por Raúl Espina 30 mayo, 2022
En la búsqueda por instalar un relato que permita darle sentido al proyecto de Gobierno, en medio de evidentes problemas para la consolidación de una agenda propia y errores de coordinación política, el Presidente Gabriel Boric se enfrentará este miércoles 1 de junio a un importante desafío, después de sus primeros 80 días de gestión. Se trata de la Cuenta Pública que el Mandatario realizará en el Congreso Nacional, en Valparaíso, y que es –según la visión de diversos actores– una oportunidad para crear un discurso alineado con la construcción de un gran consenso que operacionalice acuerdos y enfrente temas que, evidentemente, cruzan la contingencia, como son la seguridad pública, la violencia en la zona del conflicto mapuche y la crisis inflacionaria.
Se trata también de una ocasión en la que, probablemente, el Jefe de Estado pondrá en valor el trabajo realizado por la Convención Constitucional y hará un llamado para que la ciudadanía se informe y lea el borrador de nueva Constitución, previo al Plebiscito de Salida del próximo 4 de septiembre, en medio de la polémica por la aprobación del quórum de dos tercios para las reformas constitucionales hasta el 2026. Una señal de apoyo que, de todas maneras, sería concordante con el discurso de un Gobierno que ha apostado públicamente por la opción Apruebo, y por un proceso que tuvo al otrora diputado Gabriel Boric como una de las figuras políticas que encabezó el "Acuerdo por la Paz Social" del 15 de noviembre de 2019.
En ese sentido, el analista político y director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, señaló que, "más que centrarse en los escasos resultados, hay que poner énfasis en el proceso, de cómo el Ejecutivo ha administrado su proyecto de Gobierno en estos primeros días, y respecto de lo que podría plantearse, y sobre cuáles son los lineamientos estratégicos que podría plantear respecto de lo que viene hacia adelante". En tal sentido, agregó: "Es importante salir un poco del cortoplacismo y tratar de moverse en la lógica de lo estratégico, es decir, evidenciando hacia dónde quiere ir el Gobierno y qué cuestiones quiere desarrollar. Me refiero a un Ejecutivo que muestre una visión de largo plazo, con un proyecto de Gobierno, que tenga una agenda en donde se identifiquen problemas. Eso es lo que yo esperaría sobre lo que pudiese hacer el Presidente en esta Cuenta Pública, porque no tiene mucho que mostrar en términos de resultados, donde el proceso ha sido complejo y, por lo tanto, lo que uno esperaría más bien es una especie de relato, con un componente simbólico importante, respecto de lo que viene hacia adelante”, planteó Moreno.
Analistas coinciden en que el discurso de este miércoles debe apostar por la construcción de grandes consensos para la resolución de temas complejos, como es la relación con los pueblos originarios, especialmente el conflicto existente en La Araucanía y en el resto de la zona sur; un acuerdo sobre un nuevo pacto fiscal que dé lugar a una reforma tributaria; un acuerdo sobre un nuevo sistema de pensiones; y un acuerdo respecto de cómo llevar adelante una nueva Constitución, en el caso de que esta se apruebe. Tratos que, para Marco Moreno, deberían seguir una lógica de "concertación social", que convoque a los diferentes sectores, a sus representantes y actores sociales, quienes definan en conjunto políticas públicas orientadas a la resolución de estos temas que actualmente generan división, y que hacen referencia al proceso convocado a principios de los noventa por el Gobierno del ex Presidente Patricio Aylwin, cuando en conjunto con trabajadores, empresarios y diversos actores sociales llegaron a un acuerdo –bajo esta lógica– para resolver el problema de pobreza que se arrastraba desde la dictadura.
Para el analista, psicólogo y columnista de El Mostrador, Germán Silva Cuadra, se trata de un discurso que tiene por objetivo principal fijar una agenda, la que hasta el momento ha sido instalada desde afuera, y frente a lo cual cree que el Gobierno debe apropiarse de dicha agenda, hacerla suya y proyectarla, con la intención de verse en control, lo que –a su juicio– por ahora es difícil de proyectar. “A mí lo que me parece que va a ser muy importante es el tono de su discurso y su relato. Y en ese aspecto tengo la impresión de que Boric en el último mes ha hecho un giro bien importante, un giro en torno a empoderarse, donde se ha situado como quien impone las pautas en el Gobierno, como por ejemplo en el tema de Estado de Excepción, donde quiso dar la impresión de que es él quien impone los términos y ningún partido le presiona. Creo que va a ser fundamentalmente un llamado a la unidad, un llamado amplio, rescatando un poco el estilo de su campaña, con una figura más cercana, conectando con la gente y con un rol asociado a una mirada de Estado que va por sobre las coaliciones”, apuntó Silva Cuadra.
El oficialismo y sus expectativas
En cuanto a los escasos resultados que el Gobierno ha podido exhibir en esta, su primera etapa en La Moneda, el Mandatario probablemente haga referencia a dos avances concretos: la promulgación de la ley que reajusta el sueldo mínimo a 400 mil pesos –el más alto en 29 años– y que considera también la entrega de subvenciones para las pymes; y la firma de la adhesión de Chile al Acuerdo de Escazú, que es el primer y más importante tratado ambiental de América Latina y el Caribe. Este último punto podría relevarse en términos simbólicos, teniendo en cuenta que, desde la campaña presidencial, se autoproclamaron como el primer Gobierno ecológico de la historia nacional, una consigna que evidentemente trae consigo enormes desafíos a futuro.
En términos generales, en el oficialismo esperan que la Cuenta Pública sea un llamado a reconstituir los tejidos sociales y a restablecer la convivencia ciudadana, en medio de un ambiente de violencia e inseguridad en diferentes zonas del país. Pero, más allá de la contingencia, en Apruebo Dignidad apuestan a que el Presidente Boric se pronuncie nítidamente o le ponga plazo al fin de las AFP y dé cuenta del inicio de la reforma de las pensiones, otra de sus grandes promesas de campaña. También, al interior de la coalición de Gobierno esperan que el Mandatario se refiera al royalty a la minería, la industria forestal y salmonera, porque –aseguran– no pueden ir a buscar justicia territorial sin los recursos necesarios. Finalmente, esperan que se hagan anuncios concretos acerca de la reforma tributaria, donde hay varias medidas y proyectos de ley que dependen de cuánto se recaude en las arcas fiscales.
La vicepresidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, considera que “en política, todo es decidor y todo es muy importante, por lo tanto, una Cuenta Pública a casi tres meses de haber iniciado el mandato, me parece que es importante porque es la primera y puede marcar o definir el rumbo de lo que va a ser su gestión, pero se va a atravesar inevitablemente por el proceso constituyente y, por lo tanto, por mucho que el Presidente dé cuenta de sus primeros meses de gestión, y pueda proyectar de alguna forma cómo va a ser el futuro de su Gobierno este año, en medio está el proceso constituyente. Entonces, a mí no me parece que sea nada tan decisivo lo que pueda pasar, pero sí creo que se deben reafirmar los compromisos de campaña y los compromisos del programa de Gobierno. Por eso es que para nosotros es tan importante el fin de las AFP, el royalty minero y los royalties que corresponden a todo el sistema productivo que va a darle justicia territorial y descentralización al país, y avanzar en el tema de una economía verde, circular y el Gobierno ecológico, que son grandes temas”.
Desde el Frente Amplio, una de las bases de Apruebo Dignidad, la coalición que sustenta el piso político del Presidente Boric en La Moneda, consideran fundamental que el Ejecutivo mantenga un espíritu triunfador, a pesar del negativismo en algunos sectores del oficialismo y las problemáticas que aquejan al país, relacionadas sobre todo con temas de violencia y seguridad social. Por lo mismo, instan a que la Cuenta Pública no debe descuidar lo que consideran una “ética” de un Gobierno que fue electo por una sociedad que empujaba cambios en la forma de hacer política y transformaciones necesarias, “para que Chile creciera en dignidad y en derechos”.
Las "sugerencias" de la oposición
Desde los partidos que no conforman la coalición oficialista, hay coincidencia en el diagnóstico de que al Gobierno le ha costado llevar adelante su propia agenda y la implementación de su programa. El presidente de la Democracia Cristiana (DC) y alcalde de La Granja, Felipe Delpin, cree que ha existido improvisación y, en algunos casos, la falta de experiencia se ha notado demasiado. En ese aspecto, el jefe comunal considera que es fundamental que el Ejecutivo convoque a actores que sepan gobernar y que hayan estado anteriormente en el Estado, ya sea cercanos a la Nueva Mayoría o ex Concertación. A su juicio, si quieren avanzar, es inevitable que tengan que mejorar sus equipos de Gobierno.
En cuanto a los temas ineludibles que debería mencionar el Primer Mandatario en su discurso de este miércoles, el timonel DC señaló que “esperamos muchos anuncios, pero diríamos que los más relevantes para nosotros en estos momentos están relacionados con cuatros puntos esenciales: apoyo a la familia, en este momento que se vive una época inflacionaria que ha generado pobreza; llamar a un gran acuerdo por la paz y por la no violencia, para mejorar la seguridad; la reforma tributaria, para generar recursos que permitan al Estado contar con los dineros suficientes para poder implementar los programas sociales que él planteó en su programa de Gobierno; y, finalmente, la reforma al sistema de pensiones”.
Desde la derecha, al interior de Chile Vamos existe pesimismo en torno a una Cuenta Pública que se inserta en un contexto marcado por las dificultades que ha tenido el Ejecutivo para instalarse y gobernar durante estos primeros meses, lo que se debe –a su juicio– a la improvisación, la falta de coordinación y los errores de sus propios ministros, principalmente de quienes tienen un mayor protagonismo mediático, como la ministra del Interior, Izkia Siches, y el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson. Sumado a esto, creen que otra de las dificultades que ha debido enfrentar en su primera etapa de gestión es la sequía legislativa, donde el Gobierno ha presentado muy pocos proyectos de ley, lo que se debe –a su entender– a que se siente un poco paralizado por el proceso constituyente, donde se buscaría evitar la instalación de leyes que después no sean coherentes con lo que el Ejecutivo proyecta que va a ser la nueva Constitución.
En cuanto a las expectativas del discurso de este miércoles en el Congreso Nacional, la presidenta de Evópoli, Luz Poblete, cree que “la primera prioridad, porque es la prioridad principal de la ciudadanía, es que pueda dar certezas y presentar un plan sólido de seguridad, entregando protección frente a los eventos violentos que hemos visto no solamente en la Macrozona Sur, sino que también en las zonas urbanas. En segundo término, se trata de las certezas y la estabilidad económica, donde el costo de la vida, producto de la inflación y otros factores internos y externos, les ha tocado directamente el bolsillo de las familias chilenas, y creo que ahí la ciudadanía también está esperando una respuesta y medidas concretas para que se pueda contener esa situación. Y el tercer aspecto está relacionado con la certeza constitucional y tiene que ver con la eventualidad de que pueda ganar el Rechazo, contexto en el cual el Presidente debiera plantear una salida que no nos dé un portazo constitucional, sino que debe abrir la posibilidad de, en ese escenario, poder continuar el proceso hacia una nueva Constitución”, sostiene.
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