La violencia observada en las últimas semanas, que ha impactado a parte importante de la opinión pública particularmente con el asesinato de funcionarios de Carabineros cuya muerte todos lamentamos, le ha permitido a la Derecha acelerar su agenda de Seguridad, agenda que en el fondo no pretende terminar con la violencia como podría suponerse, sino de exacerbarla como veremos. Esto, para llevar a cabo lo que la clase dominante entiende debe ser la solución a la delincuencia. La solución planteada es simple: más carabineros, toda una batería legislativa para ahora disparar a muerte a quienes los amenacen en un procedimiento policial, mantener preso a los delincuentes reincidentes, disponer de más medios tecnológicos para prevención y detección. Conseguido esto, la violencia quedaría controlada.
Ideas simplonas como esta ya fueron propuestas en el programa electoral del señor J.A. Kast. A los rotos, si se portan mal, le damos más palos. Y si es necesario los matamos, perdón, «neutralizamos» como se dice ahora para que no suene tan feo. Así terminaremos con la violencia. Esto es, más y mejor represión policial y cárcel firme a los delincuentes reincidentes sería suficiente para resolver el problema.
Así entonces, teniendo esta vez la Justicia de su lado, la represión y violencia policial será más expedita y exitosa. Durante la represión que llevó a cabo el gobierno de Piñera en las manifestaciones callejeras, con toda su secuela de muertos, ciegos, y violaciones, la actuación policial en muchísimos casos fue completamente ilegal. Eliminado este problema ahora con la nueva legislación, la acción policial podrá ahora aumentar su propia violencia para desincentivar los delincuentes. La violencia así desaparecería. ¡Cómo no se les había ocurrido hacer esto desde el primer gobierno de Piñera, cuando aparecieron los portonazos y aumentaron los grados de violencia callejera!
Políticos, analistas y la infaltable TV y sus matinales con su infinita vulgaridad y distorsión de la realidad, contribuyen diariamente en la desatada actual campaña de la Derecha para conseguir sus propósitos. Programas hechos con el objetivo previo de asustar a la población al punto de algunos(as) entrevistados(as) se declaran angustiados(as) en su vida cotidiana. Ya no se puede vivir exclaman. La actual campaña ideológica de amedrentamiento de la población en general ha dado sus frutos. La Derecha ha conseguido largamente su estrategia. Atemorizada la población, arma que usó la Dictadura para mantener controlado el país, (aunque los medios de atemorizar entonces eran el asesinato, la desaparición, la tortura, la cárcel, la vigilancia en el trabajo y universidades y el exilio), el camino está expedito para entonces hacer concluir a una mayoría del país que el principal problema de Chile es la violencia de los delincuentes de todo tipo. De modo que salarios, pensiones, salud, educación, ambiente, política económica etc., todo eso pasa a las últimas prioridades de las políticas públicas. El Gobierno, que al contrario de Don Quijote sí reacciona de inmediato cuando ladran los perros, se ha embarcado de cuerpo entero en la política de la Derecha en esta materia. Lo que ya no sorprende a nadie.
Canal 13 y el terror urbano
Para conseguir esto, cada día durante horas, los medios de comunicación al servicio de la ideología dominante, particularmente la TV por el poder de transmisión de sensaciones impactantes que tiene la imagen, repiten veces sin fin las imágenes -valga la redundancia – de ladrones entrando en casas, robando carteras, atacando y robando automóviles, celulares en las calles y cualquier cosa de valor, en algunos casos golpeando a los afectados.
El día 28 de Marzo por ejemplo Canal 13 continuaba de lleno en la campaña que desarrolla sistemáticamente para incitar a la violencia civil: el programa del matinal estaba dedicado a la Mujer. Estas deben armarse y así poder disparar cuando sean asaltadas por delincuentes. Este es el mensaje que se pasaba. Lindas muchachas entrevistadas que han sufrido portonazos, robos o seguimientos en el Metro como declaró una, decidieron tomar cursos de uso de armas de fuego para defenderse. Otras declaran tímidamente que están pensando comprar un arma. Entretanto el Canal pasa la nota de que 7 de cada 10 mujeres tienen miedo de salir de casa o de que en 35% aumentó el número de mujeres que se arman. Estadísticas que nadie sabe quien tomó, como, y que tan representativas son. No interesa. Lo importante es crear el pánico colectivo. El canal mostraba entonces campos de tiro, mujeres armadas disparando pistolas y toda la batería de imágenes y texto necesario para esto. El Estado ya no protege a los ciudadanos, la violencia está incontrolable, esto es el caos. Hay que armarse y disparar a matar si somos atacados donde quiera que sea. Para enfatizar el mensaje, aparecía entrevistado don Héctor Arenas, un hombre que sabe de violencia y tiene autoridad porque ha sido prefecto, ahora en retiro. Y él nos da una sentencia para el bronce: «Frente a una amenaza letal, la respuesta debe ser igualmente letal». Esto es, damas y caballeros, estamos en el Far West. Todos armados en la calle y a la primera de cambios, disparar a matar.
En el mismo programa se muestran altísimos porcentajes de mujeres golpeadas y violentadas, no ya en la calle, sino que en sus propias casas y por sus propios maridos. No queda muy claro en esta campaña armamentística de Canal 13, qué ocurre con la violencia que sufren las mujeres en casa ahora que compraron un arma y saben usarla. Si deben o no disparar contra sus maridos cuando estos las golpeen. El Canal no analiza esto. No interesa en verdad. Lo fundamental es que la población viva y muera atemorizada y que en lo posible todas las mujeres se armen para tomar la justicia en sus manos.
Escándalo público
Lo del día 28 no era algo ocasional en los objetivos de este canal de TV. Al día siguiente, 29 de Marzo y día del Joven Combatiente, nuevamente el canal pretendía demostrar que la violencia nuevamente se extendía en las calles. Una enardecida locutora pretendía demostrar que un grupo de estudiantes que ella estimaba en 100 personas, había cortado completamente la Alameda. Un hecho sin duda notable. «Han producido una gran alteración en la ciudad!». No tenía más que mostrar que un cartón se quemaba en la calle lejos de los estudiantes, y los pocos estudiantes que marchaban aparecían en pantalla en imagen reducida transmitida por un celular. Ni llegaban a 100 alumnos. Pero para la locutora, cuya voz subía de tono a cada minuto, gritaba que ya no se podía con la violencia y poco menos que Santiago se detenía … debido a la acción de 100 alumnos. Un escándalo público creado a partir de una gota de agua. La mentira de Canal 13 y su propósito es más que evidente. Esto es, las manifestaciones callejeras por cualquier reivindicación son expresión de violencia. Tal como aquella de los delincuentes. Hay que amplificarlas al máximo. Y meter a todos en el mismo saco. Así, es más fácil exigir medidas para impedir las manifestaciones aduciendo que es violencia delictual.
Todo esto, para defender el Estado de Derecho como lo dice muy serio en una entrevista el senador Juan Antonio Coloma, ese defensor acérrimo de la democracia. “Coincidimos en que, ante cualquier ámbito de polarizaciones y violencia, lo importante es fortalecer siempre la democracia y que ésta sea la herramienta para enfrentar los problemas”[i]. Madre mía! El señor Coloma hablando del respeto a la Democracia como solución en las disputas sociales El mismo que con sus colegas Longueira (en juicio), Chadwick (ministro del Interior durante la represión y el montaje Operación Huracán), Lavín (hoy viviendo en Madrid con cuentas por rendir de las platas de la municipalidad de Las Condes donde fue alcalde) alababan al asesino Pinochet vela en mano, en el famoso encuentro de Chacarillas, donde se le pedía a Dios permitir instaurar el modelo neoliberal en Chile. Militante fundador de un partido como la UDI creado para apoyar la Dictadura, y cuyos miembros muestran el triste record de ser el número uno en cometer actos ilegales. Son delincuentes.
«Presentaremos 15 proyectos de ley sobre Seguridad» dice triunfante el senador, ahora flamante Presidente del Senado. Cincuenta años después del inicio de la Dictadura, preside el Senado y es la tercera figura representativa del Estado, un ciudadano que ha defendido a Pinochet y su dictadura criminal todo este tiempo. Un logro notable de la Derecha sin duda. Aplicaremos «fast track» para estas leyes, (¿cuántos saben en Chile lo que estas palabras significan?). Y el Parlamento, que para eso está, y para cumplir el plan de la clase dominante que tiene el poder real, en una sola sesión vespertina ha aprobado 5 proyectos de ley sobre la materia. Cinco proyectos en una sola tarde. ¡Increíble! Nunca visto. Nuestros honorables han dejado de hacer incluso su «semana distrital» que permite almuerzos tranquilos y la siesta de rigor, para dedicarse entusiastamente a aprobar leyes de «Seguridad». ¿Se imaginan si esto hubiese sido así para derogar la Ley de Pesca o esta reciente de las 40 horas que se eternizaron en su discusión o el proyecto de una nueva ley para el bosque nativo que sigue durmiendo en el Congreso?
Porque la Derecha sabe que su actual política de enriquecimiento a todo vapor y la consiguiente pobreza de la gran mayoría de los chilenos hará que estos salgan nuevamente a la calle mañana a reclamar por sus derechos esenciales. Y entonces el «Estado de Derecho» o mejor dicho de la Derecha, tendrá su batería de leyes preparada para la eventualidad. Y esta vez no habrá derecho a reclamo. Será todo legal.
Se supone que estas leyes son para controlar la delincuencia y el narco-tráfico. La extorsión y los raptos. No exactamente. Uno de estos proyectos permitiría a Carabineros efectuar control de armas en eventos públicos. Curiosa ley. Que se sepa, los únicos delincuentes que hacen manifestaciones públicas en bautizos, matrimonios y funerales son los narco. Pero estas manifestaciones son una excepción. ¿Será solo para los narco que se hace esta ley? ¿Y si no lo es, entonces para quien? Obviamente está diseñada para reprimir a los manifestantes callejeros y controlarlos. Porque la Derecha sabe que su actual política de enriquecimiento a todo vapor y la consiguiente pobreza de la gran mayoría de los chilenos hará que estos salgan nuevamente a la calle mañana a reclamar por sus derechos esenciales. Y entonces el «Estado de Derecho» o mejor dicho de la Derecha, tendrá su batería de leyes preparada para la eventualidad. Y esta vez no habrá derecho a reclamo. Será todo legal.
Pero el Presidente del Senado asegura que como la Seguridad es la primera prioridad, las demás leyes a discutir quedarán sujetas a lo que acontezca con estas que el considera pueden «devolver el alma a Chile». Como si el «alma» de Chile fuese la represión. De modo que ya se sabe, o se aprueba lo que dice la Derecha en materia de Seguridad, o entonces olvídense del resto. Lo que se llama un chantaje político.
Coherente con la misma campaña interviene en otro medio de comunicación el senador Cruz-Coke (Evopoli) para decirnos que «el Estado protege al que delinque». Esto lo repite a coro hace rato toda la Derecha. En un sentido tiene razón. A la larga lista de próceres culpados de delitos de «cuello y corbata» que han quedado inexplicablemente en libertad cuando lo de SQM, se unía esta semana el hermano menor de la familia Frei Ruiz-Tagle. Francisco Frei, condenado por no sé cuantos crímenes causados a su propio hermano ex-Presidente, a quien le ha hecho perder mil quinientos millones de pesos dice el afectado. Frei junior ha sido condenado severamente por la Justicia: «5 años en prisión» en un régimen de «libertad vigilada». Una verdadera preciosura legal. Una pieza de oxímoron formidable. El hombre está preso, pero simultáneamente libre. Libre pero preso. Se entiende ¿no? Sí, pero atención, lo estaremos vigilando. Nadie sabe cómo ni quien hará esta vigilancia. Total, ¿quien va a saber si vigilamos o no? Así que Cruz-Coke lo ha dicho bien: el Estado protege al que delinque. Se imagina Ud qué pena habría tenido un manifestante callejero acusado de toda esta batería de ilegalidades hechas por Fco. Frei. El senador no olvida eso sí lo esencial del mensaje que es preciso pasar a la audiencia: la violencia estaría asociada al estallido social de 2019. Lo repite una y otra vez. De modo que ya se sabe quienes son los delincuentes. Son los manifestantes. El Estado debe actuar reprimiéndolos en consecuencia. Ahora con mejores armas y la ley de su lado. Tal cual como se ha hecho históricamente con el pueblo Mapuche.
Participa también de esta orquestada campaña ideológica el diputado Lagomarsino quien declara que él solicitará el Estado de Excepción para el gran Valparaíso debido al aumento de la violencia en el puerto. Para esto utiliza los mismos argumentos de todos los medios ideológicos de comunicación de la Derecha: un Gobierno que se muestra incapaz para esta tarea definida por la Derecha como prioritaria en Chile. Y entonces cándidamente, como que no quiere la cosa, desliza la idea de fondo: como faltan policías y no tienen medios, entonces la Armada con sus efectivos podría ser utilizada para este fin. Bien entonces, estiremos el argumento del diputado Lagomarsino para ver donde nos lleva: como tendríamos un Gobierno que falta a sus deberes, y ya tenemos los navales en Valparaíso y lo están haciendo bien, podríamos hacer lo mismo en Concepción, con los navales de Talcahuano. Y como allí también da resultados y se controla la violencia porque no hacer lo mismo en Santiago y otras ciudades, esta vez con el Ejército. Y entonces porqué no dar el paso siguiente. Votemos en el Congreso la incapacidad del gobierno para gobernar y lo reemplazamos por un Gobierno militar que ese sí sabrá poner orden y terminar con la violencia tal como se está demostrando. Y de qué modo, como puede recordar el país. Algo así como un golpe blando como los últimos que han ocurrido en años recientes en A. Latina.
La muerte de la sargento Rita Olivares
Claro que la Derecha y sus medios se enredan un poco en su campaña y entran en contradicciones con sus propias propuestas. La triste noticia de la muerte de la sargento Rita Olivares da cuenta que a pasos de donde esta fue asesinada, la Subcomisaria de Carabineros está inactiva por falta de automóviles. Pero esa información queda invisibilizada. De una parte se pide más Carabineros y más medios para estos, más cárceles y más gendarmes. De la otra se niega siquiera a discutir una nueva ley tributaria la que tímidamente cobraría un poco más de impuestos a los más ricos, tan desvirtuada estaba ya después de haber pasado por el cedazo del Parlamento en su preparación previa.
¿Cuánto gana un Carabinero raso o un funcionario de Prisiones? Muchos de ellos hoy se corrompen vendiendo armas a los narco-traficantes, extorsionando, participando en robos, exigiendo favores gratuitos a prostitutas, traficando droga ellos mismos, etc. etc. Pero más importante que eso porque se trata de millones de personas, ¿cuanto gana un(a) trabajador(a)? ¿Cuanta cesantía hay la que manda derechito a miles a robar? Robos que se han socializado como toda actividad humana: grupos de 4, 6 u 8 asaltantes son ahora comunes. Vaya usted a ver cuantos de esos tienen trabajo. Dónde viven. Cuántas personas en una casa de 20 o 30 m2. Cuánto alcoholismo. Niños abandonados a su suerte desde tierna edad porque los padres deben salir a la calle a buscar trabajo. O a robar para comer. Nada de eso hace parte del análisis del fenómeno de la delincuencia por parte de la Derecha y sus medios de comunicación. Porque su problema no es la pobreza. No lo ha sido nunca en sus casi dos siglos de gobiernos de la clase dominante. Si lo fuera actuarían en consecuencia, ahora que una vez más mandan en la Cámara de Diputados y el Senado. Para los ricos chilenos y sus apoyantes en parte de una arribista clase media, los pobres no solo son flojos sino bandidos por naturaleza. La mejor forma de purificarlos como dirían los curitas es reprimiendo esos instintos antisociales.
La Derecha no quiere sacar un solo peso de su bolsillo para Carabineros, a los cuales sin embargo honra con discursos desconsolados y tristes cuando algún efectivo muere en balaceras con delincuentes. Tampoco se da el trabajo de pensar que como sus proyectos de ley exigirán más y mejores cárceles, habría que disponer de mucho más dinero. No está dispuesta a que el Estado tenga mayor recaudación de impuestos para financiar entre muchos otros, los recursos materiales para la Policía y Gendarmería. ¡Que miserable y cínica actitud!
¿De dónde han aparecido tantas armas en manos de los delincuentes? Misterio. Pocos se atreven a hablar de eso. Ya sabemos de Carabineros y militares vendiendo armas a los narco. ¿Ha pedido la Derecha un mayor control de eso? ¿Penas para los culpables?
Un problema de muy compleja solución
Y los muchos miles que consumen droga, que son tal culpables como los que las venden y distribuyen. Ni una palabrita sobre eso. ¿Cómo desincentivamos el consumo?. ¿En la juventud por ejemplo? ¿Ha propuesto la Derecha algún proyecto de ley para tratar ese enorme problema? Silencio sepulcral. Para ellos ese no es el problema ni mucho menos su solución. La solución es la represión pura y dura a lo que llaman Seguridad. Kast ha impuesto finalmente su agenda.
Algunos intelectuales de Derecha también participan desde hace tiempo en la discusión sobre la violencia, sus diferentes tipos y los medios y métodos para combatir este complicado problema, el que naturalmente no tiene las explicaciones ramplonas de prácticamente toda la Derecha como origen de su causa, sino que es complejo y depende de soluciones compuestas sociales, educacionales y económicas en políticas públicas de mediano y largo plazo.
Así, hace un año el rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez intervenía diciendo:
«El incremento de la violencia en nuestro país tiene sin duda varias causas. Hay aspectos culturales, falta de sentido trascendente y espiritual, se ha perdido el sentido de respeto y autoridad al interior de la familia, como también en los establecimientos educacionales y en las diferentes formas de vida en comunidad. Las redes sociales y la falta de individualidad y seguridad personal lleva a respuestas colectivas en las que muchas veces se carece de pausa y reflexión, lo que lleva a acciones de gran violencia…»[ii].
Fiel a la filosofía neoliberal, el problema para él está en la falta de individualidad y seguridad personal. Nos habla de una familia hoy inexistente. Todos trabajan 44 horas como burro y nadie está en casa señor Rector hasta tarde cada día para educar a los hijos. Agrega que las respuestas colectivas no permiten reflexionar lo que lleva a acciones de gran violencia. ¿A quiénes se refiere con esto señor Rector? A los manifestantes claro. Estos son los únicos que generan respuestas colectivas. Hasta de millones en la calle como lo vimos en 2019. Para el Rector esto es un problema. No hay como la individualidad. Podría haber citado a la señora Margaret Tatcher, la antigua Primer Ministro de Inglaterra cuando con su amigo Reagan nos recitaban el catecismo del neoliberalismo: «no existe la sociedad, existen individuos», nos decía Tatcher. El fanatismo del individualismo por sobre el conjunto de la sociedad, la llevó a proponer que cada obrero inglés fuese un capitalista. Una solución estupenda a todas luces. Vaya Usted a mirar hoy como malviven los explotados trabajadores ingleses.
En EEUU – el país ejemplo de sociedad para nuestra retardataria Derecha y sus proyectos de ley «fast tracking» contra la delincuencia, se gastan billones de dólares en numerosos cuerpos policiales en todas las estructuras administrativas del país, desde el nivel nacional central hasta el nivel municipal. Esto, sumado a leyes que permiten la represión mas violenta del Estado como se ve a menudo en las imágenes de la TV. Sin embargo, los episodios de violencia en dicho país son diarios. En particular de la Policía que no titubea en matar ciudadanos en la calle a mano limpia. El porte de armas allí es legal y masivo. Cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos tienen armas y las pueden usar según la norma del inspector Arenas: quien se sienta amenazado letalmente puede disparar a matar sin miramientos. La ley lo protege. Sobretodo si está en su casa donde esto es ley. Ya veremos estos conceptos en las leyes que impulsa el senador Coloma. Es la propia policía de EEUU la que le aconseja a usted no entrar en el Metro de Nueva York después de las 9 de la noche. Lo puede corroborar cualquier chileno que haya estado en esa gran selva de cemento. Son las mismas policías que no pudieron impedir el ataque de turbas de delincuentes al propio Congreso de ese país. Episodios como el de Nashville de esta semana, de asesinatos masivos son el pan de cada día en el país del norte. Para ya no hablar de la Mafia, un monstruo de mil cabezas enquistado en todos los niveles del aparato del Estado. Goza de muy buena salud. Y el pueblo americano consume droga que no es nunca suficiente entrando en el país desde los cuatro cantos del mundo. ¿Se puede llamar buen resultado en el control de la violencia y la delincuencia a unas policías súper armadas y con licencia para matar y un país que muestra índices delictivos de los más elevados del mundo? ¿Controlaron por eso la violencia?
El problema de la violencia no se soluciona solo con más violencia represiva del Estado. Nunca lo ha sido. Son otros los problemas estructurales de la violencia y la delincuencia y son otras las soluciones. La creación del Ministerio de la Seguridad – un nombre que recuerda los ministerios con este nombre que existían en la antigua URSS – propuesto por el Senado Coloma e inmediatamente adoptado por el Presidente Boric quien lo ha anunciado, solo servirá para legalizar la vigilancia, represión y tortura de las personas que el Gobierno de turno considere sus enemigos.
Leyendo a Orwell se podría saber como funcionan esos ministerios. Un camino sumamente peligroso a seguir. Así entiende la Derecha controlar el descontento popular. Ya lo hizo antes, ahora lo pretende hacer en Democracia. No sorprendería a nadie ver que los «expertos» constitucionales colocarán los conceptos de este nuevo tipo de Estado en la Constitución que preparan.
Por Patricio Serendero
[i] El Dinamo, 20/03/2023
[ii] Entrevista en El Mercurio (EMOL) del 23/03/2022
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