Desde el organismo precisaron que tanto en el caso de Jorge Salvo, como en el de muchas víctimas de violencia institucional, no han recibido ni justicia, ni reparación, por lo que urge «contar con una política nacional y programas de reparación efectivos que se hagan cargo de esta obligación».
A las 17:42 del miércoles 28 de junio, Metro de Santiago comunicó a través de Twitter la suspensión del servicio en Quinta Normal por una persona en la vía: era Jorge Salvo, víctima de trauma ocular durante el estallido social, quien se lanzó al metro para quitarse la vida.
El 19 de enero del 2020 un carabinero le disparó, a no más de 30 metros, una lacrimógena en la cara en una manifestación en Plaza Baquedano, conocida popularmente como Plaza Dignidad.
De acuerdo a la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular, Jorge «no tuvo justicia oportuna ni el acompañamiento y contención profesional que requería, al igual que la mayoría de los sobrevivientes de violencia policial».
De hecho, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó 3.174 querellas en representación de 3.641 víctima, de las cuales 342 fueron heridas por bombas lacrimógenas, 106 por perdigones y 45 por balas.
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Sin embargo, «a la fecha, sólo 26 casos de las 3.174 querellas han tenido sentencia condenatoria«, señaló la presidenta del INDH, Consuelo Contreras. Además, Contreras aseguró que del total de las acciones interpuestas, 577 causas ya fueron cerradas.
«505 de éstas han sido por decisión de no perseverar, debido a que no se lograron reunir los antecedentes suficientes para sostener las investigaciones», sostuvo. Es más, desde el INDH explican que interpusieron una querella por el caso de Jorge Salvo por el delito de apremios ilegítimos contra quienes resulten responsables, pero «a la fecha aún no hay formalización de la investigación».
PC: «Es la impunidad de una sociedad y un Estado»
Desde el Partido Comunista se refirieron a los hechos señalando que «es la impunidad de una sociedad y un Estado, que está al debe con la justicia, la reparación y la garantía de no repetición para con los y las luchadores de ayer y hoy».
«Jorge seguirá acompañándonos en nuestra larga e incansable lucha por la verdad, la justicia y por el fin a la impunidad«, señalaron desde uno de los partidos que, durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, cuyos militantes fueron víctimas de violaciones a los derechos humanos.
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«El nunca más al genocidio y al fascismo, requieren políticas fuertes y decididas, que nuestra democracia parece conscientemente haber evitado», agregaron.
Mientras tanto, desde el INDH manifestaron que el acceso a la justicia, la sanción de los responsables y la reparación de las víctimas son estándares de DD.HH. que «los Estados se encuentran obligados a implementar y asegurar».
«En el caso de Jorge Salvo y muchas de las víctimas que sufrieron violencia institucional no han recibido ninguna de ellas», por lo que urge «contar con una política nacional y programas de reparación efectivos que se hagan cargo de esta obligación», cerró la presidenta del organismo.
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