por Thomas Villaseca Arroyo 29 mayo, 2022
La figura de Michelle Bachelet no es una que pase fácilmente desapercibida, y es que haber sido la primera presidenta mujer en la historia de Chile es un detalle que difícilmente se puede olvidar, más aún cuando su primer mandato lo logra con el 53% en segunda vuelta, y su segundo mandato con un histórico 62% en la misma instancia.
La actual Alta Comisionada para los Derechos Humanos pocas veces se inmiscuye en la política interna chilena, pero las veces en que aclara sus posiciones, asegura ciertas preferencias hacia la opción que manifiesta. Un ejemplo de esto es, cuando en las pasadas elecciones presidenciales con una sencilla frase “yo voy a votar por Gabriel Boric” el 14 de diciembre del 2021, causó gran revuelo desde la izquierda hasta la derecha, y movilizó una importante cantidad de votantes con su mensaje.
La encuesta CADEM del 10 de diciembre del 2021, publicaba un 52% de intención de voto para el actual presidente Boric. Cuatro días después, la ex-presidenta a través de la fundación Horizonte Ciudadano hacía público su apoyo al candidato de Apruebo Dignidad. Luego, la misma encuesta CADEM dos días después del “componente Bachelet”, publica el 16 de diciembre que la intención de voto para Gabriel Boric aumentaba en tres puntos, llegando al 55%. En ese periodo, también se desarrolló uno de los debates que marcaron la segunda vuelta presidencial, en el que se mostró un buen desempeño comunicacional del entonces candidato de la izquierda, quien con el apoyo de las declaraciones de Michelle Bachelet logró llegar a un universo de votantes más cercanos al centro que a la izquierda, logrando así el objetivo central de la campaña de Boric en segunda vuelta.
No es de extrañar que las declaraciones en apoyo a aprobar la nueva constitución, hechas por Bachelet en una entrevista con Stephanie Flanders para Bloomberg, sea otro de los escenarios en donde este “componente Bachelet” juegue a favor de la opción que promueve. Si bien, como ya hemos dicho, la exmandataria no interviene y evita referirse directamente sobre la actualidad política chilena, no cabe duda de que sus declaraciones llegan a resonar en los oídos de muchos y muchas de sus adherentes. Por otro lado, queda claro que la figura de Michelle Bachelet sigue siendo importante, y tiene aún un peso político propio, basado en el legado de su mandato: las primeras y más importantes reformas sociales y de género de la transición, así como un intento fallido, pero concreto de proponer una nueva constitución política para el país al final de su segundo mandato, sin olvidar el prestigio internacional que su figura genera en materias de género y derechos humanos. En ese prestigio y legitimidad frente a la opinión pública chilena radica, precisamente, el “componente Bachelet”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario