El ministro de Salud, Jaime Mañalich, reafirmó hoy que "hay que prepararse para la nueva normalidad", en medio de la pandemia del coronavirus, y afirmó que ese estado "está llegando en forma heterogénea al país". Para ejemplificarlo, sostuvo que esto ha ocurrido en ciudades como Punta Arenas, Osorno, Chillán y Temuco, entre otras que han tenido brotes importantes de covid-19 y, una vez pasada la cuarentena, "han retomado formas de nueva normalidad", con "un aumento en las libertades personales, un aumento en la actividad comercial, del trabajo, de la posibilidad que cada uno se gane el pan de cada día".
En el caso de la capital de Magallanes, el ministro afirmó que ésta "tuvo el brote más importante de Chile, con el mayor número de casos en relación a su población", por lo que debió enfrentar una cuarentena de cinco semanas y un cordón sanitario, "con restricciones muy severas". No obstante, dijo "si uno va a Punta Arenas hoy día, en la práctica, están en una nueva normalidad. ¿Qué significa? Que la gente anda en la calle, en la plaza, que es un espacio abierto, que por supuesto andan con mascarilla, que se cuidan, que la autoridad sanitaria está vigilando los nuevos casos".


Consultado por esta visión, el alcalde de la ciudad, Claudio Radonich, señala que "más allá de entender lo que quiso trasmitir el ministro, hay una palabra prohibida durante la pandemia, que es 'normalidad'", y dijo que "hay que ser más cautos".


Señaló que "durante estas últimas semanas, hemos mantenido índices bajos de nuevos contagios y de casos críticos", pero advirtió que "en cualquier momento, si nos relajamos, podemos aumentar estos contagios de una forma importante". "Los expertos de aquí hablan que estamos esperando una segunda ola de contagio después de la cuarentena", apunta el alcalde, quien dice estar consciente de que esta vez no tendrían "margen" para trasladar pacientes a otras regiones –como ocurrió durante el brote– dado la compleja situación en la Región Metropolitana.
Ante eso, explica que los esfuerzos en la zona están centrados en que "haya un comportamiento similar a la cuarentena", en que las personas sigan manteniendo la distancia social, el uso de mascarilla, entre otras. "Aquí nos estamos adaptando a esta etapa distinta, que es salir de la cuarentena, pero auto obligándonos a mantener una cuarentena mental, para que los contactos se mantengan bajos, que la gente no haga cumpleaños, que la gente no se vaya a ver, que las compras sean las precisas", afirma el edil.


En ese sentido, advierte que "cualquier ventana que hable de 'normalidad', nos genera una confusión (...) Creo que no es bueno poner tanto eslogan a momentos, hoy no le hemos ganado al covid", subraya.


Agrega que "cuando tú generas una pequeña apertura, da la sensación de que ya lo superamos, y no hemos superado nada, esto es día a día". Por lo que "hay que dar las señales claras: la emergencia sanitaria continúa, y cualquier apertura, que una autoridad diga 'normalidad', confunde y es un flaco favor, porque si algo hemos tenido que reaprender con este virus son dos conceptos: prudencia y humildad".


El alcalde Radonich describe la actual situación en Punta Arenas y dice que, tras levantarse la cuarentena, "se ha reabierto algún comercio, con todas las medidas de seguridad", como las peluquerías, pero dice que han tenido "muy poca clientela, porque la gente no está saliendo, porque les hemos pedido a todos que mantengamos los resguardos y que no se salga salvo que sea algo esencial".


Dice que también están abiertas las ferreterías, "ciertas tiendas de la zona franca, pero bajo medidas de seguridad estrictas", y se retomaron las faenas de construcción, "pero con muchas restricciones, por lo tanto, los niveles de avance que van a tener son bastante lentos".