La justicia condenó a tres exmilitares y a un exmédico del Ejército por el secuestro y tortura de un dirigente socialista en 1973. Se trata de Onofre Segundo Águila Parra, quien fue detenido en su casa de San Antonio por soldados de la Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, donde sufrió apremios ilegítimos como la aplicación de electricidad. El caso fue investigado por la ministra en visita Marianela Cifuentes Alarcón, quien dictó una sentencia condenatoria contra los responsables.
Los condenados son Ricardo Fortunato Judas Tadeo Soto, teniente de Ejército a la época de los hechos; Raúl Pablo Quintana Salazar, subteniente de reserva; Ramón Luis Carriel Espinoza, sargento primero, y el entonces médico del Ejército Vittorio Orvieto Tiplitzky. Todos ellos deberán cumplir una pena de 10 años de presidio efectivo, como autores del delito de secuestro agravado.
Según el fallo, Onofre Águila Parra fue detenido el 13 de septiembre de 1973, sin derecho, por ser secretario general del Partido Socialista de San Antonio. Luego fue llevado a la comisaría y a la cárcel de la misma ciudad, hasta que el 25 de octubre fue trasladado al subterráneo del casino de oficiales de Tejas Verdes, donde fue interrogado y torturado. Allí permaneció hasta el 31 de diciembre del mismo año.
La Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes y su campo de prisioneros estaban bajo el mando del teniente coronel Manuel Contreras Sepúlveda, jefe de la DINA y uno de los principales represores de la dictadura. También participaron en los hechos otros oficiales y suboficiales del Ejército, algunos ya fallecidos.
Esta sentencia es un avance en la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar. Aún quedan muchos casos pendientes por resolver y muchos responsables por sancionar. Esperamos que la justicia siga cumpliendo su rol y que el Estado garantice la reparación integral a las víctimas y sus familias.
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