Gabriel Boric, dos que están íntimamente entrelazadas: la reforma previsional, cuyos lineamientos fueron dados a conocer por el mandatario la semana pasada; y la reforma tributaria, que pretende recaudar poco más del 4% por PIB en un plazo de cuatro años, uno de cuyos objetivos es financiar el aumento de la Pensión Garantizada Universal a 250 mil pesos.
Y mientras la oposición exige cambios en la idea de aplicar nuevas exacciones a los tributos al patrimonio, a las utilidades retenidas y la limitación al uso de pérdidas de arrastre, a la hora de entregar los votos la derecha ha mostrado una actitud de bloqueo, pese a que la aprobación de la misma reforma tributaria permitiría aumentar la PGU, que es la única fórmula que ha presentado Chile Vamos tendiente a aumentar, aquí y ahora, las pensiones de quienes ya están jubilados.
En ese sentido, el presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, el PS Jaime Naranjo, criticó a la oposición por asumir una actitud intransigente que a ratos carece de racionalidad, lo que sería producto de la euforia con que recibió los resultados del plebiscito constitucional. “Ellos (Chile Vamos), y no los sectores de centro, han sido los que han capitalizado políticamente el Rechazo. Los sectores de centro son el último vagón del tren”, sostuvo el parlamentario, en referencia a una “borrachera” electoral que aún no remite en la oposición, una que asumió los resultados como un triunfo ideológico de su sector.
“Pero se equivocan con su postura extrema, pues las personas votaron contra una propuesta constitucional y no para mantener los abusos e injusticias del modelo neoliberal”, aseveró Naranjo, quien aclaró que “sin lugar a dudas no sólo en la reforma tributaria hubo un cambio en la postura de la derecha, sino en todo orden de cosas”, lo que contrasta con esa apertura a las reformas que expresó apenas se desató el estallido social de hace tres años. “En la reforma tributaria se ha visto de parte de Renovación Nacional una mayor apertura para colaborar en el proceso legislativo, pero eso pasó sólo después que se aprobó la idea de legislar, porque toda la oposición rechazó en un inicio la idea de legislarla”, agregó.
La iniciativa del Ejecutivo contempla cuatro ejes: la reestructuración del impuesto a la renta enfocado en el 3% de mayores ingresos, medida a la que se le suma un impuesto a la riqueza; reducción de exenciones tributarias; nuevo royalty minero para estimular la diversificación productiva del país; y la instauración de impuestos correctivos, especialmente en materia medioambiental.
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