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lunes, 30 de mayo de 2022

Entrevista a Alicia Lira de AFEP sobre niños y niñas ejecutados durante la dictadura militar

 Durante este año se viene realizando la presentación del libro «Rompiendo el silencio de niñas, niños y adolescentes ejecutados políticos durante la dictadura cívico-militar 1973-1990»

Por Minga

El Ciudadano.



 


EL libro es un trabajo de reconstrucción de las memorias de niñas, niños y adolescentes ejecutados políticos durante la dictadura cívico militar, a través de historias, fotografías y testimonios de familiares y amigos.

Lanzarán libro ‘Rompiendo el silencio’: la cruda historia de los 205 niños y niñas ejecutados por la dictadura militar en Chile / https://www.elciudadano.com/actualidad/lanzaran-libro-rompiendo-el-silencio-la-cruda-historia-de-los-205-ninos-y-ninas-ejecutados-por-la-dictadura-militar-en-chile/01/22/

Sobre sus contenidos, entrevista a Alicia Lira, Presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), colectividad que nació en 1976, en plena dictadura militar, y que busca la verdad, justicia y reparación para los graves e indescriptibles crímenes llevados a cabo por el régimen de Augusto Pinochet, que en su mayoría permanecen impunes.

Entrevista realizada por Cristian Hugo García
El Ciudadano

Compañera Alicia, la dictadura cívico militar cometió graves y masivos crímenes contra la humanidad, deteniendo, torturando, ejecutando y desapareciendo a miles de personas, entre ellos, a cientos de niños, niñas y adolescentes. ¿Cuáles son las cifras que manejan ustedes con respecto a niños, niñas y adolescentes ejecutados por agentes del Estado?

Estamos hablando de cuatro no natos, que sus madres los parieron cuando las estaban torturando. Al menos de ejecutados políticos, de 0 a 18 años, tenemos registrado 205 niñas, niños y adolescentes que fueron ejecutados de distintas formas en distintos años. Sabemos que la minoría de edad era hasta los 21 años, por lo tanto, son muchos más los menores de edad. Por eso, para nosotros es importante este libro, para reivindicar, rescatar de la memoria de que hubo una dictadura que no trepidó en asesinar a niños, niñas y adolescentes, como Leonidas Díaz Díaz, una adolescente de 14 años, embarazada, que la ejecutaron junto a otros trabajadores en el Puente Bulnes. Esa es la forma en que se ensañaron y que nosotros tratamos de visibilizar. Sabemos también que hay niñas, niños y adolescentes detenidos desaparecidos, pero nunca hubo preocupación del Gobierno de visibilizar la relevancia, la gravedad de los crímenes contra niños, niñas y adolescentes que son nuestro futuro, nuestro presente, nuestro tesoro, en la familia y en lo social. Por eso, nos parece tan relevante hoy día visibilizarlo y hacer este acto reparatorio hacia ellos y sus familiares.

Para quienes no hayan leído el libro, ¿qué van a encontrar en este documento?

En este libro van a encontrar lo trágico y lo terrible de la muerte de cada uno de ellos. Por ejemplo, en el caso de Claudia Valenzuela Velásquez, de Talca, que tras ingresar una patrulla de Carabineros a su casa, ejecutó a tres miembros de su familia. Pero también van a encontrar una vida de ternura, de juegos, de niños que eran obreros, adolescentes que vivían una vida niños, adolescentes que resistieron la dictadura. Y me gustaría entre ellos, nombrar y quede registrado en la memoria de quien lea este libro de la dignidad, la consecuencia de un adolescente como Isidro Salinas Martín, que lo ejecutaron junto a su madre y a su tía Margarita y María Paz Martín Martínez, como a Miguel Ángel Leal Díaz, que también lo ejecutaron. Él resistía la dictadura como joven y fue ejecutado mientras su padre estaba preso en la cárcel pública. Y el caso de Rafael Vergara Toledo, que también lo ejecutaron por resistir la dictadura junto a su hermano Eduardo, y que nos dejaron esa memoria, ese legado de dignidad, de resistencia por una sociedad mejor. Esa es la calidad de niños, niñas y adolescente que están ahí. También van a ver esperanza. Hay fotos de algunos de sus familiares, cartas escritas o, por ejemplo, como el padre de Miguel Leal, desde la cárcel le escribe a su hijo. O una niña como Alicia Aguilar Carvajal junto a su hermana mayor. Y estamos hablando niñas de 6 años jugando en la Plaza Panamá de la comuna de Santiago cuando fue ejecutada. Pero hoy día, uno se encuentra con sus hermanos…Nosotros nos encontramos con la hermana de Alicia, llena de pena, de angustia, pero también de mucha alegría de esta reparación, del saber que alguien más sabía lo que había pasado y que se está haciendo algo importante. Por lo tanto, acá yo creo que van a encontrar historias terribles, pero llenas de humanidad y que deben aprender a sensibilizar y también para que nunca más se vuelva a repetir. Creo que este es un material de estudio, no de entretención, es un material de memoria para que le quede a las futuras generaciones.

Compañera, en muchos casos estamos hablando de niños, niñas y adolescentes de hasta un mes de vida, de tres, cuatro o seis años de vida, tal como usted mecionó con el caso de la niña Alicia Aguilar Carvajal. Niños, niñas y adolescentes sin militancia política. Muchos de ellos tampoco estaban junto a sus padres a la hora de ser ejecutados. Entonces, según lo que han podido recopilar, ¿qué podría haber motivado a los agentes del Estado a asesinarlos?

Yo creo que cuando alguien dice que fueron muy malos, aquí no solo hubo maldad, hubo una política de exterminio hacia la gente proletaria, porque todos estos crímenes alevosos se cometieron en poblaciones populares, en poblaciones donde vivía la gente, los trabajadores y trabajadoras. Todos los niños vienen de extracción popular, de comunas populares que lucharon contra la dictadura, y que la doctrina de seguridad nacional que aplicaron en la dictadura la mantienen hasta hoy. Por ejemplo, Alicia Aguilar estaba en una plaza jugando con su hermana y la mataron. Es como otro niño que estaban en el departamento, en un balcón, y militares o carabineros, lo que hacían era entretenerse como tiro al blanco, como que estaban cazando palomas. Entonces, hubo una política, por eso hablamos de la cultura de la muerte del terrorismo de Estado. Pero, si analizamos, si hablamos de los barrios altos, no existe alguna excepción de que hayan ido, porque allá no existen poblaciones. Por ejemplo, hay historias de comerciantes ambulantes, trabajadores de las ferias, personas que esperan en el puesto de pan. Hubo un ensañamiento de odio hacia la clase trabajadora, hombres y mujeres. Porque hay que recordar que los primeros días de septiembre, la gran cantidad de hombres, mujeres, adolescente y niños y niñas que mataron no tenían militancia política, no estaban organizados. Solamente el hecho de ser pobres y estar en los barrios populares o estar en el centro de Santiago, los llevó a matarlos, a masacrarlos. Entonces, tiene que ver con una política del terrorismo de Estado que era enseñar que nadie se atreva a resistir, que nos convirtiéramos en aceptar el golpe cívico militar, el bombardeo a La Moneda con nuestro Presidente Salvador Allende adentro. Pero felizmente nos superamos y seguimos luchando.

¿Cuánto tiempo les tomó recopilar todo estos antecedentes entre testimonios, fotografías, cartas y otros documentos?

Dos años. Primero, sacamos la información del informe de verdad y reconciliación. Otros nombres del informe de la Corporación de Reconciliación. Porque era lo que conocíamos, pero de ahí lo transformamos en que no fueran solamente estadísticas, sino que había que darle vida, alegría. Por eso tiene estos dibujos, de lo que son los niños, niñas y adolescentes, la alegría, los sueños que ellos tenían, el jugar, el dibujar, el jugar a la ronda, el dibujo, los papás o los amigos. Entonces, cuando no tuvimos mucho material, aparte de los pocos familiares que logramos rescatar, fue agregarle un clavel. El clavel tiene un símbolo enorme, incluso internacionalmente, con el amor a la vida, a la lucha, a las conmemoraciones que significan más que duelo, significan esperanza, futuro y memoria.

¿Cómo describirías tú a estos niños, niñas y adolescentes? ¿Qué características tenían?

Hay niños que estaban estudiando, que tenían sueños, hay niños que eran obreros o trabajadores agrícolas. Hablo de adolescentes de 18 años. Hay niños o niñas que tenían militancia política, que ya tenían un compromiso por luchar por una sociedad mejor. Hay niñas como Alicia, y muchas otras que jugaban sus juegos en la plaza o en su casa, jugando a las muñecas o la ronda. O sea, todo lo que uno espera de un niño y una niña. La alegría, los colores, el intercambio escolar. Entonces, ellos cortaron ese derecho a la protección que tiene el Estado, a protegerlos, a entregarles la cultura, la educación y en vez de eso, les dieron la cultura de la muerte, ejecutándolos.

¿Con qué apoyos han contado para realizar este trabajo?

Nosotros rescatamos el apoyo, primero, de los familiares y la agrupación (de familiares de ejecutados políticos). Segundo, de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile, encabezada por la compañera Faride Zerán. El reconocimiento también a Karen Cea, que fue un gran aporte a la construcción de este libro, y al Ministerio de la Cultura y las Artes, a través de la compañera Francia Jamett, quien se la jugó ante el gobierno para lograr sacar este libro, este proyecto que más que un libro, vuelvo a decir, es un libro para leerlo y para enseñarlo. Ojalá tenerlo en los colegios y que lo sepan, estos niños, niñas y adolescentes pasaron por esto.

¿Cuáles son los obstáculos que han encontrado en su búsqueda por la verdad y justicia con respecto a estos crímenes?

Creo que el primer obstáculo y el último, ha sido siempre los gobiernos que no han entregado las herramientas para masificar los temas de derechos humanos. Los textos, documentales y libros, deben llegar al poder de los estudiantes, sobre todo este tipo de libros, que son memoria, que son evidencia de la crueldad de que fue capaz el terrorismo de Estado, y son evidencia de por qué hay que luchar por la garantía de no repetición. Esa es la gran enseñanza que nos deja esto.

¿Cuántos agentes del Estado han sido condenados por estos delitos?

No tenemos una cifra, pero lamentablemente mucho menos que todos los crímenes que cometieron agentes del Estado, que son alrededor de 3500.

¿Cree que la Convención Constitucional, y su avance en materia de derechos humanos, representan una esperanza en cuanto a la búsqueda de verdad y justicia para los familiares de estos niños, niñas y adolescentes?

La mayoría de los convencionales representan esperanza para nosotros. Quienes nos escucharon y que son fieles a lo que partió con la movilización de octubre de 2019. ¿Hemos logrado o no han escuchado? Han introducido propuestas nuestras del mundo de los derechos humanos y, por lo tanto, por eso también estamos una campaña que hay que combatir lo fascista, la campaña del rechazo. Ahora con más fuerza el apruebo, la convención y que salgan estas demandas que para nosotros son necesarias, que son las garantías de no repetición.

Por parte del gobierno, ¿existen compromisos justamente para romper el silencio respecto a estos casos?

De los otros gobiernos, no han existido plenamente compromisos. De parte de este gobierno, está pendiente la conversación con la agrupación.

¿Se siguen repitiendo estos casos?

Lamentablemente, la política de la doctrina de la seguridad nacional que implementa Carabineros y de todos los gobiernos, han seguido las muertes y lamentamos profundamente las muertes que han ocurrido en estos dos meses. Esperamos un cambio radical de parte del Gobierno hacia la Fuerzas Especiales de Carabineros, porque no podemos seguir lamentando las pérdidas preciosas de nuestra gente en las calles.

Y por último, ¿dónde pueden encontrar la persona este libro?

Queda una deuda pendiente, porque estamos esperando la re-edición. Pero para hacer consultas, pueden escribir al correo de la agrupación: afepchile@yahoo.es.

Muchas gracias, querida compañera.


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