Por Alejandra García S.
Yasna Provoste nació en Vallenar. Es profesora de Educación Física. Fue Gobernadora de la Provincia de Huasco, 1997-2001, Intendenta de la Región de Atacama, 2001-2004, ministra de Planificación, 2004-2006, ministra de Educación, 2006-2008, diputada por el Distrito N° 6, en el período 2014- 2018. Hoy es Senadora y jefa de la bancada DC.

El Presidente Piñera sigue impulsando su campaña comunicacional de “Chile en Marcha”, ¿cómo ve esta actitud del gobierno?
Los datos de la realidad muestran a un país estancado. 

El Imacec del primer semestre fue 1,7%, marcado por la caída del índice de Producción Industrial -2,9% en junio, el comercio tuvo su peor semestre en materia de ventas, el desempleo crece. 

Chile está estancado, el marketing gubernamental de “Chile en marcha” y el bombardeo en redes sociales no modificará la dura vida cotidiana de los chilenos y por eso la desaprobación a la gestión Piñera supera el 60%. Las familias de clases medias y del sector vulnerables sufren diariamente los resultados de una mala gestión gubernamental como es la actual.

En Atacama el desempleo es 9,1% -el más alto del país- y el desempleo femenino llegó a 10,7% que es una cifra altísima y que está afectando a las mujeres que han ido integrándose paulatinamente al mercado del trabajo.  

La reactivación de la inversión privada y el desarrollo de nuevas industrias no ha ocurrido. 

Al contrario, la mayoría de los nuevos empleos creados en el período Piñera son en la administración pública, especialmente en el sector salud; lamentablemente fracasó el programa de industrialización del litio  que impulsó Corfo que significaba la llegada de inversionistas extranjeros colocando US$ 745 millones para dar valor agregado al litio, donde la Corfo fue negligente para materializar esa inversión que ayudaría a las regiones mineras y que nos permitía ser parte de la cadena productiva de la electromovilidad.

Este gobierno habla mucho, muchos slogans y marketing, pero la realidad es que el país está estancado y la gente decepcionada.

¿Es crítica entonces a la gestión económica del Gobierno?
Las encuestas que se hacen revelan que hace ya muchos meses la confianza de los consumidores está en zona pesimista y también la del mundo empresarial; pareciera no haber credibilidad en las autoridades económicas y el cambio de gabinete no sirvió de nada.

El Ministro de Hacienda con su llamado a rezar lo dijo todo, no tiene respuestas para enfrentar este bajo crecimiento.

En estos 7 meses del 2019 ha ido bajando la proyección de crecimiento desde el 4% inicial en enero, después 3,5%, recientemente 3,2%; pero 24 horas después los analistas privados señalaban que sus proyecciones estaban entre 2,5% y 2,7% y no creen en la apuesta de Hacienda. 

Es el mundo de los analistas hay desconfianza y pérdida de credibilidad en el Ministro de Hacienda actual.

Es lamentable para un país moderno y democrático que la autoridad económica no tenga credibilidad política, ni técnica ni ciudadana.

Anuncian un plan de impulso de la inversión pública, pero al revisar la ejecución del MOP en el 1er semestre en gastos de capital revela que está cayó -15% en relación al año pasado y ahora “descubren” el impacto interno de la guerra comercial ente EEUU y China; cuando en la Comisión Mixta de Presupuesto toda la Oposición en octubre del 2018 le señalamos al gobierno que estaba “subestimando” el impacto de la guerra arancelaria en el precio del cobre y en la marcha de la economía.

Durante la administración Bachelet dos dijeron que la marcha de la economía era ”2/3 gestión interna y sólo 1/3 efecto mercados internacionales” y bajo esa metodología señalada por el ministro Larraín este estancamiento económico es plena responsabilidad del gobierno y además, no tienen plan alternativa para recuperar la economía excepto bajar los impuestos a las grandes empresas lo que la mayoría de los chilenos y chilenas no comparte. 

Esto revela que los Tiempos Mejores fracasaron y que fue producto de las promesas que no cumplieron.

¿Qué opinión tiene de la jornada laboral de 40 horas y de la reacción del Gobierno?
La respuesta del Gobierno es un fiasco total. Se declaró contrario a bajar la jornada laboral, la descalificó por ser un proyecto presentado por diputadas del PC, anunció que era “inconstitucional” y que recurriría al Tribunal Constitucional y en la tarde del jueves – probablemente después de una lectura de las encuestas- cambió de foco y anuncia una indicación con su propuesta para rebajar jornada a 41 horas.

Mal manejo del Gobierno. No logra entender que la gente está cansada de jornadas laborales extenuantes, con bajos salarios y donde el rendimiento laboral se ha vuelto decreciente ya que la productividad ha bajado en los últimos años. 

Es hora que se armonice la calidad de vida con el trabajo y eso no lo entienden los empresarios quienes se oponen furiosamente, incluso despliegan una campaña del terror –“nos iremos al subdesarrollo”-, pero no logran entender que las actuales agotadoras jornadas laborales están deteriorando nuestra salud mental y calidad de vida.

El apoyo a una reducción gradual de la jornada laboral a 40horas es una causa transversal que incluso apoyan parlamentarios de gobierno en RN que revelan el fracaso y la confusión del presidente Piñera.

El Presidente Piñera dijo que quería ser un presidente de los acuerdos ¿usted cree que cumplió esa promesa?
Claramente no. Él no construye acuerdos sólidos, quiere imponer la rebaja de impuestos vía la reintegración tributaria diciendo que es una medida pro PYMES cuando toda la dirigencia política y social sabe que no es verdad. 

Propone un proyecto de pensiones que mantiene la lógica de la capitalización individual que es lo que genera mes a mes pensiones miserables para los chilenos/as que se pensionan por AFP’s y rechaza la posición mayoritaria de incorporar solidaridad intra e intergeneracional para tener mejores pensiones ahora y no en 40 años más como propone él.

En materia de desarrollo económico la mayoría quiere un país menos cobre-dependiente y que apueste a una diversificación de la matriz productiva, que se invierta en innovación y ciencias –que este año tuvo un presupuesto que cayó - 15%-, que haya real apoyo a las Pymes. 

Pero en la realidad las Pymes están siendo postergadas en el sistema de compras públicas porque el Gobierno propone medidas y convenios marcos pro grandes empresas, Corfo dejó caer el programa de industrialización del Litio y esta nula visión estratégica para el mediano plazo de la derecha se está pagando con el actual estancamiento económico del 1,7% de Imace del primer semestre.

Lo único rescatable ha sido la noticia que Codelco se alió con minera privada (MSB) para desarrollar el litio en el salar de Maricunga desde el segundo semestre del año 2020 lo que reactivará a la minería en nuestra región, lo que espero se cumpla.

Pero lamentablemente el Gobierno no negocia ni construye acuerdos sólidos, sólo busca resultados de corto plazo vía el pirquineo de votos. Las reformas no pueden aprobarse por un sólo voto en las Comisiones legislativas –como ocurrió con la Reintegración tributaria-, así no se genera estabilidad.

¿Ve factible otros acuerdos legislativos, en torno a proyectos de gobierno?
Difícil. El país demanda incrementar las miserables pensiones de las AFP’s y que transitemos hacia un modelo mixto con Solidaridad previsional, pero al Gobierno le importa más tramitar el proyecto de modernización tributaria que no es prioridad para la ciudadanía e insiste con rebajar los impuestos a las grandes empresas aunque sea aprobando con mayorías débiles. 

Es urgente mejorar la calidad de la educación pública en todos sus niveles, pero tiene una agenda en que la calidad educativa no es prioridad. A junio el programa Fondo de Apoyo a la Educación Pública que tiene un monto de US$ 620 millones sólo ha ejecutado un 1% el Mineduc.

Después de lo de Essal en Osorno y tema contribuciones SII es urgente modernizar el marco regulatorio, rebajar las tarifas a los usuarios, elevar las sanciones a las empresas proveedoras, fortalecer la capacidad fiscalizadora de SII y las superintendencias y aún no sabemos si esos temas son compartidos por la derecha.

El país requiere salir de este estancamiento, pero se requieren mejores ideas y más innovaciones productivas, más apoyo al desarrollo tecnológico y claramente esas ideas pro desarrollo no vienen de un gobierno de derecha.

Al parecer las reformas institucionales anunciadas en la cuenta del 1º de junio se postergarán porque la derecha pidió otras prioridades. ¿Qué opina de este freno de mano a las reformas institucionales?
Es notorio que la baja en las encuestas ha debilitado la capacidad de maniobra política del presidente Piñera con su coalición y ha acentuado el nerviosismo en la Moneda. 

Es lamentable que la derecha no dimensione la crisis de desconfianza y credibilidad que están viviendo las instituciones, en especial porque tenemos un Tribunal Constitucional que ha alterado la voluntad legislativa de los representantes ciudadanos y mantiene una situación de desprotección ciudadana importante.

Más lamentable es que Gobierno postergue las reformas institucionales y haya decidido lanzar una inconveniente campaña de ataques al Poder Judicial afectando así el principio democrático de la independencia judicial. Es inconveniente que el Presidente de la República no entienda la importancia republicana de respetar la independencia judicial.

Todos debemos cuidar la institucionalidad democrática y debemos avanzar en reformas que les devuelvan su credibilidad. No posterguemos estas reformas institucionales. 
Pareciera que en la derecha empieza el despliegue de los precandidatos presidenciales ante la baja en las encuestas. ¿Qué pasa con la centroizquierda?

Empiezan a verse los primeros signos de un debilitamiento político de La Moneda y se acerca la hora en que la centroizquierda y en ese ámbito la DC muestren mayor capacidad de unidad y de propuestas de futuro para mostrar que somos capaces de dar un mejor gobierno para el país. 

Chile requiere seguir desarrollándose, pero requiere invertir en innovación y ciencias, fortalecer el capital cultural y social, diversificarse productivamente y generar mucho más valor agregado a lo que hacemos. 

Es muy grave que sigamos cayendo de lugares –ahora del 47 al 51- en los Rankings de Innovación y al Gobierno pareciera no importarle.

Pero nosotros como oposición debemos mostrarle al país que sí nos importa el progreso y la Innovación. 

En el Senado seguiremos promoviendo la unidad de la centroizquierda, debemos dejar atrás los proyectos individualistas e iniciar una fase de colaboración y coordinación para mostrarle a Chile que podemos construir un país distinto, donde el progreso llega a todas y todos.

De repente hay traspiés, pero como senadores DC seguiremos insistiendo que la Unidad es urgente y seguiremos disponibles para construir esa hoja de ruta común que privilegie el bienestar mayoritario.
En el Senado dimos un paso importante el 4 de julio pasado al tener una Jornada en que participaron de modo entusiasta más de 20 senadores sobre temas de futuro como la urgencia de tener más solidaridad inter e intrageneracional en pensiones, que en lo tributario que el país necesita más recaudación fiscal y no menos, que requerimos una Educación Pública –en todos sus niveles- de mayor calidad y que nos molesta la política del deterioro de la educación pública que ha impulsado el Mineduc, que debemos promover una reforma real al Tribunal Constitucional, que se hace urgente modernizar los marcos regulatorios en sector sanitario y eléctrico entre otras prioridades.

Podemos tener una agenda común propositiva, más de futuro que apueste a representar a esa mayoría social decepcionada de la mala gestión del gobierno del presidente Piñera. Esto mínimos comunes programáticos más un acuerdo electoral para las elecciones regionales y municipal son tareas que debemos dar prioridad. 

Ese reencuentro con ideas del futuro debe además, empezar a promoverse en las regiones y en las comunas, la centroizquierda debe desplegarse en el territorio sustentada en sus diversos liderazgos pero con una profunda vocación de coordinarse y unirse para levantar una alternativa potente a este mal gobierno de derecha.

Llegó la hora de la Unidad de la centro-izquierda por sobre el perfilamiento individual y como senadores DC cooperaremos a ese objetivo común.

¿Hay tiempo aún para recomponer la unidad opositora?

Quienes estamos hoy en tareas políticas debemos entender que lo principal -hoy y en los próximos meses- es privilegiar el bien común, la articulación de una fuerza política y social con vocación de representar mayorías y no limitarse a fomentar las identidades partidarias. 

Estamos frente a un mal gobierno que no cumplió sus promesas, que favorece a unos pocos, que el país se estancó y por tanto, la división opositora sólo mantendrá esa mala calidad de vida para las mayorías. No respaldaremos aquello que conduzca a división, fragmentación y atomización de la centroizquierda.
Debemos mirar el futuro del país y trabajar para unirnos.  Debe haber Unidad entre los que queremos progreso con innovación, el desarrollo de nuevas industrias, con una educación pública de calidad, con pensiones dignas vía un sistema más solidario, con una democracia más participativa, con más protagonismo regional, donde combatamos la delincuencia con más prevención, pero lo principal es que trabajemos para tener un Chile más inclusivo, menos desigual y más democrático. 
 
Eso es una tarea que une a muchas y muchos y que no puede seguir postergándose ni menos ahora que la derecha seguirá desplegando a sus diversos aspirantes presidenciales.

El país quiere liderazgos nuevos en la centroizquierda y en esa tarea estamos comprometidos, las familias chilenas se merecen vivir en un Chile más desarrollado, más equitativo y más humano. Eso se logra con Unidad y con capacidad de propuestas.