un pacifista de izquierdas, pero ama a su país y cree en la necesidad de negociar la paz como sugirieron líderes latinoamericanos como el recién electo presidente de Colombia, Gustavo Petro, y ha insistido López Obrador en México.
Los datos de Black son contundentes: “Vietnam fue la última guerra realmente sangrienta de Estados Unidos (EU). Perdimos 60 mil hombres en 10 años. Esto es alrededor de 6 mil muertos cada año… con una población más pequeña, Ucrania pierde 6 mil al mes. Es una tasa de bajas 12 veces mayor que la que sufrimos en Vietnam”.
Black también señala como la guerra de sanciones económicas ha fracasado. “Todo el poder financiero del mundo occidental se desató contra Rusia… Biden juró que el rublo ruso sería reducido a escombros. El rublo es más fuerte que antes de la guerra… el intento de Biden de estrangular el comercio ruso fracasó”. Black nota cómo desde el comienzo de la guerra los rusos no experimentan escasez de alimentos, vivienda, combustible para calefacción o gasolinas. Quien espere que los rusos se quiebren por la pérdida de compras de Gucci o de las hamburguesas Big Mac no entiende la psique rusa
.
El también ex senador nota cómo naciones importantes de la periferia no acatan las órdenes de EU para imponer sanciones y que se les quiera imponer con quien comerciar y con quien no.
Dictar sanciones unilaterales disminuye el respeto por EU
. Es así como pese a las sanciones Rusia acentuó lazos con India, África del Sur, Irán, Brasil y Arabia Saudita, Yo agregaría a Venezuela, Cuba y Nicaragua, excluidos por Biden de la Cumbre de las Américas y a los que no asistieron.
La guerra está perdida. Según una encuesta citada por Black, a la población de EU le preocupa cinco veces más la escasez de leche infantil de fórmula que la guerra en Ucrania.
Otra gran perdedora de esta guerra es Europa: las sanciones la han golpeado por su gran dependencia de las materias primas y combustibles rusos. Además, le preocupan, con toda razón, las voces a favor del uso de armas nucleares tácticas
.
Para Fidel Castro, en diálogo con Michel Chossudovsky, notable analista de escenarios de guerra nuclear, realizado entre el 12 y 13 de octubre de 2010, coincidieron en que una vez lanzada el arma nuclear –disfrazada o no de táctica
–, la intensificación bélica sería instantánea.
Georgy Arbatov, del Instituto Ruso de Estudios de EU y Canadá, comentó a Helmut Sonnenfeldt, del Consejo Nacional de Seguridad de EU, sobre las dificultades estratégicas de los sistemas autómatas. Ironizó que en caso de guerra nuclear no había problema
, porque ni EU ni la entonces URSS esperarían en caso de recibir advertencia de ataque. En lugar de ello, vaciarían sus silos lanzando un contraataque de inmediato
.
De manera coincidente, Black señala que tal decisión sería una irresponsabilidad por lo que es el momento de que Ucrania negocie la paz y ponga fin a esta masacre sin sentido. Propone adoptar el modelo de una nación neutral y no alineada, prohibiendo la presencia de tropas extranjeras en su territorio
; piensa que la OTAN debería considerar un tratado para convertir a Ucrania en una zona de amortiguamiento nuclear permanente entre el Este y el Oeste. Aceptar que Ucrania nunca será admitida en la OTAN podría aminorar permanentemente las tensiones regionales y reducir significativamente el riesgo de que cualquiera de las partes pueda desencadenar un incidente nuclear mortal
.
Sin embargo, los países reunidos en el G-7 y en la OTAN –precisamente ahí donde prevalece la agenda generadora e impulsora de intereses armamentistas y de las fortunas mil millonarias– van en la ruta de prolongar y acentuar el conflicto ,
En una reunión previa, los ministros de Relaciones Exteriores de esa agrupación garantizaron su apoyo permanente a Ucrania hasta la victoria
contra Rusia. ( El Economista, 13 /mayo/22).
Mientras los europeos sigan en guerra entre ellos y las ganancias floten hacia el complejo bélico-industrial no hay visos de que Washington propicie vías hacia la paz, aunque su declive hegemónico persista ante la creciente multipolarización en curso desde el fin de la guerra en Corea y la institucionalización de la revolución china como potencia en alianza con el poder euro-asiático ruso, con proyección mundial.
Colin Kahl, integrante del Pentágono, ha dicho públicamente que el gobierno de Biden no está alentando a Ucrania a mantener conversaciones para poner fin a la guerra. “Mas bien, en coordinación con el G-7 y la UE estaría anunciando el 29 de junio un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, que tiene el objetivo de llevarla aún más al aislamiento económico, financiero y tecnológico
( Fortuna y Poder, 5/mayo/ 22). ¿Vamos camino al abismo nuclear?
Por John Saxe Fernández
Fuente: La Jornada
No hay comentarios:
Publicar un comentario