Por: Agencia EFE | Publicado: 26.05.2022
De la época de Pinochet, detalla la directora sobre su película de la época, «faltaba un relato que hablara desde lo cotidiano, desde lo íntimo, y por supuesto desde la mirada de una mujer».
En la dictadura de Augusto Pinochet hubo héroes anónimos y cómplices pasivos, dos opuestos que la chilena Manuela Martelli expone en la gran pantalla con «1976», estrenada este jueves en Cannes.
En su ópera prima, proyectada en la Quincena de Realizadores, apartado paralelo e independiente del certamen cinematográfico, Carmen (Aline Kuppenheim) es una mujer burguesa que acepta cuidar a un joven herido que el sacerdote de su familia mantenía escondido.
«Ella es parte de una burguesía que puede vivir en paralelo a lo que está pasando en el contexto político, pero al mismo tiempo tiene una sensibilidad especial y eso la vuelve una heroína anónima», contó este jueves Martelli a Efe.
1976 es el año en el que murió la abuela materna de la cineasta, a la que no conoció pero que, por el relato de otros familiares, sabe que era una adelantada a su época. A sus entonces 49 años sentía que «de alguna manera no podía reescribir su vida, que había llegado hasta ahí», y ella quiso darle «la posibilidad de otra vida».
La directora encontró videos familiares grabados con una cámara Super 8 y, más allá de las imágenes de momentos felices registrados, quiso también ahondar en los vacíos existentes entre estos, en las experiencias que contaban la otra realidad.
«Empecé a ampliar el círculo a otras mujeres y me di cuenta de que había un montón de historias de mujeres anónimas que tenían un secreto, que había algo que habían hecho que nadie sabía, porque se escapaba de los cánones de lo que debían ser», dijo Martelli (Santiago, 1983).
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Como actriz, a Martelli se le conoce, entre otros trabajos, por «Machuca», icónica película de Andrés Wood, y este debut en la dirección le ha costado unos ocho años de trabajo, un periodo que se alargó por la pandemia.
«Uno prepara un montón una película, pero nunca sabe cuál va a ser el resultado, sobre todo siendo la primera. Uno se pregunta en el proceso si va a lograr transmitir lo que quiere y, de alguna manera, la selección acá es una confirmación para mí de que hay algo que se está transmitiendo», dijo.
La Quincena de Realizadores, que inauguró su 54ª edición el 18 de mayo, no entrega ningún galardón propio, pero sí sus socios. El de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos (SACD), concedido a un filme de habla francesa, lo recibió el francés Thomas Salvador por «La Montagne».
El Europa Cinemas Label, en el que los miembros de la red de distribuidores Europa Cinemas distinguen a una película europea e impulsan su promoción, se decantó por «Un beau matin», de la también francesa Mia Hansen-Løve, protagonizada por Léa Seydoux.
Chile ha tenido cuatro producciones en esta edición de Cannes: a «1976» se le suma también en la Quincena «Pamfir» una coproducción con Ucrania de Dmytro Sukholytkyy-Sobchuk, mientras que Patricio Guzmán proyectó su documental «Mi país imaginario» en las Sesiones Especiales de la selección oficial.
Completa el listado «Las criaturas que se derriten bajo el Sol», cortometraje de Diego Céspedes protagonizado por Paula Dinamarca y estrenado en la Semana de la Crítica, otra sección paralela del certamen, dedicado a los nuevos talentos con sus primeras o segundas películas.
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