Por: Carolina Ceballos con información de comunicado de prensa | Publicado: 15.12.2022
«El largo camino de los derechos humanos no se hace en solitario. La defensa de la dignidad humana se hace colectivamente», aseguró la exfuncionaria de la ONU al recibir el galardón por su labor en este ámbito.
Michelle Bachelet recibió el XX Premio Joan Alsina de Derechos Humanos, una distinción que reconoce su larga y prolífica trayectoria a nivel nacional e internacional.
Fue a través de videoconferencia que a la expresidenta se le entregó la distinción instaurada por el Ayuntamiento de Barcelona, en memoria del sacerdote catalán asesinado en septiembre de 1973 en Chile por la policía de dictadura de Augusto Pinochet.
Considerando su trabajo en el ámbito de los derechos humanos, el comunicado que anuncia el reconocimiento, releva que durante la gestión de Bachelet en Naciones Unidas, se logró que la Asamblea General de este organismo internacional reconociera como derecho universal el acceso a un medio ambiente sano y limpio.
«En este nombre resuena el dolor profundo de conocer las atrocidades que el ser humano es capaz de hacer. Pero con mucha mayor fuerza se oye la voz de la dignidad», sostuvo Bachelet al momento de la entrega del reconocimiento.
«Este premio lo recibo como una celebración a la solidaridad internacional», agregó luego.
Respecto de Alsina, la expresidenta repasó su permanencia en el país, relevando que la caída de Alsina fue un mensaje para el mundo en dictadura.
«Quienes vieron con ilusión el proceso chileno se movilizaron ejemplarmente. Y lo hicieron por años, acogiendo, organizando, enviando fondos, denunciando en foros y en los diarios» lo que sucedía en nuestro país, destacó Bachelet, quien agregó que «cuando Chile y los países sudamericanos eran sometidos a la barbarie, esa misma Cataluña dijo presente y nos acompañó para recuperar la libertad».
Adicionalmente, la exfuncionaria de Naciones Unidas aseguró que «el largo camino de los derechos humanos no se hace en solitario. La defensa de la dignidad humana se hace colectivamente», por lo que en nuestro país, nunca nos sentimos solos.
«Los derechos humanos son una causa que no se detiene (…) El horror y la indiferencia siguen existiendo. Se esconden en el crecimiento y validación de los discursos de odio, en la xenofobia. Crecen en la negación de los derechos del otro, de la otra. Se multiplican en la desinformación. Dañan los cimientos de la democracia, ponen en riesgo nuestras reglas básicas de convivencia», dijo durante su alocución.
Finalmente, aludió a los desafíos de las sociedades modernas, enfrentada a problemáticas diversas. «No pierdo el optimismo, pero veo con preocupación la lentitud de nuestras transformaciones. Todas y todos podemos ser agentes de cambio, desde el ayuntamiento hasta los foros internacionales», dijo.
Entre otras personas, han recibido el galardón las Abuelas de Plaza de Mayo (Argentina); la medioambientalista y activista feminista e indigenista Berta Cáceres (In memoriam. Honduras); la medioambientalista y lideresa social, actual vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez; la Asociación Araguaia con el Obispo Casaldáliga (Catalunya/Brasil); el juez Juan Guzmán (Chile); la plataforma de comunicación indígena Mídia India (Brasil), o el abogado Carlos Slepoy (Argentina).
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