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sábado, 9 de marzo de 2019

Por sus “Malas compañías” les conoceréis

Capitalismo-guerra
 

Las meretrices del Imperio se van quedando solas. Se frecuentan entre ellas, lo que subraya malamente su calidad de cipayos. Arturo A. Muñoz describe la tendencia que tienen los esbirros a andar en 'Mala compañía'...

DERECHISTAS

Por sus “Malas compañías” les conoceréis

Dime con quién andas y te diré quién eres (gracias, abuela)

Escribe Arturo Alejandro Muñoz


El refrán sigue vigente porque además de simple y claro es sabio. “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Con su canción “Las malas compañías” Joan Manuel Serrat dejó aun más clara la intención del refrán (“Mis amigos son unos atorrantes…”).
Madres y abuelas no erraban cuando emitían juicios respecto de nuestros amigos. No sé cómo habrá sido en su caso, querido lector, pero en lo que a mí respecta, mi querida vieja jamás erró palo alguno. Sólo se equivoco conmigo. Crecí y fui menos de lo que ella suponía y esperaba.
De ahí que sostenga que el refrán de marras puede aplicarse a la actividad política: el porcentaje de aciertos superaría el 90%. El primer ejemplo que invade mi mente es el de Ricardo Lagos Escobar.
Una vez que Richie abandonó la presidencia de lo que hay de República, no tuvo empacho en mostrar su verdadera cara ideológica, escondida durante décadas tras la fachada del radicalismo criollo y de esa engendro suyo llamado Partido Por la Democracia (PPD). El PPD, suerte de cajón de sastre donde caben todos los ex: ex marxistas, ex ‘guerilleros’, ex comunistas, ex socialistas reconvertidos a la fe neoliberal, ex residuos del radicalismo, ex pinochetistas dizque arrepentidos, ex beneficiarios de la dictadura cívico-militar. Todos muy actuales mangantes de la cosa pública.
Lagos Escobar fue cooptado prontamente al staff financiado por Carlos Slim y regentado por Felipe González. Con Felipe Isidoro en el papel de la “Patas verdes”, Lagos Escobar solo podía fungir de hetaira. Súmele a ese grupito a Fernando Henríque-Cardoso, ex presidente de Brasil, y tiene así un ramillete de enemigos del Estado, fanáticos de las privatizaciones y las concesiones jugosas, demiurgos de países que terminan siendo dueños de nada: todo se lo transfieren a poderosas empresas transnacionales.
Cual colofón de acero, se arrimó luego Fernando Flores, cuyo concurso catapultó al grupo hacia la cumbre del neoliberalismo más radical. En España fueron bautizados como ’los cantamañana’, o bien ‘los mafiosos’, una vergüenza para el socialismo.
Al lado, o sobre los mencionados, se ubican los derechistas, sediciosos o republicanos, detalle menor a la hora de identificar sus socios en el ámbito internacional. Si a la izquierda de izquierda le reprocharon su apoyo indesmayable a Fidel Castro y ahora a Nicolás Maduro, a la derecha habría que refrescarle la memoria con relación a sus sons of a bitch, delicada denominación acuñada por Franklin D. Roosevelt. La lista es larga:
Fulgencio Batista (Cuba), Anastasio “Tacho” Somoza (Nicaragua), François “Papá Doc” Duvalier (Haití), Guillermo Rodríguez Lara (Ecuador), Antonio de Oliveira Salazar (Portugal), Francisco Franco (España), Umberto Castelo Branco (Brasil), Garrastazú Médici (Brasil), Carlos Castillo Armas (Ecuador), Alfredo Stroessner (Paraguay), Ferdinand Marcos (Filipinas), Juan Velasco Alvarado (Perú), Rafael Leónidas Trujillo (República Dominicana), Juan María Bordaberry (Uruguay), Hugo Banzer (Bolivia), Marcos Pérez Jiménez (Venezuela), Rafael Videla (Argentina), Augusto Pinochet (Chile), Benyamin Netanyahu (Israel), Álvaro Uribe (Colombia), Mohamed Reza Pahlevi (Irán), Carlos Castillo Armas (Guatemala), Pedro Carmona ‘el breve’ (Venezuela)… etc. etc.
En América, sólo México y Costa Rica estuvieron exentos de dictaduras en el siglo veinte, cosa que al Imperio no le agrada del todo.
A la derecha ‘blanda’ (los ’cantamañana’ y la Alianza por Chile) y a la derecha dura los une el mismo inconmensurable amor por las aves, específicamente por los halcones. Sobre todo a la especie que abunda en América del Norte y habita lugares como la Casa Blanca, el Capitolio, el Pentágono y el FMI.
Odian las dictaduras de izquierda, pero al gobierno chino le aplauden hasta los eructos. “Es que ni se nota que son comunistas”, me dijo hace algún tiempo un votante de derecha, subrayando que China explota el trabajo infantil como Gran Bretaña, y combate los sindicatos como Chile.
El cinismo de estos grupos pro-EEUU alcanza riberas astronómicas. Adoran al Imperio, las dictaduras, las tiranías y los caudillos… cuando son de derecha, ojalá extrema. Disponen de sus propios führers a la moda como Jair Bolsonaro y José Antonio Kast, y algunos derechistas ‘republicanos’ no les van en zaga: Sebastián Piñera, Iván Duque, Mauricio Macri, quienes desde hace un tiempo –según el diario argentino ‘Perfil’– disputan palmo a palmo el título de “la prostituta favorita de Occidente”. Según ese mismo diario Piñera se habría quedado con el trofeo.
Un pensamiento de Jair Bolsonaro ayuda a los halcones de Washington a respirar con mayor tranquilidad. Dijo el presidente brasileño: “La democracia existe solo cuando las Fuerzas Armadas así lo quieren”.
¿Se puede discutir racionalmente esa afirmación? El asunto radica en qué tipo de régimen es el que recibe el apoyo de los uniformados de cada país. Si las FFAA apoyan a un gobierno de izquierda, como el venezolano… ¿sigue siendo válida la audaz afirmación del ex capitán de ejército Jair Bolsonaro?
No hay mucho más que agregar ni paño que cortar. Ya está dicho. A nuestros hombres públicos por sus “Malas compañías” les conoceréis, mejor incluso que por sus currículos y promesas.
Dime con quién andas y te diré quién eres (gracias, abuela).
 
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