El vicealmirante (r) Alberto Soto Valenzuela, en la foto, hasta inicios de este mes la tercera antigüedad de la Armada de Chile, fue uno de los nueve oficiales del principal escalafón de la institución que pasaron a retiro luego de que se concretara la conformación del nuevo Alto Mando, que había sido anunciado el 18 de octubre.

El 5 de diciembre se concretó su salida, después de haber permanecido cerca de 35 años en la rama naval de las Fuerzas Armadas. Ese día se realizó una ceremonia de despedida en el Patio de Honor de la Escuela Naval Arturo Prat, en Valparaíso.

En un podio, flanqueado por uniformados en retiro y activos, quien fuera hasta entonces el comandante de Operaciones Navales comenzó su discurso agradeciendo la presencia de sus compañeros, familia y el propio comandante en jefe de la institución, Juan Andrés de la Maza.

“Ciertamente yo no tengo dudas que la vida nos mantendrá ligados al accionar de la institución, al menos en espíritu, y como testigos del mismo hasta el fin de nuestros días. Y por lo tanto, si a Chile y a su Armada les va bien, será causa de alegría y satisfacción. Entonces, el tenor de estas palabras, más que de despedida, es de agradecimiento sincero y sentimientos honestos, con lo cual pretendo interpretar a los exitosos marinos que hoy nos desembarcamos del buque madre, para iniciar otras navegaciones y otras aventuras”, dijo en el inicio de su alocución.

Sin embargo, en sus palabras de despedida no solo tuvo un sentido agradecimiento hacia sus filas -en las que permaneció por cerca de 35 años-, sino que también hubo un ánimo de crítica, y ahí, no se guardó nada.

“Honramos a la Armada que es capaz de alinearse frente al monumento Prat, encabezada por su comandante en jefe, secundado por todos los excomandantes en jefe en vida y miles de retirados, y expresar claramente que ya basta, que ya es suficiente, que no permitiremos que se mancille nuestra historia y la de nuestros héroes, que son también los héroes de Chile”, dijo, recordando las protestas que han tenido lugar en la Plaza Sotomayor durante los últimos años, especialmente durante el estallido social.

“(La institución) está dispuesta a asumir riesgos si nuestro país desgarrado así lo requiere”

El discurso del vicealmirante continuó, ejemplificando con dos hechos que ocurrieron durante el estado de excepción del Covid-19 y en el estallido social.

“Nos sentimos orgullosos de una Marina que defiende sin temerez a un marinero que, en estado de excepción constitucional, persigue por las calles de Valparaíso a un ciudadano grosero que se niega a ser controlado y defiende a un infante que le pega una patada en el trasero a un saqueador que está destrozando un supermercado que nos sirve a todos”, sostuvo ante sus superiores, compañeros y subordinados, según consigna La Tercera.

El caso al que hizo mención en Valparaíso le valió diversas críticas a la institución, pues el 13 de abril del 2021, se viralizó por redes sociales un video en que un funcionario de la Armada detuvo a un hombre por negarse a ser controlado. El uniformado redujo al fiscalizado, botándolo al suelo y afirmando un fusil en la espalda del joven.

No fueron las únicas declaraciones punzantes que hizo el vicealmirante, quien aseguró en su discurso que “nos enorgullece nuestra Marina valiente y audaz que está consciente de su altura moral y peso específico creado en 204 años y que está dispuesta a asumir riesgos si nuestro país desgarrado así lo requiere cuando realmente ya no haya más opciones, donde los conceptos lealtad, deber, honor, valentía y patriotismo que nos han enseñado siempre, y que están en nuestra doctrina, realmente están encarnados en todos los que estamos en la Armada de Chile”.