Ataques con cuchillos y lanzando bencina, agresiones y hostilidades por redes sociales. En un comunicado de prensa contra-hegemónica se señaló que “este proceder es parte de una estrategia de los servicios de inteligencia, que se origina unas semanas antes con acusaciones en redes sociales de ciertos grupúsculos que acusan a los Medios de Comunicación Populares de ser delatores de manifestantes”.
Representantes de medios de prensa popular, alternativa y contra-hegemónica sufrieron en los últimos días distintos tipos de ataque, cobardes y criminales. En la Plaza de la Dignidad fueron atacados con cuchillos y rociados con bencina comunicadores y fotógrafos y otros fueron insultados y amenazados en redes sociales o situaciones ocasionales en puntos de Santiago.
Ante los episodios hubo una declaración de los Medios Populares en Resistencia (MPR), “ante agresiones y hostilidades” y muestras de solidaridad con reporteros agredidos.
En el comunicado de los medios se indicó que “el día viernes 19 de febrero varios Medios de Comunicación Popular y manifestantes vivimos la agresión cobarde de un grupo de provocadores que nos atacaron con cuchillos y otros medios. Estos sujetos se desplazaban a sus anchas por distintos puntos, amenazando a la prensa popular, a las y los reporteros gráficos populares y a personas que se encontraban solas, dejando “curiosamente” que reporteros gráficos de medios al servicio del poder se mantuvieran sin ser molestados”.
También hubo muestras de apoyo a la periodista Paola Dragnic, corresponsal de TeleSur, quien sufrió amenazas y ataques anónimos, misóginos y machistas según se denunció por redes sociales. Mensajes que también contuvieron amenazas de muerte en contra de la reportera. Algunas versiones indican que el acoso contra Paola Dragnic tiene que ver con la cobertura de casos de violación a los derechos humanos, y las manifestaciones sociales.
Varios reporteros de medios populares indicaron que fueron seguidos o amenazados en calles aledañas a la Plaza de la Dignidad y otras del centro de Santiago, en algunos casos increpados por su labor comunicacional y periodística en torno de la protesta social y la denuncia de acciones de Carabineros en contra de ciudadanos.
En la declaración de los Medios Populares en Resistencia se indicó que las agresiones criminales de hace unos días llegaron “a la escalofriante brutalidad de golpear y rociar con bencina a una pareja de regulares asistentes a la Plaza de la Dignidad”. Se sostuvo que eso “nos recuerda el caso del fotógrafo Rodrigo Rojas De Negri, quien caminaba junto a un grupo de jóvenes en la comuna de Estación Central, cuando fueron interceptados por una patrulla militar, que los persiguió y capturó. Rodrigo y Carmen Gloria Quintana fueron golpeados y posteriormente rociados con combustible y quemados vivos, el 2 de Julio de 1986”.
Para esos medios de prensa popular, “este proceder es parte de una estrategia de los servicios de inteligencia, que se origina unas semanas antes con acusaciones en redes sociales de ciertos grupúsculos que acusan a los Medios de Comunicación Populares de ser delatores de manifestantes”.
Respecto a eso, en el comunicado de MPR se apuntó: “NO se ha presentado, como medio probatorio, las imágenes de ningún medio popular en juicios de las y los jóvenes aún secuestrados en prisiones del Estado. Demás está decir que las policías cuentan con el acceso directo a las cámaras de vigilancia de todo tipo, de drones especializados, de cámaras que portan sus agentes y por cierto de los agentes infiltrados. Curioso es que no haya campaña alguna en contra de destrucción o confiscación popular de esos recursos y sí contra medios de comunicación popular”.
Se enfatizó que “estas acusaciones partieron desde perfiles y cuentas falsas, que luego fueron bajadas, y utilizaron la dinámica de las redes sociales para desperdigar y masificar las acusaciones, sabiendo que una vez que una acusación o funa es diseminada, luego es imposible detenerla o seguirle el rastro”.
Para los representantes de estos medios, “el objetivo del enemigo es claro; dividir al movimiento, sembrar la desconfianza, invisibilizar la protesta sacando a los medios de comunicación popular de las calles, bajar la moral de las y los manifestantes e impedir que haya registros de la brutalidad policial”.
La declaración fue firmada por Opal Prensa, Muros y Resistencia, Radio Primero de Mayo-De Frente y Sin Rodeos y Radio Plaza de la Dignidad. Decenas de otros medios, organizaciones del movimiento social y derechos humanos, representaciones de presos políticos, activistas y abogados adhirieron a la denuncia.
Reaccionando a esta situación, la periodista Alejandra Matus expresó en Twitter: “Medios populares denuncian amenazas y hostigamiento por parte de provocadores. Viernes 19, comunicadores fueron amenazados con arma blanca y pareja de manifestantes fue rociada con bencina en Plaza Dignidad”.
En el intercambio de información entre periodistas de medios contra-hegemónicos y textos aparecidos en redes sociales, se detectó que grupos de provocadores llaman a robar las cámaras de los fotógrafos, a agredirlos, a hacerlos aparecer como “sapos”, y en ello incluyen a los medios populares. Hay una evidente intención de generar desconfianzas y divisiones en el trabajo de la prensa alternativa.
Consultado por algunos medios alternativos, el director de El Siglo, Hugo Guzmán, expresó que “estamos ante episodios de peligrosas agresiones a comunicadores y fotógrafos de la prensa popular, donde se abre otro flanco de violaciones a los derechos humanos y violación al derecho a la información en el país”. Enfatizó que “en estas circunstancias, e independiente de nuestras líneas editoriales, debemos solidarizar y apoyar a los colegas agredidos y amenazados y defender la labor de la prensa popular”.
Fuente: El Siglo
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