El drama de los conversos -peor aun en el caso de los conversos a título oneroso- es que deben dar pruebas de su traición cada día. Y el descenso a las cloacas se hace inevitable. En eso está Oscar Guillermo Garretón, y no es el único. |
Por Roberto Pizarro Hofer - junio 2, 2022Varios estudios en nuestro país revelan, con preocupación, que un elevado porcentaje de chilenas y chilenos no leen y, además, que la comprensión lectora es cada vez más baja. Por ello, resulta sorprendente que este grave mal haya capturado a dos pretendidos intelectuales: Javiera Parada, actriz y activista cultural y Cristian Warnken, poeta y crítico literario. En efecto, ambos intelectuales, convertidos en agitadores políticos, se han mostrado renuentes a leer el borrador de la nueva Constitución (NC), aunque son entusiastas líderes del Rechazo. Se comportan de la misma forma que los detractores de la NC, que agitan en redes sociales. Según el Observatorio de Políticas y Redes Sociales de la Universidad Central el 97% de los críticos de la NC, que opinan en redes sociales, no han leído el borrador (El Mostrador, 28-05-22). Fundan, entonces, su crítica en ideología pura, en prejuicios o se aprovechan de polémicas que tienen algunos constituyentes, que trascienden a la opinión pública (por ejemplo, el caso Rojas Vade o las agresiones verbales de Teresa Marinovic). Eso mismo les ha sucedido a Parada y Warnken. Sin vergüenza, la hija de José Manuel Parada reconoce que “no ha leído todavía el nuevo borrador”, pero se atreve a calificarlo como parte del “constitucionalismo bolivariano” (La Tercera, 27-05-22). Seguramente tampoco se dio el tiempo de leer las constituciones de Bolivia, Venezuela y Ecuador, pero usa esa terminología en un intento, sin fundamento y poco creíble, de descalificar la NC. Por su parte, Warnken, vocero de los amarillos, se atreve a acusar a la NC de fomentar la ira y la polarización política, aunque tampoco ha leído el texto borrador y utiliza también una frase atrevida y descalificadora, para asustar a los votantes del Apruebo: “Sólo un Dios nos salva” (El Mercurio, 19-05-22). La renuncia a la lectura, la mentira y los prejuicios son una mala enseñanza para la juventud de nuestro país, que tanto necesita de referentes que los ayuden a transitar por un camino de responsabilidad intelectual y decencia. A pesar de la falta de lectura (y todavía no sabemos sobre su comprensión), Javiera Parada y Cristián Warnken se autodefinen de centroizquierda, pero han sido eufóricos promotores del Rechazo de la NC, convocando a personeros de la derecha tradicional y también a aquellos concertacionistas que nunca dudaron en proteger el régimen de injusticias, fundado en la Constitución de 1980, que caracterizó la transición a la democracia. Los dos tercios que duelen Hay otros detractores del cambio constitucional, políticos conocidos, que sólo han leído los párrafos del borrador que más les interesan: los que afectan su poder y bolsillo. Se trata de gran parte de los senadores, aunque con destacada presencia de Elizalde, Espinoza, Castro y Durresti. Críticos impensados, porque se hacen llamar socialistas, pero no recuerdan la decencia de Eugenio González ni la consecuencia de Salvador Allende. A los senadores en ejercicio no les gusta el término del Senado y su reemplazo por la Cámara de las Regiones. Como esa pelea la perdieron ahora sostienen que la extinción del Senado debe ser el 2030 y no el 2026, como indican las normas de la NC. Rechazan así la decisión de los constituyentes que redactaron la NC y se protegen en la Constitución de Pinochet-Lagos. Y, ahora, lo peor de todo, es que cuestionan la utilización del quorum de dos tercios para eventuales modificaciones a las normas de la NC, durante el periodo transitorio hasta el 2026. Es la nueva lucha de los opositores a la NC: atacar los dos tercios. En realidad, no correspondería realizar ningún cambio a la NC hasta que entrara en vigencia en el año 2026. Sin embargo, las normas transitorias aceptan modificaciones con 2/3 en el periodo desde su aprobación, hasta la instalación de la nueva institucionalidad. Pero, los 2/3 han generado gran escandalera en los constituidos, comenzando con Elizalde, quien advierte que esta disposición favorecerá el Rechazo. Y exigen el 50%+1. Chantaje en curso. Atacar los dos tercios en el periodo de tránsito, y acordar desde ahora el 50%+1, es una trampita para reescribir la NC. Los parlamentarios que quieren mayoría simple inmediata buscan, en el Senado, de forma transversal, prorrogar la vigencia de sus mandatos a ocho años (o quizás incluso mantener el Senado). Por su parte, la derecha, y algunos concertacionistas, apoyados por el mundo empresarial, quisieran modificar el Estado Social y Democrático de Derecho, así como el Estado empresario y quizás unas cuantas cosas más. Maniobra inaceptable. Los constituyentes han sido consecuentes con la mayoría simple, pero a partir del momento que se modifican las instituciones constituidas por la Constitución de 1980 y se inicien las que se conforman con la NC. La norma de la simple mayoría es razonable, y debe comenzar a regir, pero a partir del nuevo parlamento en el 2026, la Cámara de las Regiones, la paridad de género y los escaños reservados, acorde con la plurinacionalidad. El inefable Oscar Guillermo Garretón Oscar Guillermo Garretón, MAPU-socialista devenido en empleado de grandes empresas, está muy preocupado por la campaña del terror de “quienes chantajean y amenazan con violencia si gana el Rechazo” (El Mercurio, 27-05-22). Lo dice así no más, sin pruebas, para asustar a incautos. Pero, es justamente al revés. La campaña del terror está instalada en los medios del Poder y en los políticos que lideran la campaña del Rechazo. Garretón esconde los dichos de Javiera Parada, la que compara la NC, sin leerla, al “constitucionalismo bolivariano”. Vaya tontería y mal consejo de Evopoli. El “empresario” tampoco se enteró de los dichos de su jefe amarillo Warnken, con su “Sólo un Dios nos salva” de la NC, también sin leerla. Este sí es terror puro y duro. Además, lo que es chantaje incuestionable son los dichos del senador Elizalde, cuando señala que, si no se retrocede en los 2/3, viene el Rechazo. A quienes luchamos en favor de la NC nos gustan los derechos sociales garantizados, defendemos a los pueblos originarios para que sean parte integral de Chile, creemos en la protección del medio ambiente, en la prioridad en el acceso al agua para las personas, también en la descentralización de nuestro país y en construir una economía diversificada, superadora del extractivismo, para asegurar empleo a todas y todos los trabajadores. En el plano político, apoyamos una efectiva democratización del país, con participación ciudadana, Cámara de las Regiones, paridad de género y escaños reservados para los pueblos originarios. Es lo que ofrece la NC a nuestro país y para apoyar estas justas reivindicaciones no necesitamos apelar al terror. El rechazo a la NC es aferrarse a la clase política en bancarrota y al gran empresariado que la sostiene, principales defensores del modelo de injusticias y desigualdades. El Apruebo es el camino para terminar con las tensiones sociales, la violencia y la delincuencia, consecuencia de las profundas insatisfacciones instaladas en la sociedad chilena. Los contenidos de la NC son la necesaria respuesta a las demandas más sentidas de la ciudadanía, que durante 40 años no tuvieron respuesta, producto del bloqueo impuesto por la Constitución de 1980 y la complacencia de la clase política. La Nueva Constitución inaugurará el nuevo camino al desarrollo. |
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