El próximo 10 de diciembre se conmemora un año más de la declaración universal de los Derechos Humanos (DDHH) en la que muchas naciones comprometidas en no repetir las aberraciones del fascismo y nazismo en la segunda guerra mundial llegaron a acuerdos para establecer una normativa que prohibiese los tratos vejatorios y los atropellos a los DDHH por parte de los Estados. Han pasado 74 años, y la humanidad es objeto en diferentes puntos cardinales de la brutalidad del ejercicio de la violación sistemática de los derechos establecidos en esos acuerdos. El Capitalismo, sus formas de dominación y fundamentalmente el imperialismo norteamericano a través de gobiernos lacayos a sus intereses, invaden países, bombardean territorios, asesinan dirigentes sociales, dan golpes de Estado poniendo bajo su disposición regímenes títeres. Así, el capitalismo y sus diversas vertientes de dominación se las ingenia para dar continuidad al saqueo de los recursos naturales, la depredación de los ecosistemas, al tiempo que explota a millones de compañeros y compañeras pertenecientes a la clase trabajadora. Palestina, Libia, Irak, entre otros muchos pueblos, padecen las consecuencias de un sistema cuya voracidad ha desplegado gobiernos que se sostienen gracias al fanatismo criminal por el poder del capital. Bloqueos comerciales eternos, cuyo único objetivo es desestabilizar mediante el hambre y la miseria, a gobiernos de pueblos que con coraje y dignidad se han liberado de las ataduras del capitalismo, como es el caso de Cuba. Pueblos que son ejemplo presente en el devenir histórico de que hoy más que nunca es necesario que nos dotemos de formas de organización que surjan libres y ajenas de la dominación capitalista.
En Latinoamérica el panorama es desolador, las graves violaciones a los DDHH en Colombia dejan un saldo de miles de muertos, desplazados y torturados. En Paraguay, Carmen Villalba se encuentra en prisión sin ninguna certeza jurídica, su familia, incluidas sus sobrinas de 13 y 16 años, han sido asesinadas por militares. Su hija desaparecida por responsabilidad de militares y su hermano caído en combate, son una muestra de los vejámenes, crímenes y torturas que se suceden a diario en casi todos los países del continente.
En nuestro territorio llamado Chile, la situación no varía con respecto al resto del continente latinoamericano. Incluso, el aumento de la represión en conjunto con el incremento de las violaciones a los DDHH y el presidio político han sido prácticas inmutables por parte de las diferentes administraciones de un Estado que se niega a abandonar los dictámenes del capitalismo internacional. Así, después de 17 años de dictadura, las violaciones a los DDHH lejos de terminar, persistieron y se convirtieron en una práctica extensiva a la pseudodemocracia, hasta el día de hoy. El Estado como instrumento de dominación por parte de los sectores oligárquicos, continuó con el asesinato, la tortura, los montajes y la prisión política, como armas predilectas para socavar cualquier atisbo de protesta e “insubordinación” que provenga de los sectores populares.
A partir del 18 y 19 de octubre del 2019, se produjo un incremento en la violencia desatada por el Estado en contra del pueblo rebelado. El gobierno genocida de Sebastián Piñera desplegó a través de sus agentes, violaciones sistemáticas a los DDHH, que costaron la vida a decenas de compatriotas, siendo muchas compañeras vejadas y violadas. La tortura retomó la escena, como en los peores años de la dictadura, aplicándoseles a centenas de hermanos y hermanas. Los detenidos y apresados por protestar fueron miles, siendo cientxs formalizadxs y condenadxs. Todo este entramado de violaciones a los DDHH, se extiende hasta el presente, muy a pesar de las falsas promesas de campaña vociferadas por Boric, pues todas las violaciones a los DDHH mantienen a sus perpetradores en la total impunidad.
Así, Boric candidato, tristemente, se dió otra voltereta pasando de avisar a Piñera, advirtiéndole un futuro presidio, a felicitarlo y continuar con su legado de violador de DDHH.
Hoy Boric viola los derechos humanos, siguen presxs lxs luchadorxs sociales, militariza el Wallmapu, persigue a Héctor Llaitul, Werken de la CAM a sus hijos y a todxs quienes luchan por la autonomía y la autodeterminación de su pueblo y territorio. Reprime diariamente a lxs estudiantes secundarios, sumando todas las semanas más presxs políticxs.
Toda la institucionalidad burguesa es responsable. Así, el gobierno, apoyado por el congreso, el poder judicial y partidos políticos, persigue e intenta impedir cualquier demostración de descontento por parte de los sectores populares, para esto utiliza sus brazos armados, lxs Pacxs, PDI y Gendarmería. Mientras exista capitalismo, existirán Presxs, crímenes y torturas, contra lxs luchadrxs sociales, es por esto por lo que debemos reafirmar nuestro compromiso con la justicia social y la libertad.
Libertad inmediata y sin condiciones a todos lxs Presxs Políticxs
Coordinación “Ni un día + en la cárcel”
Diciembre 2022
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