Vistas de página en total

miércoles, 20 de enero de 2021

CULTURA|OPINIÓN

 Autor Imagen

"Cazar al cazador. Detectives tras criminales de lesa humanidad": un impactante libro sobre violaciones a los DDHH y sus ejecutores durante la dictadura militar

por  20 enero, 2021

Señala la autora, la periodista y académica Pascale Bonnefoy, en el prefacio: “Este libro aborda la travesía de los detectives del departamento V y de la Brigada de Homicidios dedicados a casos de derechos humanos en los noventa. Sé que quedan muchos secretos que no llegué a conocer. También que la realidad no es en blanco y negro; hubo mucho gris en el tránsito desde el régimen militar autoritario a una democracia restringida y presa de amarres, pero democracia al fin y al cabo”.

Cazar al cazador. Detectives tras criminales de lesa humanidad narra lo que realiza una brigada de detectives, creada en el gobierno del presidente Aylwin, destinada a la investigación de delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar. Un pequeño grupo que deberá enfrentarse también a la suspicacia o rechazo de sus propios compañeros, pues se investigará a personas de la misma institución, y a la desconfianza de los familiares de las víctimas.

El libro nos lleva a descorrer una cortina para conocer más allá de lo que los chilenos hemos sabido comúnmente sobre la base de hechos pintados en trazos gruesos y otros ya casi difuminados, y nos permite develar lo que hay tras de esos sucesos. Detrás de aquella realidad cotidiana, hay otra que fluye subterráneamente.

Los casos más emblemáticos de las violaciones a los Derechos Humanos son abordados: el asesinato del ex Canciller Orlando Letelier, del ex Comandante en Jefe del Ejército Carlos Prats y su mujer; del intento del asesinato de Bernardo Leigthon y de su esposa; de Liza Videla, asesinada por Osvaldo “Guatón” Romo, arrojada luego a la embajada de Italia; de los Degollados; del asesinato de Tucapel Jiménez y del carpintero Juan Alegría para ocultar ese crimen; y así van apareciendo personajes como Michael Towley, Eugenio Berríos, el químico responsable de la fabricación del gas sarín, asesinado en Uruguay, Armando Fernández Larios, Osvaldo Romo, Otto Trujillo, Miguel Estay Reina, “el Fanta”, la mayor Ingrid Olderock, torturadora en Venda Sexy. Y los jefes de la DINA, Manuel Contreras y Pedro Espinoza, y otros, algunos de los cuales fueron llevados a la justicia. El caso de Colonia Dignidad es ampliamente tratado, con su secuela de encubrimientos a la tortura y desaparición de opositores al régimen militar, por parte de los jerarcas de la colonia y la pedofilia de Paul Schäfer.

Admira la exhaustiva investigación de la autora, para presentar hechos, ejecutores de ellos y antecedentes que permiten conocer más de esa parte de nuestra historia, cuya mayor fuente de información fue el Archivo de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI.

Habría mucho que decir sobre lo leído, desde la detención de Manuel Contreras, refugiado en su fundo en Fresia, fuertemente protegido por personal militar; de los tiempos de la “justicia en la medida de lo posible”, con el aviso y presión militar del “ejercicio de enlace” o del “boinazo”, que pusieron en jaque a la incipiente democracia recuperada. El libro nos lleva a descorrer una cortina para conocer más allá de lo que los chilenos hemos sabido comúnmente sobre la base de hechos pintados en trazos gruesos y otros ya casi difuminados, y nos permite develar lo que hay tras de esos sucesos. Detrás de aquella realidad cotidiana, hay otra que fluye subterráneamente. La de seres que confabulan, de fuerzas oscuras en la raíz del surgimiento de lo peor de los seres humanos: la incapacidad de empatizar con el dolor de otro ser humano y, más bien, experimentar fruición o negación ante ese, justificándolo con la idea de que todo se realiza por altos ideales de servicio a la patria... Es la tortura y su justificación.

Un gran libro de Investigación Periodística, clave para conocer entretelones de parte de lo ocurrido en Chile en los tiempos más oscuros de la dictadura, muy bien escrito o contado (que se puede leer como una novela, si se entiende esto no como concesiones a la ficción sino por la fuerza y fluidez de lo narrado), con historias de dolor pero también de heroísmo, de policías conscientes del peligro por llegar a la verdad de crímenes de lesa humanidad: las de una pequeña brigada de detectives en el período de la transición a la democracia –inmersos en un mundo donde el engaño, la confabulación, la traición, la inhumanidad, el horror campean tras lo cotidiano–, investigando para que la verdad prevalezca, cubierta como estaba por el velo interpuesto entre lo ocurrido y lo que se ha ocultado, y la justicia pudiera hacer lo suyo, aun “en la medida de lo posible”.

Cazar al Cazador. Detectives tras criminales de lesa humanidad, Penguin Random House Grupo editorial, S.A. Este libro fue finalista del Premio Municipal de Literatura 2019, categoría Investigación Periodística

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores