Verificada ya las inscripciones de candidatos y listas para lo que va a ser el organismo destinado a elaborar la Nueva Constitución, ¿qué podemos esperar que ocurra con la Convención Constituyente? Los defensores del modelo se han atrincherado en una sola lista, la que bajo el sistema de votación establecido ya les asegura al menos el veto de los 2/3. La oposición (no toda por el cambio del modelo, hay que decirlo) va en tres grandes listas, mas tres o cuatro de los independientes. Dado la dispersión de los votos opositores, incluso la derecha podría ser mayoría o estar muy cerca de ello. ¿Qué ocurrirá entonces en la Convención constituida de esa manera?
Vislumbramos al menos tres escenarios posibles:
a) Remodelación de la Constitución del 80. La derecha impone sus condiciones en la Asamblea y el resultado es una versión maquillada de la Constitución pinochetista. La derecha puede ceder incluso en algunos temas ‘valóricos´(igualdad de género, pueblos originarios, minorías sexuales, etc.) pero a lo que nunca renunciará es a la estructura económica y a sus derivadas para mantenerla. Para la derecha la Constitución del 80 es antes que ninguna otra cosa un modelo de negocios.
b)Rechazo Plebiscito de salida. Los movimientos sociales y la ciudadanía que votó en un 79% por el Apruebo, se sienten claramente defraudados y engañados por el resultado (negociado, una vez mas, en la cocina política) y vota mayoritariamente por el rechazo a la nueva Constitución en el plebiscito de salida. El país seguiría con la actual Constitución y la agitación y nuevos estallidos sociales serían cuestión de tiempo.
c) Quiebre de la Asamblea. Los constituyentes de oposición (política e independiente) a poco andar el funcionamiento de la Asamblea y constatando que ningún cambio sustancial se va a derivar de ella debido al poder de la derecha sobrerrepresentada, deciden retirarse de la Asamblea tal cual está y continuar sesionando en una Asamblea paralela del Pueblo o como se le llame; con vistas a que en el Plebiscito de salida se voten ambos proyectos. Esto produciría todo un clima de agitación, recriminaciones mutuas e inestabilidad política por al menos un año o mas, antes que resulte alguna solución al incordio (algo parecido originó la Revolución Francesa, cuando Luis XVI convocó a los Estados Generales y el tercer estado, la plebe, viéndose en minoría porque el rey antes de convocarlos tomó la precaución de duplicar los representantes de la nobleza y el clero, decidió constituirse por su propio poder como Asamblea Nacional, en torno a la cual se generaría la revolución)
Podría imaginarse varios escenarios mas, aunque pensamos serían derivados de los tres ya mencionados. Pero cualquiera que sea el que se produzca, se va a dar por el momento, sobre una oposición mayoritaria estadísticamente, pero políticamente fragmentada, sin programa único, sin liderazgos claros y en el desorden completo. Y por el otro lado, la derecha de las tres comunas claramente alineada con lo fundamental que tienen que defender: su hegemonía para mantener y expandir el modelo de distribución de la riqueza y el poder que de él se deriva. Así, la agitación social producto de la frustración, por un lado, y el hedor putrefacto de las instituciones que se van deshaciendo, por el otro, nos acompañará por muchos años mas haciéndonos cada vez mas ‘latinoamericanos’. Porque, ¿son posible hoy las revoluciones?
Por Mauricio Bravo A.
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