Sebastián Zamora, el exfuncionario de Carabineros acusado de empujar a un joven desde el puente Pío Nono hacia el río Mapocho durante una manifestación, decidió romper su silencio y entregar su versión de los hechos ante Fiscalía.

Su nuevo equipo de abogados ya realizó la solicitud ante el Ministerio Público y pidió desarrollar nuevos peritajes para reunir nuevas evidencias y demostrar que el otrora uniformado actuó de acuerdo al marco reglamentario, según señalaron sus defensores.

Dicha recolección de pruebas pretende ser presentada en los tribunales para lograr rebajar la medida cautelar de prisión preventiva que fue decretada contra el imputado, investigado por el delito de homicidio frustrado.

Además de asegurar que actuó dentro del margen de la ley, uno de sus abogados, Alejandro Peña, sostiene que su actuar estuvo "en cumplimiento siempre de un deber, esto es, de las órdenes impartidas por sus superiores jerárquicos en dicho acto de servicio en el ámbito de sus funciones".

Al excarabinero también lo acusan de no prestar ayuda a la víctima y de haber señalado que el joven estaba detenido, siendo que nunca lo estuvo. Ante ello, el exfiscal respondió que "en esas conductas nuestro representado no tiene dominio de los actos que se le imputan".

Los abogados intentarán cambiar la prisión preventiva en una audiencia cuya fecha aún se desconoce, pero piden que Zamora haga su declaración antes de la jornada de revisión de la medida cautelar.

Cabe consignar que el pasado 8 de enero, el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago mantuvo la prisión preventiva, rechazando así la solicitud de su defensa y acogió la postura de la Fiscalía de mantener al imputado por homicidio frustrado privado de libertad, por ser un peligro para la sociedad.

En el mes de noviembre se revelaron las imágenes captadas por la cámara que portaba el exuniformado, las cuales muestran el momento en que el piquete de Carabineros inicia la maniobra de dispersión de los manifestantes y cómo Zamora corre en forma diagonal hasta la baranda del puente, donde impacta con el joven que terminó cayendo al lecho del río.

Tras esto, se asoma por la baranda y mira hacia abajo junto a otros efectivos, hasta que uno de sus compañeros se acerca y le dice: "Tranquilo, tranquilo, tranquilo".

Posteriormente, los uniformados se alejan del lugar para reagruparse. Es ahí donde Zamora comienza a repetir: "Lo maté, lo maté", mientras camina.

"Se está desangrando", señala el imputado, recibiendo palabras de calma por parte de otros carabineros. "Lo trataste de agarrar y se te cayó, ¿ya?", señala uno de ellos, a lo que Zamora responde: "Sí".